Liniers: una vida dibujada

El historietista antes conocido como Ricardo Siri llegó a “Río Negro” con Macanudo, su famoso personaje. En diálogo con este diario, cuenta cómo se hizo dibujante y de qué va el oficio.

Antes de llegar a ser Liniers, Ricardo Siri (Buenos Aires, 1973) estudió carreras que no le gustaban: Derecho, Ciencias de la Comunicación y Publicidad. Todas las dejó porque quería dibujar historietas. “Pero no podía decir que iba a vivir de hacer dibujitos de pingüinos. Eso era para el tiempo libre. “Hasta que en un momento abandoné el plan A –trabajar, estudiar– y me dediqué al plan J, que era hacer historietas”, recuerda durante la entrevista con “Río Negro” en su departamento en Buenos Aires, donde vive con su mujer y sus tres hijas.

Su estrategia fue dedicarse a las historietas hasta que, como por inercia, al fin funcionara. “Como no soy tan bueno, voy a ganar por cantidad y no por calidad. Eso pensé. El plan era dibujar hasta que algo pasara, no sabía ni cómo ni cuándo. En esa época tenía muchos amigos dibujantes y había una cantidad enorme que eran buenísimos, pero había laburo para muy pocos. Ahora también muchos terminan publicando en Europa o Estados Unidos y no en Argentina. No era clarísimo que iba a vivir de esto”, dice.

P-¿Hasta qué edad?

R- Y… hasta a los 37 (se ríe). En verdad, mientras dibujaba las historietas laburaba de lo que fuera. En el medio de eso empecé por monedas en “Página/12” hasta que apareció “La Nación” (donde en el 2002 empezó a publicar Macanudo). Ahí ya tenía treinta y pico. Tuve suerte también, porque me podría haber ido bien a los 50. No son pocos los casos. Maitena fue como un hada madrina, me ayudó mucho, me llevó a “La Nación”. Una genia total. La había visto algunas veces nomás, no era mi amiga, lo hizo de onda.

P-¿Cómo llevás el hecho de publicar a diario?

R- Sale como sale. La gente pretende que sean todos goles. Messi no jugó bien la final del Mundial, y el chabón es Messi. ¿Vos te pensás que yo no puedo hacer un chiste que es una garcha? ¡Soy yo! (risas). Lo lindo es que ahora tenés Twitter para que la gente te putee en vivo. Hay chistes malísimos míos, te querés medio matar porque es fracasar en público. Por otro lado te da la pauta de que no sos tan importante . Si te mandás una cagada o metés un gol de media cancha no le importa a nadie o le importa diez minutos. Al sacar esa densidad se te va el miedo, y cuando se te va el miedo tenés libertad, y cuando tenés libertad lo disfrutás, y cuando lo disfrutás lo disfruta otra gente.

P-¿Te preguntás por qué dibujás?

R-Sí, sí… Es porque lo hago todo el tiempo. ¡¿Qué me pasa?! Me pasó en un show con Kevin (Johansen) que pintaba un lienzo grande, como de seis metros de alto, durante tres o cuatro horas. Alguien lo filmó para verlo en un minuto y cuando me vi fue como una cosa de decir “pobre pibe, qué está haciendo”. Ves que estás haciendo algo a lo desesperado y decís “por qué necesito hacer esto”. Por otro lado, necesito hacerlo, no tengo otra opción.

“Río Negro” empezó a publicar Macanudo, la tira más conocida de Liniers, que lleva más de 14 años dibujándola. En un momento, Liniers creyó que con Macanudo le pasaría como al historietista Charles Schulz con Snoopy. “Él lo dibujó como 50 años y yo creí que iba a hacer eso, pero ya estoy viendo que… ¡ni en pedo van a ser cincuenta años! Me parece que lo que quería decir y hacer con la tira ya está todo medio dicho y hecho. No sé cuánto más hay. Pero mientras la pueda seguir disfrutando, la seguiré haciendo”, dice.

P-Llama la atención, teniendo en cuenta que te aburrís fácil de las cosas, ¿no?

R- Es que la armé de manera tal como para no aburrirme. Cuando empecé a hacer Macanudo me puse en la cabeza que valía todo. No era como Mafalda, que tiene un registro de humor muy puntual. La gente muchas veces piensa que Quino se cansó de Mafalda y a mí me da más la sensación de que se cansó del tipo de humor que podía hacer con Mafalda. Todas las tiras que él hace después son muy surrealistas y, entonces, no es tanto que se cansó del personaje, se cansó de que no podía salir del registro ese.

P- Macanudo funciona.

R-Sí, pero mismo así necesito hacer otras cosas. Si solo laburara de dibujar Macanudo me aburriría. Entonces apareció Kevin (Johansen) y ahora estoy haciendo un show de stand up con Montt. Me gusta tratar de pensar en cosas que pasan o ver qué me parece interesante subrayar. Si algo me parece raro, gracioso, siniestro o lo que sea le encuentro la vuelta en la tira.

“En un momento de mi vida resolví abandonar el plan A –trabajar, estudiar– y me dediqué al plan J, que era hacer historietas”.

Ricardo Siri, sobre cómo dejó de serlo para pasar a ser simplemente Liniers.

Desde mayo, “Río Negro” publica Macanudo, la tira más conocida de Liniers, quien lleva más de 14 años dibujándola en “La Nación”, donde llegó gracias a Maitena.

La sociedad con Kevin Johansen

Datos

“En un momento de mi vida resolví abandonar el plan A –trabajar, estudiar– y me dediqué al plan J, que era hacer historietas”.
Desde mayo, “Río Negro” publica Macanudo, la tira más conocida de Liniers, quien lleva más de 14 años dibujándola en “La Nación”, donde llegó gracias a Maitena.
P-¿Qué te dan los shows con Kevin Johansen?
R-Kevin me sacó algo que yo no hubiera hecho solito… Ni en pedo iba a decir “Bueno, me voy a subir a un escenario a pintar un mural y vamos de gira”. El tipo vio que podía darle algo al show y que lo iba a disfrutar. Subiendo las escaleras para el show pensaba: “Yo no sé hacer esto”. Yo sé dibujar y ser aparato. Pero a las dos o tres canciones te das cuenta de que estás dibujando y diciendo cosas raras. Después empecé a encontrarle el gusto, y la verdad que nadie sabe quién es arriba de un escenario hasta que está parado ahí (risas).

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