Los turistas prefieren alojarse cerca de las pistas del Catedral

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Las hosterías, cabañas y hoteles aledaños al centro de esquí cerro Catedral registran una ocupación promedio del 80 por ciento. Algunos inclusive están totalmente completos. Por el contrario, en esta ciudad y sus alrededores la ocupación no llega aún al 50 por ciento.

Este contraste parecería indicar que numerosos esquiadores prefieren alojarse junto a las pistas y vacacionar en el centro invernal. Ayer los principales establecimientos del Catedral aseguraron tener todas las habitaciones ocupadas. Los hoteles Pire Hue, Punta Cóndor y Hostería del Cerro estaban completos y el Club Hotel Catedral informó trabajar al 80 por ciento. También superaban el 60 por ciento otros 3 establecimientos hoteleros.

En el hotel Pire Hué se hospedó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, el que arribó el sábado por la tarde y regresó ayer a Buenos Aires en compañía de su esposa. Ruckauf evitó el diálogo con la prensa y vio el partido de fútbol que coronó campeón mundial al seleccionado argentino Sub 20 en el hotel. No pudo esquiar y dijo que mañana (por hoy) no concurrirá a Tucumán, donde se llevará a cabo el acto oficial por el 9 de Julio (ver pág. 22).

En general los empresarios del cerro son optimistas con la temporada. Ariel Murtagh, de hotel Punta Cóndor, categoría 4 estrellas, dijo que tienen un volumen de reservas similar a los años anteriores. «Lo que sucedió este año es que la mayoría confirmó su viaje en los últimos días», dijo.

El empresario reconoció que hay mucha menos demanda en el segmento más económico de los alojamientos. Explicó que también administra el refugio Knapp, categoría 1 estrella, con 50 camas, el cual prácticamente no tiene reservas. Opina que la temporada será un fiel reflejo de la situación económica de la Argentina y que la merma se sentirá principalmente en los servicios de menor precio.

Similares conceptos vertió Cristina Hardt, de la Hostería del Cerro, con 30 departamentos y 240 plazas, que aseguró tener reservas confirmadas hasta fines de setiembre. Recordó que la hostería que administra es la única de villa Catedral que trabaja durante todo el año.

Por su parte el Club Hotel Catedral es el que mayor cantidad de plazas tiene. Dispone de 4 módulos con departamentos y 350 camas en el hotel. Ayer tenía el 90 % de los cuartos del hotel completos y la mitad de sus departamentos.

En su conjunto Catedral orilla las 1.600 camas, un 10 por ciento de lo que tiene Bariloche y sus alrededores. «Aquí se alojan básicamente los turistas esquiadores, los cuales permiten que en temporada la capacidad este completa», aseguraron desde la Asociación Empresarial del Area Catedral.

Espectáculos en la nieve

Por quinto año consecutivo la empresa Telefónica participa en forma activa en la temporada invernal del cerro Catedral. La firma posee dos vistosas cabañas de troncos y madera ubicadas una en el edificio Carlos Oertle, en la base de la montaña, y la otra en la cota de 1.600 metros, junto a la estación superior de la aerosilla séxtuple de Catedral Alta Patagonia.

En ambas cabañas hay computadoras de uso público, con acceso libre a Internet. También cada una cuenta con una sala exclusiva para los periodistas que trabajan en la montaña y pueden usar sus instalaciones para hablar por teléfono y utilizar los sistemas de computación. Verónica Vañek, de «MP&N Comunicación» explicó que Telefónica auspicia el equipo argentino de Demostradores, formado por una veintena de los mejores instructores de esquí del país.

Para los amantes del 4×4 se ha diseñado el «Test Drive 4×4», sobre dos circuitos aledaños al centro invernal. Diariamente los interesados podrán probar las camionetas Ford, doble tracción, que dispone la empresa. «Los días 13, 14 y 15 de julio estarán en Catedral Walter Hernández y Miguel Ponce de León, pilotos Ford-Telefónica, que lideran el campeonato argentino de TC 2000.

Otra de las atracciones del invierno promete ser el «Telefónica Acrobatic Ski Show 2001», el que tendrá lugar en las inmediaciones de la cabaña superior, entre el 23 y 29 de julio. (AB)

Hoy termina la Fiesta de las Colectividades

Hoy la XXII Fiesta de las Colectividades Europeo-Argentinas entra en su última noche de festejo. A las 19 y 30 se abrirán las puertas del gimnasio Pedro Estremador y a partir de las 20 se presentarán en el escenario mayor los conjuntos de baile de las colectividades participantes.

Hubiera sido extrañísima esta celebración hace 100 años, cuando más de la mitad de la población argentina acababa de descender de los barcos provenientes del Viejo Mundo. Pero las tradiciones supieron mantenerse en la diáspora y hoy, a la Fiesta de las Colectividades, acuden miles de argentinos con sano afán y curiosidad por las costumbres y tradiciones de sus vecinos, europeos o descendientes.

Algunos de esos gringos llegaron con la intención de regresar a su tierra con los legendarios «pesos fuertes», pero la mayoría se quedó para siempre, y merced al esfuerzo, ahorro y sacrificio hicieron historia en la Argentina.

Persiguiendo un sueño, la fortuna, el ideal de su ambición o un proyecto de vida, muchos extranjeros llegaron a este rincón patagónico y fomentaron el progreso y su grandeza, en tiempos en que los transportes y las comunicaciones eran casi inexistentes. Ahora, una vez por año, los gringos se divierten y comparten sus costumbres y alegría.

A lo largo de 22 ediciones la fiesta fue evolucionando y logró identidad propia.

Cuenta con un logo identificatorio y también una canción, convertida en «himno» de la fiesta.

«Argentina es nuestro hogar» se canta cada año en la ceremonia de clausura, un momento emotivo en el cual los presentes prometen encontrarse al año siguiente. La canción se presentó por primera vez en el gimnasio Don Bosco, en 1981 y fue cantada por el grupo croata de Buenos Aires.

En 1988 se realizó la presentación del logo oficial de la fiesta, conformado por dos golondrinas que vuelan del roble al laurel, con las palabras «Fiesta de las Colectividades Europeo-Argentinas».

En 1989, debido a la crisis económica por la que atravesaba el país, la fiesta fue cancelada. Fue el único año en el cual no se realizó.

Volvió con renovados bríos en 1990, con la XI edición y 4 noches de fiesta, con las 11 colectividades firmemente integradas a un objetivo común: trabajar para que cada año la fiesta salga mejor.

En la década del noventa la fiesta se consolidó y hoy cada una de las once colectividades participantes tiene su cuerpo de baile. (AB)