Mónica, reina con inquietudes sociales

CIPOLLETTI (AC).- Con tres conceptos demostró que no es sólo una cara bonita con cuerpo agraciado. «Me gustaría que construyan el nuevo hospital, que hagan menos plazas y más casas para la gente que lo necesita, y que tengamos mayor seguridad», fueron las definiciones contundentes de la nueva Reina de Cipolletti, Mónica Andrea Valenzuela, elegida por unanimidad el sábado en el Círculo Italiano.

Antes del contacto de ayer con «Río Negro» había estado juntamente con las princesas, misses y miembros de la organización de la fiesta con el director de Cultura, Carlos Magliarelli, quien comprometió el apoyo para que la flamente soberana represente a la ciudad, de manera oficial, en las celebraciones importantes que se lleven a cabo en las jurisdicciones neuquina y rionegrina.

Mónica, acompañada de la directora artística de la fiesta, Martha Palou, cruzó los escasos 30 metros que separan al municipio del diario con su corona, banda, capa y cetro y acaparó la atención. Como dice un tango «iba linda como un sol, se paraban pa mirarla». Tiene 19 años, egresó del CEM 76, e hizo incursiones esporádicas en modelaje. Un antecedente, aunque menor, fue un efímero reinado que ganó no hace mucho en una noche en un boliche lugareño. «Me eligieron las compañeras», comenta con sonrisa cómplice.

Ahora, ya reina en serio, se prepara para un año de bastante ajetreo. Su primera presentación será en enero en Allen, en la Fiesta Nacional de la Pera.

«Leo de todo, en especial lo que nos recomendaban en el colegio. Me gusta mucho Pablo Neruda», responde, dejando al descubierto un casi lógico romanticismo adolescente. En música, sus preferidos son los temas latinos.

Y tal vez por el rebote de la telenovela «Resistiré», apunta como actor predilecto a Pablo Echarri, pero también dice que «es bonito» Mariano Martínez, el de «Son Amores».

Se toma tiempo para los deportes, y tiene expectativas de continuar sus estudios con una carrera de nivel terciario. «Practico voley, en los intersescolares, y handball. Tengo intenciones de estudiar una tecnicatura en Radiología. Vamos a ver qué hago al final».

Uno de los premios mayores era un viaje de cuatro días, con cuatro destinos posibles. La soberana se inclinó por Villa Carlos Paz.

El sábado, cuando ya era la estrella de la noche, Mónica se abrazó en el escenario con su mamá Patricia, su papá Germán, su hermano Germancito (16) y su abuela María.

«Tengo novio. Se llama Ricardo», dispara, con picardía, aunque el perodista todavía no se lo había preguntado. Era un mensaje subliminal como para ir avisando que nadie por allí ande con pretenciones, menos ahora que ingresó a la social-realeza.

Con el viaje también obtuvo Mónica un hermoso reloj pulsera, una gargantilla de plata, bijouterie de primer nivel, un set de belleza y perfumes, órdenes de compra y más aún.