Los curas y Larreta

En medio de esta dilatada cuarentena que todo lo trastoca, se escuchan reclamos y cuestionamientos insólitos , impropios de quienes los generan y del momento actual.

Tal vez por aquello de que “Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires” un grupo de religiosos de esa ciudad, el obispo católico Mario Poli, el rabino Gabriel Davidovich y los prelados ortodoxos griego y armenio Josiph Bosch y Pablo Hamikian, salieron a cuestionar a Horacio Rodríguez Larreta por algo que ocurre en todo el país: el cierre de los templos que, dicen, impide los servicios religiosos a los que consideran “una necesidad vital” y reclaman su apertura inmediata. Que impugnen tal medida, tomada por razones sanitarias, lo que no impide a los creyentes rezar o practicar el credo en sus casas, no habla muy en favor de la solidaridad social de que suelen jactarse. Además, acusar al jefe del gobierno porteño de un “intento de invisibilizar a Dios ”, es un cargo de imposible ejecución ya que invisibilizar algo que, como Dios una construcción ideal o ficticia, ya es invisible por naturaleza, es un mayúsculo dislate adornado con un cierto tufillo inquisitorial. Por si no alcanzara con estos desvaríos, con aires de pitonisa mística entró en escena Elisa Carrió, también apuntando contra el ya castigado Rodríguez Larreta, llamando a romper la cuarentena y que “si no se puede en los templos debe darse la comunión en las calles, porque Jesús es el que sana y cura” y remata su anatema afirmando que “el Santísimo esta secuestrado”, sin aclarar quiénes lo tienen preso.

En definitiva: el delirio místico al palo…

Carlos Segovia

DNI 7.30.065

Cipolletti


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios