Los policías no respondieron a las preguntas clave

Declararon, pero dejaron cuestiones sin respuesta.

NEUQUEN (AN)- Los cuatro policías presos por el ataque a balazos contra el obrero Pedro Alveal cambiaron de estrategia y aceptaron declarar, pero no rompieron por completo el silencio ya que se negaron a contestar las preguntas más comprometedoras. El lunes podrían ser procesados por el juez Roberto Abelleira.

Los policías declararon por primera vez el martes y miércoles pasados (el día que los detuvieron se abstuvieron), e hicieron un descargo parcial ya que algunos de ellos se negaron a contestar ciertas preguntas. Están acusados de «lesiones graves doblemente calificadas, por alevosía y por empleo de arma de fuego», siguen detenidos y son oficial inspector Alfredo Cortínez, cabo primero Osvaldo Fornara, agente Néstor Gatica y agente Elías Cifuentes. Los cuatro aparecen en una filmación hecha por la agencia independiente Nuevo Aire, que registró la violenta detención de Alveal en la manifestación del 25 de noviembre pasado en contra de la tarjeta solidaria. En esa ocasión el joven de 20 años recibió 65 perdigones de goma, 43 de ellos en el torso y cabeza, y perdió la visión de su ojo izquierdo.

Según trascendió de fuentes judiciales, uno de los descargos más amplios lo efectuó el oficial Cortínez. Se trata de un efectivo del grupo especial Despo que imparte clases de tiro, «y demostró que tiene un amplio conocimiento sobre el uso de las armas y su poder de fuego, algo que no ocurrió con los demás imputados», indicó una fuente.

Cortínez le manifestó al juez que no disparó su escopeta. La filmación parece corroborarlo, aunque hay testigos que aseguran haberlo visto accionar su arma.

En la escena se puede apreciar que Alveal corre en actitud de escapar de una camioneta carrozada, varios policías en moto le salen al cruce y lo persiguen disparando sus escopetas. Todos le apuntan a la cabeza. En el video se escuchan 15 detonaciones, cada una representa el disparo de un proyectil cargado con 8 a 10 perdigones de goma. Cortínez no es uno de los motoristas, está en un móvil de la Despo estacionado sobre esa calle hacia el cual corre Alveal sin saberlo. Los otros efectivos gritan «arma de fuego», porque piensan que Alveal porta una pistola. Cortínez lo ve venir, le mira las manos, pero el joven las lleva ocultas en su cabellera. Da la impresión de que se está protegiendo la cabeza de un furioso enjambre de abejas; son las balas de goma que le disparan desde todos lados.

El oficial le sale al cruce al obrero ceramista y lo detiene con una brutal patada en el pecho, que también está registrada en una fotografía que publicó este diario. (Durante la indagatoria el policía repitió el movimiento ante el juez: de pie: flexionó la pierna hasta poner la rodilla a la altura de su pecho y la estiró bruscamente hacia adelante). Contra ese ariete choca el ya malherido Alveal, y cae. En seguida llegan los camaradas de Cortínez para reducir con violencia al ceramista. Que estaba desarmado.

A los imputados les hicieron una pregunta clave: ¿tenían órdenes de arrestar a los manifestantes, o sólo disuadirlos? Cortínez fue el único que respondió: «la orden era disuadirlos».

Un comisario involucrado

NEUQUEN (AN)- Un comisario quedó imputado en la falta de atención médica que sufrió Pedro Alveal mientras estuvo deambulando por las comisarías. Es el oficial de más alta graduación involucrado en la causa, aunque no está detenido.

Según trascendió ayer se trata de un comisario de apellido Díaz que estaba a cargo de la comisaría 18 en el momento de los incidentes. Se llegó a él a través de otros policías que fueron acusados de no prestarle asistencia médica al herido, pese a la gravedad de su estado. Alveal fue subido a un móvil policial sangrando profusamente. De allí lo llevaron a la comisaría 18 donde estuvo tres horas, y el oficial de servicio ese día, de apellido Canales, habría arrojado la responsabilidad sobre su superior directo, el comisario Díaz. Incluso habría señalado que su jefe conversó con el obrero que perdió un ojo como consecuencia de los balazos de goma que recibió.

Este alto oficial fue citado ayer a indagatoria, pero se desconoce el tenor de su declaración.

El lunes, el juez Roberto Abelleira también resolverá la situación procesal de una media docena de efectivos policiales que están acusados de «vejaciones».

Por otro lado, avanza una causa paralela en la que se investiga la responsabilidad de los jefes que impartieron órdenes en el escenario del hecho. En ese expediente, que se tramita en la fiscalía de Delitos Complejos, están involucrados el subjefe de la Policía, Julio Trepat, y el superintendente de Seguridad, Simón Peña. El fiscal Alejandro Cabral sigue reuniendo testimonios y resultados de diversas pericias, pero todavía no solicitó ningún pedido de indagatoria.


Exit mobile version