La Tarjeta del Viñatero regirá a partir del 15 de este mes

Junto con obleas específicas, deberá utilizarse para el traslado y la entrega de uvas en bodega.

nuevo sistema de identificación

Un nuevo sistema de identificación y registro de viñedos comenzará a regir en nuestro país a partir del 15 de este mes, cuando oficialmente comiencen a ser entregadas las tarjetas del viñatero a los productores vitivinícolas.

La “Tarjeta del Viñatero” tiene como finalidad acreditar que un viñedo se encuentra registrado ante el INV y además permitirá monitorear y conocer el estado actualizado de cada viñedo y su actividad.

El sistema implementado consta de tres componentes básicos: una tarjeta madre, obleas complementarias de movimiento de uva y un software integrado con las bases de datos del INV.

Según se informó desde el Instituto de Vitivinicultura, la “tarjeta madre”, además de constituir la credencial del viñedo (una especie de DNI), tiene como objetivo posibilitar el acceso a la información integral relativa al mismo que se encuentre almacenada en el legajo que posee el INV de ese viñedo (datos del propietario, superficie, variedades que lo componen, sistema de conducción y año de implantación, entre otros).

Esta tarjeta electrónica posee un número de código que la vincula con el legajo virtual de cada viñedo. Cada vez que se declara una modificación del mismo o ingresa una camionada de sus uvas a una bodega, automáticamente esta novedad se refleja en el legajo virtual y, en consecuencia, se puede consultar ingresando el código de la tarjeta.

La “oblea complementaria de movimiento de uva” consiste en documentos impresos en material de seguridad que se entregarán al titular del viñedo junto con la “tarjeta madre” (similar a las entregadas a las bodegas en las cosechas anteriores).

Se entregarán tantos juegos como sean necesarios a fin de que cada viaje de uva que salga del viñedo sea amparado por el correspondiente documento.

En el mismo se consigna un número único de identificación, el número de viñedo y la variedad de uva que se está remitiendo en ese viaje. Consta de dos partes: una identificada con la leyenda “viñedo” y otra, con la palabra “bodega”.

Estas obleas, que acompañarán el transporte de la uva hasta su destino, deberán ser presentadas cuando personal de inspección así lo requiera. Al llegar a destino las obleas deben ser entregadas al encargado de recepcionar la uva. Luego de la descarga, determinado el peso neto y tenor azucarino, etcétera, y confeccionado el certificado de ingreso de uva pertinente, se adherirá una oblea a cada uno de estos ejemplares de CIU (se debe confeccionar por duplicado). El establecimiento receptor de la uva debe entregar uno de los dos ejemplares del CIU debidamente conformado y con su oblea de seguridad adherida al viñatero, quedando de este modo certificada esta copia de CIU para cualquier efecto posterior.

Cada “tarjeta madre” corresponde a un viñedo y está a nombre de un productor; es única e intransferible. Las tarjetas originales serán entregadas en forma gratuita por el INV al titular o apoderado de viñedos de una superficie de hasta 20 hectáreas y no tienen vencimiento.


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