Cejaplastia: El procedimiento estético que corrige las cejas caídas
Mismo rostro, nueva mirada. Este tratamiento no solo devuelve frescura al rostro sino que, en algunos casos, mejora el campo visual.
La mirada es uno de los rasgos más expresivos del rostro. Con el paso del tiempo, los cambios en la piel, la acción de la gravedad y la pérdida de la elasticidad pueden provocar que las cejas desciendan. Y la mirada empieza a reflejar un aspecto de cansancio, tristeza o envejecimiento prematuro. En algunos casos puede llegar a interferir en el campo visual.
La doctora Sin, Moon Young Rosa, del Servicio de Oftalmología del Hospital Italiano de Buenos Aires, nos explica en qué consiste esta nueva técnica que corrige el descenso de las cejas, que se hace en menos de una hora y con anestesia local. “Una de las soluciones más efectivas y duraderas para este problema es la Cejaplastia directa. Se trata de una cirugía menor que reposiciona la ceja en una ubicación más armónica y natural. El procedimiento se realiza habitualmente con anestesia local y de manera ambulatoria. La duración promedio es de entre 45 y 60 minutos. El cirujano realiza una incisión muy precisa justo por encima de la ceja, retirando el exceso de piel y tejido, lo que permite elevar la ceja y devolver frescura a la mirada. De esta manera, se logra levantarla sin necesidad de cirugías más extensas en la frente”, describe la especialista.
Con esta cirugía pueden beneficiarse las personas que presentan caída marcada de las cejas, ya sea por envejecimiento, por factores genéticos o como consecuencia de enfermedades neurológicas. Es también una opción en quienes buscan una solución definitiva en lugar de procedimientos temporales como el uso de la toxina botulínica o hilos tensores.
Este fenómeno no es solo una cuestión estética: en muchos casos mejora la función visual y la calidad de vida. “Devolver la ceja a su posición natural permite que el rostro recupere expresividad, luminosidad y juventud, reflejando por fuera la vitalidad que la persona siente por dentro”, puntualiza.
Como en toda cirugía, existen riesgos: cicatrización visible y pequeños hematomas o asimetrías. Sin embargo, con un adecuado cuidado postoperatorio, aseguran los expertos que los resultados suelen ser altamente satisfactorios. Según la doctora del Hospital Italiano, “hoy en día, gracias a las técnicas de sutura fina y a los avances en la cicatrización, la cicatriz suele pasar inadvertida y disimulada con los pelos de la ceja. Como en toda intervención, es fundamental una valoración previa con un oftalmólogo, especializado en Oculoplastia”.
Está indicada cuando la caída afecta el campo visual, cuando la ceja está descendida y genera un aspecto cansado, y en aquellas personas que buscan una solución localizada sin recurrir a técnicas más invasivas.
Entre sus ventajas se destacan que es un procedimiento relativamente corto y seguro, con una recuperación rápida, que aporta una mejora estética y, en algunos casos, también funcional al ampliar el campo visual.
La mirada es uno de los rasgos más expresivos del rostro. Con el paso del tiempo, los cambios en la piel, la acción de la gravedad y la pérdida de la elasticidad pueden provocar que las cejas desciendan. Y la mirada empieza a reflejar un aspecto de cansancio, tristeza o envejecimiento prematuro. En algunos casos puede llegar a interferir en el campo visual.
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