Los jardines privados se quedaron sin ingresos y tienen problemas para subsistir

Cuando comenzaron las medidas de aislamiento por el coronavirus, los jardines privados debieron cerrar sus puertas. La incertidumbre crece en estos espacios educativos que han dejado de percibir la cuota familiar: el principal ingreso de la actividad.

Xenia Pérez, responsable del Jardín “Cuiqui” de Cipolletti dijo que desde hace un mes no concurre al lugar. Es la primera vez en 27 años que algo así le sucede. “Es bastante difícil esta situación”, mencionó.

Verónica Martín del jardín “Surquitos” de Neuquén, detalló que en abril perdieron un 20 por ciento de la matrícula y que “sólo nos sostienen las familias que siguen aportando”. Sin embargo, mencionó que los padres plantean que no saben qué van a hacer en los próximos meses.

Se trata de monotibutistas y comerciantes que no están percibiendo ingresos; o trabajadores en relación de dependencia que han cobrado sólo una parte de su salario.

Fernanda Machado, del jardín “Entre Mimos” de la capital neuquina mencionó que en este mes muchos padres no pudieron pagar la cuota y que otros solicitaron la baja. Además tuvieron padres que “ni siquiera se comunicaron”.  

Por necesidad de tener que trabajar, los padres y madres que realizan servicios esenciales –como los trabajadores de la salud- deben contratar una niñera y no pueden solventar ambos costos.

Machado señaló que el jardín decidió dejar pasar el tiempo y no presionar a los padres por el pago de la cuota. En la misma sintonía, Xenia Pérez privilegió “conservar los vínculos”, y decidir con mucha delicadeza durante esta situación “muy inesperada”. Afirmó que el vínculo que la une con los padres es otro “no lo económico”.

La dueña de “Entre Mimos” expresó que su principal temor será lo que suceda en los próximos meses. “En julio viene el aguinaldo”, y puntualizó que durante el año “vamos ahorrando” para cubrir el sueldo complementario.

Machado pudo pagar la totalidad de los sueldos de un plantel de 12 empleados. Argumentó que para poder cubrir ese costo, postergaron el pago de los impuestos. Verónica Martín analizó: “Si esto se extiende hasta agosto vamos a volver con la mitad de la matrícula o menos”.

En «Surquitos» trabajan 16 personas entre docentes y auxiliares. En abril se pudo acreditar la totalidad de los haberes. En el caso de Xenia Perez “Cuiqui” no pudo depositar su totalidad .

Otra de las problemáticas que pone en riesgo la continuidad de la actividad es que la mayoría de los administradores de jardines no son propietarios de los inmuebles donde desarrollan las actividades educativas. Verónica Martín advirtió que las inmobiliarias hicieron caso omiso a las últimas reglamentaciones establecidas. Machado declaró que tuvieron que pagar el alquiler del mes completo.

El alquiler de estos espacios en la zona centro de Neuquén cuesta alrededor de 70 mil pesos mensuales.

Verónica Martín explicó que el Estado provincial, como garante de la educación de un niño desde los 45 días hasta los tres años, no sostiene la situación. “Necesitamos el apoyo”, enfatizó. 

“En 27 años no necesitamos ayuda del Estado, en este momento es imprescindible”, agregó Xenia Pérez. Ella advirtió que la línea de crédito del Gobierno nacional todavía es un anuncio.

Martín detalló que los créditos ofrecidos no son de fácil acceso. Contó que presentaron una serie de documentación para cumplir con los requisitos para saber si califican. Agregó que el tipo de préstamo no alcanza para este tipo de actividad. También puntualizó que las excepciones que otorga la AFIP, alivia los gastos por un tiempo determinado, pero cuando se inicien las clases, deberán tributar esa cantidad con menores ingresos.

“Nuestra actividad se genera a partir de la necesidad de los padres como espacio de contención durante el proceso de la actividad productiva”, dijo Pérez.  “Hay sobrados motivos para que nos salven en este momento”, afirmó .