Los secretos del reloj más antiguo de la capital

Funciona con un péndulo y nunca se rompió.

Matías Subat

NEUQUÉN (AN).- El reloj más antiguo de la ciudad está en Casa de Gobierno y tiene más de cien años. Nunca se rompió, cada vez que se detuvo fue sólo para reemplazar alguna pieza desgastada por el uso o para realizar tareas de limpieza. Cada lunes y viernes un trabajador de la gobernación le da cuerda para que nunca se detenga. La historia oficial cuenta que el reloj a péndulo JF Weule fue traído de Alemania en 1909, un año después de que comenzara a construirse el emblemático edificio de la entonces Jefatura de Policía de Neuquén, donde actualmente funciona la administración central del gobierno provincial. Pero existe otra historia, esa que fue contada de boca en boca pero en secreto y que a lo largo de los años quedó instalada en el colectivo imaginario. Cuentan que el famoso reloj en realidad fue sacado de la gobernación en Chos Malal y traído junto a las piedras que hoy decoran los pisos de los dos patios del edificio de Roca y La Rioja. Sea cual sea la versión original, la verdad es que el reloj recién se puso en marcha en 1924 cuando finalmente se concluyó con la construcción al estilo fortaleza de la jefatura de policía. El entonces jefe de la fuerza, Adalberto Staub vino a Neuquén en 1908 y le ceden la primera ala de la manzana 39, lo que hoy es la esquina de Roca y La Rioja. Los efectivos policiales eran todos albañiles o carpinteros y por esto fueron instruidos por Staub a erigir el emblemático edificio. Mientras tanto en la actual plaza Roca se organizaron kermeses para juntar fondos para adquirir el costoso reloj alemán. Como se contaba con luz eléctrica, el motor de una vieja cosechadora hacía las veces de alumbrado público. En 1924 el reloj dio sus primeras campanadas y continua haciéndolo en la actualidad. Solo se detuvo cuando un engranaje fue necesario reemplazar o para limpiarlo. Su mecanismo perfecto marca la horas exacta y la media hora, gracias a una campana que se instaló en la parte superior de la torre que da a la plaza. Carlos Rodríguez es el coordinador de las visitas guiadas que se realizan por Casa de Gobierno. Cuando le asignaron el puesto, subió una escalera caracol hasta el techo y luego dos más estrechas hasta la torre para conocer el famoso reloj. Fue un día cualquiera de trabajo hace seis años, pero desde ese mismo día es el encargado de darle cuerda todos los lunes y todos los viernes, para que jamás se detenga. Dos pesas Dar vuelta a las manivelas levanta dos pesas, una del reloj y otra de la campana. Una vez colocadas las pesas en la parte superior de la torre, cada vez que el reloj marca la hora van bajando. Este proceso tarda cuatro días, por eso es imprescindible darle cuerda el viernes para que no se detenga durante el fin de semana. El objetivo de la campana era que en todas partes del pueblo, todos los habitantes se esteraran qué hora era y para esto el sonido y volumen de la campana era primordial. Pero para los gobernadores que tenían su despacho debajo del a torre, era un verdadero dolor de cabeza. Es por esto que se le colocó un pequeño hierro en la parte superior de la campana para evitar que vibre demasiado y por consiguiente suene más bajo.


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