Municipalidades de Neuquén prueban recetas para generar empleo

Senillosa presta tierra a los desocupados y ayuda a los chacareros a seguir adelante.Centenario, Vista Alegre y la capital también tienen políticas de promoción.

NEUQUEN (AN).- En su afán por mover la economía local y combatir el desempleo, varios municipios han apostado ingeniosas recetas. Algunas son sorprendentes, como la de Senillosa, que intenta transformar a un grupo de piqueteros en expertos productores de hortalizas.

En Senillosa la comuna presta tierra a los desocupados para que tengan empleo y apuntala a los chacareros. En Centenario y Vista Alegre existen modalidades similares de reconversión, arduas pero sostenidas en el tiempo. Y la ciudad de Neuquén, caracterizada como una urbe administrativa y prestadora de servicios, apuesta en cambio a la formación empresarial y a la capacitación de oficios.

Tanto unos como otros municipios no buscan soluciones inmediatas sino una autonomía que garantice la continuidad de sus proyectos y potenciar la capacidad real de los beneficiarios para su futura autogestión.

En Senillosa a los desocupados que plantan hortalizas se los llama productores y se los confunde con los chacareros que no efectuaron la reconversión a tiempo, por falta de recursos económicos o de información apropiada. Todos reciben ayuda en semillas, herramientas, gasoil y asesoramiento técnico. Y los “sin tierra”, además, un terreno común en préstamo para el cultivo intensivo.

Se trata de casi tres hectáreas recostadas sobre un lado del parque industrial. Hasta el año pasado era tierra yerma, gastada por el sol y el viento. Por estos días los trabajadores están culminando la primera cosecha. El éxito es tal que el intendente Sergio Farías habla de incorporar este año 50 hectáreas más bajo este sistema.

El logro parece residir en la uniformidad de la calidad de la producción, lo cual facilita llegar de mejor manera al mercado regional.

Daniel Carrillo, jefe de división de producción, da otra clave: del Cipa, el organismo que controla los alimentos que entran y salen de la provincia, “sabemos qué se consume y a cuánto se comercializa” en la región. Son datos útiles que a Senillosa le sirven para orientar la producción con la mirada puesta en sacar el mayor rédito posible.

Esta historia es especial y tiene otra lectura, la de los piqueteros que se convirtieron en jornaleros. Porque este programa acopló a todos los manifestantes que en agosto último cortaron la ruta 22, aunque a la meta sólo llegaron cinco de varias decenas que lo intentaron.

Los que permanecieron en el plan trabajaron duro, de ocho a diez horas por jornada. Nivelaron, prepararon la tierra e hicieron 200.000 plantines de tomate, berenjenas y morrones.

Son el primer eslabón de la cadena del circuito productivo de Senillosa. Le siguen 14 productores adheridos al plan, quienes están prontos a ingresar al mercado regional con 25.000 kilos de lustrosos y aromáticos tomates.

¿Cómo se reparten las ganancias?: los desocupados en partes iguales y los productores de acuerdo al volumen de hortalizas que produce cada uno, deducida la inversión municipal que el intendente estimó en 32.000 pesos.

Para Farías la experiencia es motivadora, para él y para la gente, por lo que para el 2001 ambiciona sumar medio centenar de hectáreas en producción de hortalizas e incorporar tecnología para extender la temporada todo el año.

A estos efectos se encuentra en negociaciones con los dueños de dos campos abandonados. No tiene en mente ofrecer rebajas impositivas ni alquileres, sino capitalizar las tierras con infraestructura a cambio de incorporarlas al programa por “un período de tiempo importante”.

“Esto implica trabajo, ganancia y vida digna para 80 familias”, subrayó el funcionario. El proyecto estará completo cuando se instale una feria pegada a la ruta para tentar al turismo de paso al que le ofrecerán los productos locales.

En esa feria habrá lugar para todos los chacareros, incluso para aquellos que están fuera del programa, pero deberán respetar las premisas de calidad, frescura y buenos precios como marca registrada.

La capital, un centro de capacitación

NEUQUEN (AN).- La ciudad de Neuquén no escapa de la realidad de todo el país: recortes y desocupación. Pero, a diferencia de municipios vecinos, optó por capacitar a la gente en oficios tan diversos como los requeridos por empresas, negocios y particulares que acuden al servicio de una bolsa de trabajo.

