«Las prácticas sindicales generan muchos Moyanos»

BUENOS AIRES (ABA) .- La ex ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, afirmó que la teoría del gobierno sobre un complot en los episodios de violencia de San Vicente, son una excusa para mantener a Moyano y no abrir las puertas a una verdadera transición en la CGT. De todos modos consideró que el eje de la discusión no es el líder de los camioneros, sino la estructura sindical «corporativa y poco democrática». La titular del partido «Unión por Todos» reconoció que «el cambio es muy difícil» y advirtió a los empresarios que con «apertura sindical se puede mantener el equilibrio económico».

– El gobierno nacional alega que lo ocurrido en San Vicente fue un»complot». ¿Cuál es su reacción?

– Hay una especie de nuevo diccionario kirchnerista al igual que cuando hablan de un «pluralismo» que es solo de ellos-, porque del complot participarían quienes integran su misma fuerza política, me parece una excusa muy poco sólida. ¿Cualquier persona, qué dice? El que aparece con un arma es el chofer del hijo de Moyano, éste es aliado de Kirchner, no parece un complot (sonríe).

– ¿El oficialismo fuerza los argumentos para mantener a Moyano al frente de la CGT?

– Aún cuando el Presidente no tenga ingerencia directa, si el gobierno no estuviera contento con que siga Moyano abriría las puertas a una transición de la CGT; pero cuando deja trascender no solo que no va a hacer nada, sino que encima lo banca, es claro que lo fortalece.

– ¿Quienes podrían suceder a Moyano, son acaso más «potables»?

– El problema sindical no es de nombres, sino de una estructuración poco democrática, donde no se permiten minorías, con reelecciones permanentes, por lo que se convierten en corporaciones por encima del Estado que manejan mucho dinero. Son empresarios y como (las obras sociales) siguen perdiendo afiliados se dedican a otro tipo de negocios. Las prácticas de los sindicatos hace que se vayan generando muchos «Moyanos».

– ¿Es posible reformar a la CGT desde afuera?

– La Argentina necesita dar pasos hacia una mayor apertura de su movimiento obrero. Es lo que ha pasado en países donde había sindicatos únicos pero donde ahora es posible elegir.

– ¿El reconocimiento de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) puede ser una solución?

– En la CTA (conducida por Víctor De Gennaro) conviven distintas fuerzas políticas, creo que al menos tratan de plantear algo más abierto con menores niveles de corrupción. Aun cuando uno no puede aspirar a la pureza total, creo que en parte han logrado tener una dirigencia más transparente.

– Desde el pragmatismo, el oficialismo entiende que Moyano les reasegura un techo a las subas salariales lo que impediría una espiral inflacionaria.

– Me parece un punto complicado. Aquí hay un sindicalismo de presión hacia el Estado: o el gobierno realiza lo que los sindicalistas quieren, o estos empiezan a generar una suerte de desestabilización. El cambio no es nada fácil. Hasta ahora los gobiernos que pensaron hacerlo, como el de Alfonsín -cuando denunció el pacto sindical militar- terminaron aceptando estas estructuras.

– ¿El empresariado no prefiere hacer la vista gorda en lugar de arriesgarse a negociar con una probable intransigencia de la CGT?

– La otra cara de la moneda es un empresariado que prefiere sentarse a la mesa con quienes negocian «condiciones sindicales» antes que laborales; por lo bajo dicen: prefiero a estos corruptos, todo lo que quieran, pero si arreglo con ellos por un punto más de aumento me tranquilizan a la gente. Sin embargo, en los lugares en que se ha avanzado hacia mayor libertad sindical se ha logrado un equilibrio. Habrá sindicalistas más o menos rebeldes. En definitiva, hay que dejar que la gente se pronuncie.

– ¿Qué en nuestro país los sindicatos estén identificados con un partido político es parte del problema?

– Eso tampoco pasa en casi ningún lugar del mundo. Incluso el viejo sindicalismo europeo que se dividía en socialdemócratas y comunistas, pero no es más así, sino que se trata de respetar la pluralidad que la sociedad tiene. Que la propia central obrera esté en manos de un movimiento no tiene ningún tipo de lógica pues implica una visión corporativa de la política que pudo tener su explicación en una primera etapa del industrialismo.

– Mientras fue ministra de Trabajo, usted acusó a Juan «Pata» Medina (dirigente de la Uocra, protagonista de los episodios violentos durante el traslado de los restos de Perón) por manejos extorsivos. ¿Por qué recién ahora alcanzó repercusión pública esa denuncia?

– Parece que hay que romperle la cabeza a alguien para que a una la escuchen.

 

 

CLAUDIO RABINOVITCH


BUENOS AIRES (ABA) .- La ex ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, afirmó que la teoría del gobierno sobre un complot en los episodios de violencia de San Vicente, son una excusa para mantener a Moyano y no abrir las puertas a una verdadera transición en la CGT. De todos modos consideró que el eje de la discusión no es el líder de los camioneros, sino la estructura sindical "corporativa y poco democrática". La titular del partido "Unión por Todos" reconoció que "el cambio es muy difícil" y advirtió a los empresarios que con "apertura sindical se puede mantener el equilibrio económico".

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora