De animales, duelos, y crímenes: los seis libros recomendados por Lecton para esta semana

Una selección especial hecha por lalibrería del diario Río Negro, que acompaña esta edición dedicada a la naturaleza y los animales.

Cuando ellos se van
Julia Navarro

Julia Navarro, reconocida por sus novelas históricas, se aparta aquí del relato épico para abrazar un momento íntimo: la despedida de Argos, su perro. «Cuando ellos se van», su nuevo libro, publicado por Plaza & Janés, no es solo un texto sobre el duelo, sino una meditación sobre el vínculo humano-animal como espacio de verdad afectiva, de memoria compartida y de reconocimiento mutuo.

Navarro evoca a Argos —nombre que surge del perro que espera a Ulises en «La Odisea»— como figura de lealtad y presencia. El texto se despliega entre la crónica personal y el ensayo cultural, con referencias a la literatura, el cine y la historia que enriquecen la experiencia sin desviar el foco: el amor que persiste cuando ellos se van.

La autora evita el sentimentalismo fácil. Su tono es sobrio, respetuoso, y por momentos filosófico. Reflexiona sobre cómo los perros nos enseñan a vivir con dignidad, a envejecer sin rencor, a acompañar sin exigir. Y cuando mueren, nos obligan a mirar de frente la fragilidad del vínculo, la potencia del silencio, la herida que no se cierra pero se transforma.

Este libro puede leerse como una elegía, pero también como un manifiesto: sobre el derecho a llorar a quienes no hablan, sobre la legitimidad del duelo por lo no humano, y sobre la necesidad de narrar esos vínculos que nos constituyen.

Julia Navarro ha cautivado a millones de lectores con las nueve novelas que ha publicado hasta la fecha y que se han traducido en más de treinta países: La Hermandad de la Sábana Santa, La Biblia de barro, La sangre de losinocentes, Dime quién soy, Dispara, yo ya estoy muerto, Historia de un canalla, Tú no matarás, De ninguna parte y El niño que perdió la guerra.


Animales
Santiago Craig

En «Animales», Santiago Craig despliega una constelación de relatos que tensan los límites entre lo real y lo fantástico, entre lo doméstico y lo mítico. Cada cuento introduce un animal —jirafa, búho, dragón, oso, pulpo— que no representa una alegoría cerrada, sino una fisura por donde se cuela lo inexplicable, lo afectivo, lo que escapa al lenguaje.

Desde el primer relato, “Después del oso”, Craig propone una escena fundacional: un pueblo que adopta como patrono a un oso varado en su camino hacia Misiones. En “Mamá búho”, una mujer se transforma cada noche en ave, y su esposo convive con esa metamorfosis como parte de una rutina amorosa. En “Papá dragón”, el recuerdo infantil se eleva a una poesía singular, donde el padre es figura mágica y protectora.

Lo animal en estos relatos no es decorado ni símbolo fácil. Es presencia, cuerpo, olor, pluma, pelo; es compañía en el desamparo, como la jirafa que acompaña a una niña que huye del abuso. Es espejo de la crueldad humana, como el perro diseccionado durante una separación. Es también ternura, deseo, memoria.

«Animales» puede leerse como un atlas de lo afectivo, donde cada criatura revela una forma de estar en el mundo que desestabiliza la hegemonía humana. Craig nos invita a mirar desde otro lugar, a convivir con lo que no entendemos, a aceptar que hay experiencias vitales que no necesitan lenguaje para ser profundas.


Temporal
Carina Mermelstein

Carmen administra propiedades de alquiler temporario. Su vida transcurre entre rutinas anodinas y una soledad que parece enquistada. Hasta que aparece Manuel, un inquilino enigmático que no solo se instala en el departamento, sino también en su mundo afectivo. Lo que comienza como una atracción se transforma en una relación opaca, donde el deseo se mezcla con el miedo, y la intimidad con la manipulación.


«Temporal» se mueve en el terreno del thriller, pero con una sensibilidad que lo acerca al drama psicológico. Mermelstein explora cómo un vínculo puede reconfigurar la percepción de la realidad, y cómo el amor —cuando se vuelve asimétrico— puede ser una forma de violencia sutil. La novela plantea preguntas incómodas: ¿qué es la verdad sino una forma de percibir las cosas? ¿Dónde termina el consentimiento y comienza el abuso emocional? Y es también una reflexión sobre el poder de la narrativa: cómo nos contamos lo que vivimos, cómo justificamos lo injustificable, cómo el lenguaje puede ser cómplice o resistencia.


Cinco bodas y un pincel
Mariana Guarinoni

Bolonia, siglo XVI. Lavinia Fontana quiere pintar, pero el arte es cosa de hombres. Sin permiso para firmar sus obras, se abre paso con talento feroz y una red de mujeres decididas a cambiar las reglas. Mariana Guarinoni reconstruye esta historia con precisión, haciendo de Lavinia una figura que interpela desde el presente.


La novela se articula en torno a cinco bodas —cada una con su carga política, afectiva y simbólica— y un pincel que se convierte en instrumento de libertad. La amistad con Bianca Cappello, amante del poderoso Francesco de Médici, la lleva al corazón de una corte donde los secretos se negocian como pigmentos. Juntas, Lavinia y Bianca desafían el mandato patriarcal, convierten el cuerpo en lienzo y la pintura en resistencia.

La novela celebra la sororidad como fuerza transformadora. Las mujeres que rodean a Lavinia no son secundarias: son cómplices, estrategas, testigos. El arte, en este contexto, no es solo belleza: es poder, es gesto político, es afirmación de existencia.


Extraños en un tren
Patricia Highsmith

«Extraños en un tren» es una novela que disecciona el deseo reprimido, la culpa y la lógica perversa del crimen compartido. Publicada en 1950, esta obra fundacional del thriller psicológico plantea una pregunta inquietante: ¿qué ocurre cuando dos desconocidos se encuentran y fantasean con intercambiar asesinatos?

Guy Haines, arquitecto exitoso, quiere divorciarse de su esposa. Charles Bruno, joven rico y desequilibrado, odia a su padre. En un viaje en tren, Bruno propone un pacto: él matará a la esposa de Guy si Guy asesina a su padre. Sin móviles aparentes, sin vínculos entre víctima y asesino, el crimen sería perfecto. Guy rechaza la propuesta, pero Bruno lleva adelante su parte del trato, arrastrando a Guy a una espiral de culpa, chantaje y ambigüedad moral.

Highsmith construye una atmósfera asfixiante, donde el lector queda atrapado en la mente de los personajes. Bruno es encantador y perturbador, Guy es racional pero débil. La tensión no proviene del acto violento, sino de la progresiva disolución de las certezas éticas. ¿Hasta qué punto somos responsables de lo que no hicimos? ¿Qué tan fácil es cruzar el umbral del crimen cuando alguien más lo ha cruzado por nosotros?

La novela fue adaptada por Alfred Hitchcock en 1951, con cambios significativos en el tono y el desenlace. Pero el texto original conserva una oscuridad más íntima, más psicológica, donde el mal no es espectacular sino cotidiano, y la culpa no se resuelve sino que se enquista.


Familia es amor
Justine Ablett

Escrito por Justine Ablett e ilustrado por Francesca De Luca, es un libro infantil que celebra la diversidad familiar con ternura y claridad. A través de ilustraciones coloridas y frases simples, muestra que lo que define a una familia no es su forma, sino el amor que la sostiene.


Ideal para primeras infancias, el libro presenta distintos modelos familiares —monoparentales, homoparentales, adoptivas, ensambladas— con naturalidad y sin juicios. Es una herramienta valiosa para fomentar el respeto, la empatía y la inclusión desde edades tempranas, ayudando a que cada niño se sienta visto y validado en su entorno afectivo.


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