Los homenajeados en la Fiesta del Chivito ya salieron a la veranada

La celebración se hace todos los años en Chos Malal, pero los pequeños productores ya viajan con sus animales rumbo a los lugares de pastoreo del verano. Recorren hasta 300 kilómetros.

La Fiesta del Chivito nació con el objetivo de homenajear al criancero trashumante del norte neuquino, la actividad ganadera que gira en torno a la crianza de los chivitos y economía de subsistencia ancestral en la región. Pero estos hombres abnegados a su trabajo y a su cultura no son los protagonistas de la fiesta, porque a esta altura del año se encuentran con sus animales rumbo a las veranadas, en una tradición que año a año marca el ritmo del Norte neuquino.

Federico Campos y Nato Bravo realizan parte del camino juntos, vienen de la zona de Curacó y Barros Negros y marchan hacia Laguna La Leche.

Sus historias son similares. Tienen el mismo medio de vida y la misma pasión por hacer un trabajo que, aunque sacrificado, es el medio de vida y subsistencia por excelencia: la crianza de chivitos.

En el alojo de los dos puentes sobre el río Curi Leuvú, Federico y Nato son visitados por familiares y amigos, entre ellos María Centeno –que tiene sus propios animales–, Víctor, Natalia y Sandra Bravo –hijos de Nato–, Carlos y Mónica Cabrera, y algunos otros que se acercan para poder comprar un chivito.

“Estoy orgullosa de mi padre”, sostiene Natalia, que junto a los dos hermanos que la acompañan y Valeria, que no estaba en ese momento, fueron criados con el trabajo de este hombre criancero, que sabe poco de descansos pero mucho de andar en la huella, de transitar la agreste geografía del norte neuquino que a veces los sorprende con lluvias, nevadas, vientos e intensos calores, según la temporada.

Asolados por años que no han sido muy buenos, los crianceros están dispuestos a continuar porque la crianza de chivitos es el único recurso con que cuentan para mantener sus hogares.

Llevan, además de chivitos, algunos yeguarizos, mientras que los vacunos fueron trasladados en camiones jaulas.

A la sequía se suman otros problemas como el zorro y el puma, dos animales que hacen estragos en los rebaños. “Hay que hacer algo urgente”, reclama Federico, quien sostiene que las pérdidas por estos animales son cuantiosas y muchas veces “perdemos toda la crianza. Es algo así como que dejaran sin sueldo a un empleado de la administración pública”, reflexiona y luego de un breve silencio termina diciendo: “Habría que ver qué hace. Para nosotros es lo mismo, nos dejan sin recursos y es volver a empezar, una y otra vez”, señala resignado.

Ambos crianceros se refieren a la importancia de “garantizar la crianza, porque de la venta de chivitos salen el forraje, la economía familiar y las compras de insumos. Es toda una cadena. Sin animales, no tenemos nada”.

En el alojo, los perros, fieles compañeros de los crianceros, cuidan los animales para que no se dispersen. Guante y Coca son de Federico; Mona, Palao y Pastora son de Nato.

En el rial, lugar donde se alojan, la fogata encendida invita a tomar unos mates, mientras llegan al alojo vecinos que quieren comprar chivitos.

Luego de acordar con los compradores, Federico monta su caballo y sale al arreo, lazo en mano para buscar un producto que satisfaga al cliente.

El dinero obtenido de la venta sirve para comprar las provisiones necesarias para continuar el viaje, que es seguido de cerca por las camionetas que acompañan los arreos –en la mayoría de los casos el recorrido supera los 300 kilómetros entre un campo y otro–.

Otro chivito es enlazado y carneado, pero esta vez es para compartir en familia y es Carlos Cabrera el encargado de realizar las faenas para que, cuando comience a anochecer, todo esté listo para compartir en familia.

Rumbo a las veranadas, en busca de las pasturas de los campos altos de la cordillera y del agua, los crianceros no dejan librado nada al azar.

En sus camionetas –“chatas” como ellos las llaman– cargan de todo un poco, incluso los chivitos que no están en condiciones de ir por la huella porque son muy pequeños y están flacos.

En la Ford 79 de Campos y la Ford 81 de Bravo, llevan parrillas, frazadas, lazos, monturas, colchones, fardos de pastos, garrafas, sogas, aperos, chiguas, morrales y provisiones tales como azúcar, yerba, harina, fideos, condimentos y grasa, entre otros productos.

La Fiesta del Chivito encuentra a los crianceros rumbo a las veranadas, que se desarrollan en los departamentos Minas y Ñorquín, pero el chivito, el recurso genuino por excelencia, es la verdadera vedete de la fiesta y tanto lugareños como turistas buscan poder degustar este exquisito producto tan identificado con el norte neuquino.

En plena fiesta, los asadores preparan los animales.

