“Le quitaron la ilusión del viaje”

El 7 de marzo fue un día muy triste para mi hijo Juan Pablo, de 22 años, discapacitado. El 29 me avisaron de un viaje que organizaba la obra social PAMI, agencia Roca, a Casa de Piedra. Como era por un día, me interesó, nunca lo había sacado por temor a que no se sintiera bien. Hablé con la asistente social de la agencia de Allen y me dijo que no había ningún problema, que presentara un certificado médico donde aclarara que iba con acompañante. Así lo hice. El lunes 5 lo presenté a la obra social y el martes 6 recibí un llamado de la agencia de Roca para confirmarme que nos esperaban el 9 de marzo a las 8 de la mañana para hacer el viaje. Ya segura de que mi hijo podía viajar se lo comuniqué, porque a mí no me gusta ilusionarlo y después decirle lo contrario (pero veo que hay gente a la que no le interesa ni lo más mínimo, no tiene en cuenta que una persona con discapacidad tiene sentimientos como cualquier persona). Se puso muy contento, nunca había salido de viaje. No paraba de contarle a todas las personas que lo conocen que se iba a Casa de Piedra. El día 7 recibí un nuevo llamado donde me comunicaron que no podía viajar porque la obra social no se podía hacer cargo del acompañante. Me comuniqué con la persona responsable de la agencia Roca, de nombre Olga, y me dijo que al no ser yo afiliada no podía viajar con mi hijo. Le dije: “Entonces nunca va a poder hacer un viaje mi hijo, porque soy la única que lo acompaña a todas partes”, a lo que me contestó: “Señora, para eso están los lugares de esparcimientos”. Con toda la impotencia del momento le corté y volví a mi casa muy triste porque le tenía que explicar a Juan que no podía hacer el viaje. Él hasta el día de hoy me pregunta: “¿Por qué, por qué, por qué?”. María Eva Catalán, DNI 11.679.029 – Allen

María Eva Catalán, DNI 11.679.029 Allen


El 7 de marzo fue un día muy triste para mi hijo Juan Pablo, de 22 años, discapacitado. El 29 me avisaron de un viaje que organizaba la obra social PAMI, agencia Roca, a Casa de Piedra. Como era por un día, me interesó, nunca lo había sacado por temor a que no se sintiera bien. Hablé con la asistente social de la agencia de Allen y me dijo que no había ningún problema, que presentara un certificado médico donde aclarara que iba con acompañante. Así lo hice. El lunes 5 lo presenté a la obra social y el martes 6 recibí un llamado de la agencia de Roca para confirmarme que nos esperaban el 9 de marzo a las 8 de la mañana para hacer el viaje. Ya segura de que mi hijo podía viajar se lo comuniqué, porque a mí no me gusta ilusionarlo y después decirle lo contrario (pero veo que hay gente a la que no le interesa ni lo más mínimo, no tiene en cuenta que una persona con discapacidad tiene sentimientos como cualquier persona). Se puso muy contento, nunca había salido de viaje. No paraba de contarle a todas las personas que lo conocen que se iba a Casa de Piedra. El día 7 recibí un nuevo llamado donde me comunicaron que no podía viajar porque la obra social no se podía hacer cargo del acompañante. Me comuniqué con la persona responsable de la agencia Roca, de nombre Olga, y me dijo que al no ser yo afiliada no podía viajar con mi hijo. Le dije: “Entonces nunca va a poder hacer un viaje mi hijo, porque soy la única que lo acompaña a todas partes”, a lo que me contestó: “Señora, para eso están los lugares de esparcimientos”. Con toda la impotencia del momento le corté y volví a mi casa muy triste porque le tenía que explicar a Juan que no podía hacer el viaje. Él hasta el día de hoy me pregunta: “¿Por qué, por qué, por qué?”. María Eva Catalán, DNI 11.679.029 - Allen

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