Esta bolsa, recientemente inaugurada, funciona dentro del ámbito comunal y tiene la particularidad de recibir ofrecimientos y pedidos de empleo.

Simultáneamente la comuna continúa con la política de formar empresarios y pequeñas empresas familiares con salida autogestionaria. Quienes salen airosos del examen y supervisación reciben una ayuda reintegrable de hasta 5.000 pesos.

La huerta y la crianza de pequeños animales quedan relegadas, por las características especiales de la capital, a una estrategia de sobrevivencia en pequeña escala para vecinos en situación de exclusión social.

El plan está dirigido a crianceros y a familias de los sectores más vulnerables que pueblan los cordones urbanos y la meseta. Pese a lo que pueda creerse, el programa asiste a medio millar de familias.

Además, en convenio con el INTA, la municipalidad ubica tierras que sirven a cuatro macroexperiencias para el cultivo de hortalizas y aromáticas que se ubican en los principales hipermercados de la ciudad y en la venta ambulante.

Los programas de emergencia laboral encarados por la municipalidad tienen orientación a la producción en pequeña escala. Para apuntalar este proyecto, la municipalidad de la ciudad de Neuquén invirtió el año pasado 12.000 pesos en obras de infraestructura. La mayor parte de las obras estuvieron vinculadas al riego y a la provisión de agua para los animales.

Para el 2001, el presupuesto que programó la gestión del intendente Horacio Quiroga para emprendimientos productivos, solamente asciende a 330.000 pesos. Estos recursos se distribuirán en capacitación -57.000 pesos-, apoyo económico -178.400 pesos- y asistencia técnica -77.600 pesos-.

En los planes de capacitación el año último se formaron 470 personas. Un dato llamativo fue la demanda para el cuidado de ancianos y la repuesta de la gente en prepararse en temas de gerontología.

Vecinos de la capital también se capacitaron en crecimiento y desarrollo durante el primer mes de vida y en edad preescolar y escolar para guarderías; alimentación; trastornos de la conducta alimenticia; prevención de accidentes; enfermedades respiratorias; enfermedades de transmisión sexual y violencia familiar.

Centenario busca socios y ayuda a 350 familias rurales

NEUQUEN (AN).- Con una larga tradición en el trabajo frutícola, Centenario se abre a nuevas experiencias y a transformar en industrias antiguos galpones abandonados. Busca alternativas a la producción tradicional al tiempo que asiste con diversos programas rurales a más de 350 familias de la colonia.

Para ello mantiene un plan de acción que engloba las distintas posibilidades con el fin de aprovechar al máximo las utilidades. En otros casos, complementa programas laborales en sociedad con la provincia.

La actuación del gobierno del intendente Luis Castillo tiene varias vertientes. Una es servir de enlace entre un grupo de chacareros y un puesto del Mercado Concentrador. La gestión sirvió: los productores tienen asegurada la colocación de la mercadería en las verdulerías a cambio de un porcentaje mínimo.

La experiencia arrancó con 10 personas y en la actualidad superan los 20. Entre otras cosas, funciona como un importante incentivo cobrar a la semana de haber cosechado y entregado los bultos de verduras y frutas en el abasto neuquino.

La otra cara de la moneda son los programas transitorios de empleo, que la comuna orienta hacia la producción de hortalizas. Reúne a 100 personas, la provincia paga sueldos de 150 pesos a cada uno y trabajan organizados en grupos en chacras alquiladas por la municipalidad. Además, aporta todos los insumos necesarios para las tareas culturales, desde la semilla y los fertilizantes hasta el tractor, el combustible y el arado.

Ernesto Cimolay, el director de Producción y Medio Ambiente, desempeña un papel protagónico en la búsqueda de mejores condiciones para los lugareños. “Tenemos los canales de agua y la gente dentro de las chacras, algo que no exhiben muchas localidades”, dijo con razón. Sin embargo, la reconversión no es fácil.

En Centenario viven 230 chacareros, de los cuales el 75 por ciento atraviesa situaciones críticas al borde del colapso. A este sector, asegura Cimolay, “estamos dando una mano con el cultivo de frutas finas y la cría de animales de granja”. No es todo. En forma simultánea busca alternativas a la producción tradicional e interesa a empresas de la alimentación a instalarse en el lugar, aprovechando que gran parte de la zona rural está servida con gas domiciliario. El objetivo es completar el circuito de producción y comercialización dentro de Centenario.


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