Murió el ilusionista René Lavand
Reconocido por su destreza en el manejo de los naipes pese a contar con una sola mano, murió hoy a los 86 años
Adiós
El ilusionista argentino René Lavand, reconocido por su destreza en el manejo de los naipes pese a contar con una sola mano, murió hoy a los 86 años en Tandil, ciudad ubicada a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
Lavand había sido internado el viernes, confirmaron sus familiares a la prensa, aunque no dieron detalles de los motivos de la muerte.
“No se puede hacer más lento”, repetía Lavand en cada espectáculo mientras realizaba su clásico juego “Agua y aceite”, en el que mezclaba tres cartas rojas y tres cartas negras, las cuales, sin embargo, siempre acababan reunidas en un mismo mazo.
Lavand había nacido el 24 de septiembre de 1928 en Buenos Aires y a los 9 años fue atropellado por un automóvil mientras cruzaba la calle frente a su casa, en Buenos Aires. A raíz del accidente tuvieron que amputarle su mano hábil, la diestra.
“Soy un hombre de reacciones, un paranoide. Soy un hombre que ha tenido un accidente duro, que ha tenido una castración a los nueve años y reacciona en consecuencia”, dijo a la periodista argentina Leila Guerriero en 2009.
Al accidente le siguió una larga recuperación, lapso en el cual Lavand comenzó a jugar con los naipes utilizando la que era su mano más torpe.
Durante más de 30 años fue empleado en un banco hasta que en la década del 60, tras ganar un certamen de ilusionismo, decidió encarar su carrera de mago que lo llevó a recorrer varios países del mundo.
Entre otras presentaciones estuvo en los programas televisivos de Ed Sullivan y Johnny Carson, en Estados Unidos.
En 2002 participó como actor del film argentino “Un oso rojo”. Once años después se estrenó el documental “El gran similador”, que relata su vida.
Adiós
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