Los siete bomberos de Choele que hacen la cuarentena en el cuartel

Para no exponer a sus familias al riesgo de contagio, decidieron pasar este tiempo de aislamiento, todos juntos, en su lugar de trabajo. Allí instalaron su “segunda casa” y conviven mientras prestan sus servicios a la comunidad.

Jorge Tanos

rcolorado@rionegro.com.ar

En medio de la pandemia, surgen actos de entrega por los demás que conmueven.
Por caso, en Choele Choel, una de las ciudades de Río Negro con más casos positivos de Covid-19, siete bomberos voluntarios decidieron auto aislarse para evitar que sus familias corran riesgos de contagio de coronavirus.

Hasta la semana pasada, habían trabajado en cinco incendios en distintos lugares de la localidad, y habían colaborado en los controles de aislamiento junto a policías e inspectores municipales.

El trabajo fuera de casa, las noticias sobre la circulación comunitaria del virus y el temor a llevarlo a sus propias casas, los hizo tomar una decisión: aislarse hasta el último día que dure la emergencia.

Héctor, Luis, Alfredo, Lautaro, Jonathan, Tomás, y Santiago decidieron desde ese día que el cuartel sería su casa para no exponer a sus familias al riesgo de contagio.


Tras tomar esta determinación, primero pidieron autorización a las autoridades de bomberos y luego a sus respectivos trabajos, dado que muchos de ellos se desempeñan en otras actividades. Sus empleadores no se negaron; por el contrario apoyaron esta medida solidaria.

Los hombres, entre los que hay empleados, un estudiante, un panadero, un albañil, un guardavida se conocen de compartir la vida del bombero desde hace más de 6 años en algunos casos y hasta 18 años, en otros.

El segundo hogar


Si bien tienen una cuadra donde pueden dormir, se tuvieron que acomodar como si se tratara de un segundo hogar. De hecho hasta se hicieron de un lavarropas y se van turnando para cocinar.

Desde ese momento, y cada día, se comunican vía celular, a través de las videollamadas con sus hijos y familiares.

Durante este aislamiento, siguen trabajando si es necesario: asisten a incendios, accidentes, etcétera.

En muchas ocasiones, el distanciamiento con los seres queridos hizo emocionar a más de uno del grupo: afloraron lágrimas durante las videos llamadas y hasta un “te quiero mucho” se sintió con voz cortada. Otros renovaron sus fuerzas apoyándose en el grupo.


Al principio, la organización fue algo improvisado. Pero con el correr de las horas “la nueva casa” comenzó a tener un orden, y hasta se respeta el turno a la hora de cocinar.

El otro infaltable de la nueva rutina que los unió en medio de la pandemia son las guitarreadas que hacen más entretenida la sobremesa.


Cuando comenzaron con esta convivencia, el tema del lavado de la ropa era un problema. Al principio mandaban las mudas a sus familias, pero luego “llegó” un lavadoras al cuartel y el problema quedó solucionado.

Roberto David Cartolano, actual jefe en Choele Choel , se mostró orgulloso del personal que tiene actualmente a su cargo. “Como jefe de estos muchachos me hacen sentir orgulloso, y la decisión que tomaron muestra la valentía, la responsabilidad y el compromiso con la que han tomado ante esta pandemia. Ellos dejaron a su familia para protegerlas y siguen estando al servicio de la comunidad para cuando lo necesiten. Lo que están haciendo es en pos de la sociedad porque siguen estando al servicio las 24 horas.”

¿Quiénes son?


Sargento Héctor Ariel Arriagada, 31 años, panadero.
Cabo Luis Alfredo Vilches Carrasco, 30 años, guardavida-estudiante.
Bombero Lautaro Nahuel Fuentes. 19 años, estudiantes.
Bombero, Julio César Gual, 28 años, empleado.
Cabo, Jonathan Alejandro Parra, 28 años, albañil.
Bombero, Tomas Ismael Tscherig, 31 años, estudiante.
Cabo 1º, Santiago Andrés Victoriano. 44 años, empleado.


Jorge Tanos

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora