La tragedia alteró todos los vuelos

La empresa Austral absorbió los pasajes de LAPA y ayer movió tres vuelos prácticamente completos entre Neuquén y Buenos Aires. Si bien el movimiento de la víspera fue de emergencia, se pudo trasladar a la mayoría de las personas que había adquirido sus pasajes con anticipación.

El gerente de Austral en la capital neuquina, Raúl Carlé, explicó que la firma sólo suspendió los recorridos cortos, como por ejemplo Buenos Aires-Rosario y Buenos Aires-Mar del Plata. Es que se priorizó los recorridos más grandes, entre los que incluyó los vuelos desde y hacia Neuquén.

Más allá de que Lapa no operó, en Neuquén no hubo ningún tipo de inconvenientes y no menguó la cantidad de pasajeros, explicó el jefe de operaciones del aeropuerto Juan Domingo Perón, el capitán Santiago Ramero.

En el aeropuerto de Bariloche se registraron demoras de entre una hora y una hora y media, que los pasajeros supieron tolerar en función de la magnitud del drama que se produjo en Buenos Aires.

Lapa informó a su vez que también llegaron los vuelos previstos aunque con demoras y estimaron que hoy tendería a regularizarse el tema.

Por otra parte, también se registró en Bariloche un cambio en la llegada de distintas cargas. Las firmas aéreas decidieron privilegiar el transporte de pasajeros en detrimento de los bultos sueltos, por lo que varios productos -entre ellos diarios y revistas nacionales- se quedaron en el puerto de origen.

En tanto, varios pasajeros que debían regresar a Viedma en el vuelo diario de la empresa Austral se quedaron ayer varados en el aeropuerto internacional de Ezeiza, presumiblemente por fallas en la organización de los servicios de cabotaje que fueron trasladados a esa estación aérea.