En qué consiste el proyecto urbanístico en la ladera sur del cerro Otto

El titular del predio advirtió que se construirían viviendas en el sector más bajo del predio próximo al barrio El Frutillar.

El privado interesado en el loteo en la ladera sur del cerro Otto debería pagarle al municipio el equivalente a 60 mil metros cuadrados por la Renta Diferencial Urbana (plusvalía), si avanza el proyecto para otorgar nuevos parámetros urbanísticos a ese predio. A la vez, se comprometió a pagar las obras de infraestructura

El proyecto de urbanización requiere ser tratado mediante el rango temático 3, de acuerdo al Córdigo Urbano. Pero los concejales de la oposición cuestionaron «el tratamiento desprolijo» y el apuro del Ejecutivo Municipal para avanzar en la aprobación antes de dejar el gobierno.

El predio se ubica entre el barrio El Frutillar, Arelauquen y Alto Jardín Botánico.

El titular del predio Martín Sánchez Calvete explicó que el lugar consta de dos zonas «con características ambientales distintas». Por un lado, una zona de pendiente y bosque mayormente nativo que representa aproximadamente el 70% de la superficie total y por otro lado, «un sector bajo y más plano«, próximo al barrio El Frutillar, que contempla un 30% de la superficie.

«Este último sector se encuentra en condiciones de marcada degradación ambiental ya que fue durante décadas víctima de la extracción de tierra negra, la intensiva tala ilegal (que se extendió también hacia el sector de bosque y mayor pendiente), los incendios de interfase y la acumulación de todo tipo de residuos. En el año 2021 hubo un intento de toma ilegal de todo el sector, llegando las casillas a ubicarse dentro del bosque», indicó Sánchez Calvete.

Mencionó un estudio ambiental que define a la primera zona como «de baja aptitud para la urbanización» y de «alta aptitud» a la segunda.

«A partir de la evaluación de las condiciones del sector, se solicitaron indicadores urbanísticos solo para el sector bajo, de mayor aptitud para la urbanización y con mayor nivel de degradación por la acción del ser humano. El sector de menor aptitud, de mayores pendientes y donde se encuentra el bosque nativo, se propuso como una zona de protección del paisaje, sin indicadores urbanísticos, un área de reserva natural», especificó.

La solicitud de parámetros urbanísticos para el 30% de la superficie tiene como objetivo promover un área urbana residencial «de baja densidad (viviendas individuales en lotes de 650 metros cuadrados a 1000 metros cuadrados como mínimo)». «Se propusieron indicadores urbanísticos más altos para un sector localizado en la intersección de las calles Miramar y Cacique Prayel, en que se pretende realizar un área de usos mixtos de escala barrial, es decir un sector con comercios, servicios, educación, salud y vivienda», destacó.

Este diario consultó si la intención es hacer un barrio cerrado o abierto. «Lo que se esta solicitando son indicadores urbanísticos. Estos permitirían tanto un barrio cerrado como abierto. Pero esa definición se daría con el proyecto que será evaluado en su momento, no en esta etapa», aclaró Sanchez Calvete.

Dijo también que se propone ceder «el espacio necesario para la extensión de la calle Cacique Prayel hasta la calle Miramar, generando así una vía de circulación alternativa para todo el sector».

«La propuesta, en caso de ser aprobada por el Concejo Deliberante, deberá ceder aproximadamente 9,6 hectáreas para áreas verdes públicas y 8,8 hectáreas en calidad de reserva fiscal para equipamiento urbano. Se propone pagar en obras para los barrios vecinos, obras que deberán ser definidas por el municipio pero que deberá orientarse al equipamiento público en términos de salud o educación o seguridad o deportes o administración», advirtió.


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