Mentiras verdaderas

La actividad favorita de los estadounidenses el día de San Valentín es salir a cenar y ver una película. Por eso, allí suelen rodar películas especialmente para esas fechas. Películas románticas, por supuesto. Una de ellas llegó ayer a la Argentina y a los Village Cines de Neuquén, ajena al calendario. Se trata de la comedia “Una esposa de mentira” . La película cuenta las aventuras de Danny (Adam Sandler), un exitoso cirujano plástico que se hace pasar por un infeliz hombre casado con el fin de conquistar mujeres. Sin embargo, al conocer a Palmer Dodger (Brooklyn Decker), la supuesta mujer de sus sueños, decide ser sincero y evita dicho método de seducción. Al poco tiempo de comenzar el romance, Palmer se topa con el anillo de matrimonio que Danny usaba para sus devaneos. Al verse cuestionado, el médico decide mentirle y le dice que está tramitando sus papeles de divorcio. Así son las cosas. Lo que en principio luce como una mentira blanca se convierte en una sarta de engaños. Tantos, que Katherine (Jennifer Aniston), la administradora de la oficina de Danny, se hace pasar por su ex esposa y los hijos de ella entran a formar parte de toda esta farsa. Al final todos terminan en un viaje rumbo a Hawai que cambiará radicalmente sus vidas. El filme cuenta además con la participación de otras estrellas: Nicole Kidman y el músico Dave Mattews, además de la actuación especial de Heidi Montag, del reality de televisión “The Hills”. Es la enésima incursión en una comedia ligera y romántica con giros poco creíbles de Jennifer Aniston, que ha sabido explotar su imagen atractiva para seguir manteniendo activa su carrera en Hollywood. Su trayectoria, de hecho, le ha servido para lograr este año una nominación a la peor actriz del año o los llamados premios Razzie, que se otorgan como contrapartida a los Oscar de la Academia de Hollywood. “¿Cómo pudo una madre soltera como Katherine, que intenta subsistir y mantener a sus hijos, verse enredada en el disparatado plan de Danny? Ella se ve superada por él –contó Aniston–. Trabajan juntos y tienen una gran relación: ella cree que él es gracioso y él obviamente la quiere y, aunque él le miente a todo el mundo, a ella siempre le dice la verdad. Ella es la única que sabe cómo es él en realidad”, afirmó Aniston. Una de las actuaciones más esperadas en esta película es la de Nicole Kidman, poco proclive a aceptar papeles cómicos. “No soy comediante, por lo cual hacer algo así fue muy nuevo para mí”, afirmó la actriz australiana de 43 años. Kidman contó que fue el propio Sandler quien le ofreció el papel de Devlin, una mujer –según la actriz– que “es muy ostentosa y competitiva y eso la convierte en malvada. Todo nace de una gran inseguridad”, aseveró. Sandler “me llamó y me dijo: ‘Mira, tengo un papel muy gracioso, ¿quieres hacerlo?’. Siempre me encantaron sus películas, trabajé con él en “Saturday Night Live”, hace 20 años, y pensé que sería maravilloso, así que me encantó la propuesta. Me gusta hacer comedia, pero no me ofrecen papeles así muy seguido”. Sandler, en cambio, no navega por aguas de grandes galardones sino por las de la comedia simplona y para masas que sólo pretende entretener y, de paso, recaudar millones en las taquillas. El resultado es otra comedia “made in Hollywood” sin mucha enjundia pero con ganas de hacer disfrutar a la gente. Y tiene opciones para lograrlo.