No habrá muelle de pescadores en El Cóndor

La construcción de un muelle de pescadores en la zona de la desembocadura del río Negro en El Cóndor ya es caso cerrado. La «resistencia de vecinos del balneario» llevaron al anuncio de su cancelación, primero; y a dejarla sin efecto administrativamente, luego; a partir de la reciente publicación del decreto provincial N° 1082/22.

En esa norma, que lleva las firmas de la gobernadora Arabela Carreras y del ministro de Obras y Servicios Públicos, Carlos Valeri; se indica que el intendente Pedro Pesatti «pidió que se desestime el convenio de la obra debido al grado de resistencia de vecinos del balneario».

En su momento la obra se denominó «Construcción muelle de pescadores en la desembocadura del balneario El Cóndor», fue delegada al municipio de Viedma en noviembre de 2020 con una inversión de 6,2 millones de pesos y un año después se anunció la venta del pliego de la licitación correspondiente, pero nunca se avanzó.

En junio del año pasado, el municipio lanzó la licitación para la construcción del muelle, que consistiría en una estructura de pasarela mientras los pilotes serán de madera dura tratada, apta para el agua salina. Las fundaciones se ejecutarán con un diseño de dados de hormigón armado, los cuales estabilizarán los pilotes.

Luego, la intención de llevar adelante el proyecto generó que vecinos de la villa marítima se autoconvocaran en rechazo por considerar que podía afectar la zona conocida como El Pescadero por su impacto ambiental, además de pedir que se preserve el lugar para futuras generaciones.

La obra era un viejo anhelo del intendente Pesatti que había presentado esa iniciativa en su etapa de legislador provincial, en abril de 2014, basándose en un estudio técnico elaborado por la empresa Hydra Argentina S.A. De principios de 2002, que nunca se concretó.

Al fundamentar aquella propuesta había planteado que la obra «permitirá potenciar la oferta turística de la villa balnearia al permitir basar el desarrollo de un amplio abanico de actividades náuticas, partiendo de la pesca embarcada a la pesca artesanal».

Agregaba que habilitaría también «servicios que se podrán ofrecer a las embarcaciones de pequeño y mediano porte que anualmente pasan frente a la desembocadura del río» y ampliaba sus usos porque «un muelle también nos permitirá basar el funcionamiento de una escuela para la navegación en el mar abierto».