Los “colgados” le cuestan 120 millones de pesos por año a Edersa

Según los datos que maneja Edersa, en Río Negro hay 60 asentamientos donde viven alrededor de 8.000 familias. La mayoría de las viviendas de los barrios irregulares no cuenta con servicio de luz y se cuelgan del tendido eléctrico. Esto genera un peligro por la ausencia de medidas de seguridad y una importante pérdida de energía que afecta la capacidad que tiene la empresa que presta el servicio.

El municipio de Cipolletti y la empresa recién el año pasado comenzaron a regularizar algunos sectores, pero en el generar hay muy poca intervención del Estado.

No solo en los sectores populares se consume energía que no se paga. El hurto y el fraude, tanto a nivel comercial como residencial es creciente en Cipolletti y en otras localidades de Río Negro. El año pasado Edersa lanzó con fuerza un programa de prevención y control de este delito. “Hemos detectado robo de energía en comercios de los más tradicionales de la ciudad y también en viviendas particulares, de diferente nivel social y económico. Es muy importante que los usuarios entiendan que el régimen de suministro prevé que una vez detectado estos casos, la distribuidora puede emitir una factura por recupero de energía de hasta 4 años retroactivos, más recargos y penalizaciones”, explicó un fuente de la empresa.

Se estima que hay más de 4.000 familias que viven en asentamientos en Cipolletti y conectadas irregularmente a las redes eléctricas.

Según Edersa el año pasado tuvo una perdida de energía en este concepto de unos 32.000.000 kw/h por año (equivalentes a 32.000 MW/h).

Eso en términos económicos representará, de acuerdo con las proyecciones 2018, unos 120.000.000 de pesos anuales en cuanto a costo de energía y de la distribución no cobrados.

El consumo de las personas “colgadas” de la luz en tomas en la provincia representan lo mismo que toda la localidad de Fernández Oro.

En Las Perlas, donde se estiman que viven unas 15.000 personas en la actualidad, sólo unas 500 viviendas están regularizadas.

Un comienzo

Recién a fines del año pasado el municipio cipoleño y la empresa prestadora de servicio comenzaron a buscar soluciones a esta problemática. A fines del año pasado finalizó la primera etapa en zona de la toma 4 de Agosto, donde se culminó una obra eléctrica para alrededor de 120 familias y hoy se avanza en la conexión regular de los domicilios.

En este sentido, para el primer semestre de 2018 se espera hacer lo mismo en el asentamiento Juventud y Desarrollo, donde viven unas 200 familias.

La empresa sostiene que los problemas en el suministro están vinculados a esta perdida de energía y al consumo que se incrementa con las altas temperaturas.

Un técnico de Edersa aseguró que “con la ola de calor de la semana pasada y de los días que se avecinan, todos estos problemas se agravaron ya que aumentó el consumo de la toma como también de los clientes y los cables y transformadores se vieron muy sobrecargados”.

“ No hay que olvidar –añadió– que se trata de una máquina como cualquier otra y que la temperatura ambiente juega un rol importante en la refrigeración. Con temperaturas superiores a 40 grados, no se refrigeran naturalmente y el problema se acentúa”, sostuvo.

“Se trabajó de manera coordinada con el Municipio por la regularización en barrios de Las Perlas y en asentamientos cipoleños”.

Fernando Sánchez,
gerente Comercial de Edersa

Impacto

En qué invirtió

la empresa

La empresa invirtió durante el 2017 más de 12 millones de pesos en Cipolletti y Balsa Las Perlas.

Fernando Sánchez, gerente Comercial de Edersa, explicó que “durante todo 2017 y lo que va del corriente se trabajó de manera coordinada con el municipio en pos de la regularización en barrios de Las Perlas y en asentamientos cipoleños”.

“En Las Perlas tenemos regularizadas alrededor de 500 viviendas y proyectamos en los próximos días conectar unos 300 usuarios más”, añadió Sánchez.