Florencia Salto

Con sus pertenencias a cuestas, los crianceros trasladan a sus animales por cientos de kilómetros.

Fotos juan parada

El programa de la Fiesta para hoy

DESTREZAS CRIOLLAS:

8:3O. Desfile gaucho desde Gendarmería Nacional hasta el predio ferial de la fiesta.

11:30. Competencia de emprendados.

12. Corrida de la sortija.

14:30. Tirada de riendas para mayores.

16:30. Desafío en la categoría clina.

ESCENARIO MAYOR:

20. Presentación de las candidatas a Buena Moza, cuya elección se realizará mañana.

20:30 a 22. Agrupación Folclórica Corral Amarillo; Sandra Núñez; Cantoras populares Ester Castillo, Marta Barros, Rosa Espinoza, Floriza Pardo, Ramona Vázquez y Silvia Canales.

22. Acto oficial de bienvenida a la 12ª Fiesta Nacional del Chivito, la Danza y la Canción, con la presencia del intendente Hugo Gutiérrez.

22:15 a 23. Ballet Municipal; Los Guagliardo y Julio Parada; Guillermo Quiroz.

23:30. Los Nocheros.

Desde la 1. Agrupación Picún Purrifes; Luis Figueroa; Agrupación Centenario; Los Nietos del Viento; Claudio Castillo; Eclipse y su Fuerza Ranchera.

Los números

Otras opciones para visitar
en Chos Malal

Un festejo con mucho público y expectativas cubiertas

La Fiesta Nacional del Chivito, la Danza y la Canción genera muchas expectativas: la capacidad hotelera está al 100%, hay particulares que alquilaron sus casas, turistas que se encuentran en el camping y vecinos habilitaron predios cercanos a la fiesta para el acampe.

Se vendieron 7.000 entradas anticipadas y el chivito podrá ser comprado en el predio acompañado por ensalada y pan a un costo de $ 2.340 y también se cuenta con la opción de poder adquirir la mitad o un cuarto. El evento pretende convertirse en un importante ingreso de divisas para la economía local. Las entradas anticipadas se vendieron a $ 500 el bono de tres días, mientras que durante la fiesta la misma tendrá un costo diario de $ 250 por persona.

La capacidad hotelera está completa y hay vecinos que alquilaron sus viviendas. También está disponible el camping municipal y vecinos cuyos predios se encuentran en inmediaciones de la fiesta habilitaron espacios para el acampe.

Los pasajes en transporte de larga distancia están agotados y se evaluaba colocar refuerzos en los distintos horarios para que la gente pueda llegar a la fiesta.

El chivito podrá ser consumido en la globa de la Corporación de Desarrollo de la Cuenca del Curi Leuvú (Cordecc). Si uno no desea comprar un chivito entero, podrá ser adquirir la mitad a un costo de $ 1.170 o el cuarto a $ 585, siempre acompañado de pan y ensalada. La Cordecc faenó 1.400 chivitos que se encuentran en el camión térmico listos para ser asados durante las tres jornadas.

En el predio de la fiesta se pueden visitar los stand de comidas típicas, artesanías y productos regionales, entre ellos el de fibras naturales de cashmere, llama, guanaco y lana de merino.

Datos

$ 2.340
es el valor por el que se puede comprar un chivito entero, acompañado de ensalada y pan, en el predio de la Fiesta.
$ 250
cuesta la entrada al predio de la fiesta por persona para cada jornada.
$ 50
es el costo del camping por persona por día, lo mismo que la carpa y el auto.
Motorhome o camioneta deberán pagar $ 100.
La localidad ofrece al turista la posibilidad de visitar dos espacios culturales durante el fin de semana: la muestra “De Ernesto al Che, un viaje” en el Centro Cultural del Norte Neuquino y la Casa de Dewey, el antiguo almacén de ramos generales con valiosos objetos históricos y culturales locales.
La exposición fotográfica sobre la vida de Ernesto Guevara consta de 35 fotografías, entre ellas instantáneas de la infancia del Che, de su juventud y hasta un registro de su paso por el Neuquén. Incluso está expuesta “La Poderosa”, la réplica más fiel de la moto con que atravesó suelo rionegrino y neuquino. La muestra puede verse todos los días de 8 a 22.
En tanto, en el Almacén de Ramos Generales Enrique Dewey, que fue construido entre los años 1894 y 1903, se pueden apreciar revistas de moda, diarios, catálogos, vajillas, latas donde se almacenaban las galletitas, damajuanas, almanaques, patentes de automóviles –tal vez las primeras de la región–, elementos para la elaboración de manteca, hornos, un lavarropas muy particular de aquellos años y hasta una antigua radio. Está abierto todos los días de 10 a 13 y de 17 a 20 horas.

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