Marzo, clave para el futuro de Macri

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Consolidar el espacio antes de dar el salto con un acto masivo. Es la razón que más se escucha entre los que conviven en la Alternativa Federal peronista –incluido Miguel Pichetto– sobre las razones que llevaron a dar de baja el encuentro convocado para el miércoles próximo en el predio de Costa Salguero, escenario de la cumbre del G20. Habrá sí reunión a puertas cerradas, con foto, en la Casa de Córdoba en Buenos Aires. El desafío es sumar algún otro gobernador (el santiagueño Zamora) a la lista de los nueve que se juntaron un mes atrás en la Casa de Entre Ríos. ¿También a Alberto Weretilneck? “Tenemos una excelente relación con quienes integran ese espacio. Lo analizaremos en el futuro”, dijo el gobernador de Río Negro cuando se lo consultó desde esta columna. Sin embargo, uno de los fundadores del grupo, Juan Schiaretti, apostaría a acercar a otro rionegrino: Martín Soria.

Los dueños del PJ están detrás de un reto parecido: la mesa política convocó a todos los gobernadores peronistas al congreso partidario del 22 de febrero con el objetivo de definir la política de alianzas. “Nadie podrá decir que no fue invitado”, dijo el titular del PJ José Luis Gioja, diputado y ex gobernador de San Juan. La vocación frentista del peronismo será expresada mediante un denominador conocido: Frente para la Victoria.

Esos dos espacios que disputarán la hegemonía de Macri empezarán a definir sus candidaturas en marzo. Por el momento irreconciliables, esta semana han hecho sin embargo un nuevo movimiento táctico para socavar al oficialismo: aprobaron en el Senado el nombramiento como juez federal de Santiago del Estero de Sebastián Argibay, impugnado por Elisa Carrió por supuesta connivencia con el narcotráfico en esa provincia. El pliego había sido enviado por el Ejecutivo, que a pedido de Carrió le retiró finalmente el apoyo. Si el golpe no se escuchó es porque la doctora Carrió habrá preferido no amplificarlo. No es el primero que la tiene como blanco: en octubre, peronistas kirchneristas y no kirchneristas impidieron que Carrió asumiera la presidencia de la comisión bicameral de control del Ministerio Público. Debió resignarla.

Tampoco es la primera vez que el peronismo confluye para neutralizar una movida del oficialismo. Semanas atrás se unió en Diputados y le arrebató un representante en el Consejo de la Magistratura. Impidió así que el oficialismo lograra la mayoría de dos tercios en el organismo que juzga y remueve a los jueces. No es casual: si hay un interés común, no ideológico, en ese conglomerado peronista, está en el ámbito de la Justicia. Un factor de unidad.

Los tribunales federales siguen siendo un ámbito indescifrable. Amado Boudou fue beneficiado el miércoles con la excarcelación por la misma corte que lo había condenado por el caso Ciccone. Bastó con que ese tribunal cambiara su composición para que cambiara además de criterio. Ya no hay presos por el intento de apropiación de la imprenta que fabricaba billetes. La sala IV de la Cámara de Casación se había pronunciado en agosto en contra de la excarcelación de Boudou. El jueves rechazó un planteo de recusación presentado por la defensa del exvicepresidente y empezó la cuenta regresiva para que se pronuncie sobre su condena. No debería sorprender que Boudou regrese a la cárcel en marzo.

Nada cambia el pesimismo que domina algunos espíritus del gobierno sobre el comportamiento de la Justicia. “Diciembre es el mes perfecto para los estropicios que nadie ve y que a nadie importan”, se escuchó en un despacho oficial. A la excarcelación de Boudou se suma la convicción de que la Cámara federal establecerá un orden “salomónico” en la causa de los cuadernos tramitada por el juez Bonadio que no dejará a nadie conforme. Algunos empresarios aguardan ese pronunciamiento con ansiedad.

La indagatoria al hermano del presidente en esa causa, sumada a la actual aversión por los mercados emergentes y la fragilidad argentina, agrega más incertidumbre política sobre las elecciones presidenciales. En muchos sentidos, marzo será un mes clave para el futuro de Macri.

¿También Weretilneck? Uno de los gobernadores de la Alternativa Federal, Juan Schiaretti, apostaría en cambio a acercar a otro rionegrino: Martín Soria

Son por el momento sectores irreconciliables. Pero si existe un interés común, no ideológico, en ese conglomerado peronista, está en el ámbito de la Justicia

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