Murió el último filósofo de los '60
Jacques Derrida tenía 74 años. Era célebre por su concepto de "deconstrucción"
El filósofo francés Jacques Derrida murió antenoche, a los 74 años de edad.
Era célebre por su concepto de «deconstrucción», con el que revolucionó el pensamiento en Occidente. Según su allegados, Jacques Derrida, autor de unas 80 obras, murió «sin sufrir» como consecuencia de un cáncer de páncreas en un hospital parisino.
Derrida era el último sobreviviente de los «pensadores del 68» (Althusser, Lacan, Foucault, Barthes, Deleuze), defensores de la noción de «sujeto».
Nacido el 15 de julio de 1930 en El Biar (Argelia) en una familia judía, más bien de izquierda y «pie negro» (franceses de Argelia), Derrida ingresó en 1950 en la Escuela Normal Superior de Francia y fue profesor asistente en Harvard (Estados Unidos) y luego en La Sorbona (Francia).
En 1965 es nombrado profesor de filosofía en la Escuela Normal Superior donde ocupó, junto con Louis Althusser, la función de director de estudios.
Más tarde, impartió clases en París y distintas universidades norteamericanas, entre ellas las más prestigiosas como Yale y John Hopkins. «Nunca estuve durante mucho tiempo en Estados Unidos. Sin embargo, efectivamente, la acogida de mi trabajo fue más generosa, más atenta allí, donde tuve menos censura, barreras y conflictos que en Francia», había afirmado al diario «L'Humanité».
En 1982, estuvo encarcelado unos días en una prisión checa por apoyar a los intelectuales disidentes de la Carta 77. En esa época, se comprometió en una amplia reflexión sobre la institución filosófica y la enseñanza de esta materia, creando en 1983 el Colegio Internacional de Filosofía, que presidió hasta 1985.
Entre sus numerosos libros, que constituyen un diálogo sin concesiones con la metafísica occidental, destacan «La escritura y la diferencia», «La diseminación», «Márgenes de la filosofía», «Glas», «La verdad en pintura», «Para Paul Célan», «Del espíritu», «Heidegger y la pregunta», «Invenciones del otro», «Del derecho en la filosofía», «Espectros de Marx», «Aporías» y «Resistencias del psicoanálisis».
Jacques Derrida, el filósofo más comentado y traducido del mundo, en especial en Estados Unidos, propone, a partir de textos filosóficos clásicos, una «deconstrucción», es decir un crítica de los presupuestos de la palabra, una forma de deshacer desde el interior un sistema de pensamiento dominante.
«La 'deconstrucción' consiste en tomar una idea, una institución o un valor y comprender sus mecanismos quitando el cemento que la constituye. Más allá de esta expresión, que puede intrigar o provocar miedo, es un filósofo que puede ayudar a la comprensión de esta sociedad», resumía el escritor Franz-Olivier Giesbert al recibirlo en 2002 en la televisión francesa.
Sus teorías despertaban auténticas pasiones. La universidad británica de Cambridge fue escenario de una gran polémica en 1992 cuando se anunció la intención de otorgarle un diploma Honoris Causa. «Es un escéptico genial que cuestiona las ortodoxias», dijeron algunos. «Las doctrinas absurdas de De
rrida niegan la distinción entre realidad y ficción», respondieron otros. Finalmente, el diploma le fue otorgado tras una dividida votación, procedimiento muy raro en Cambridge.
Derrida, vivía en los suburbios del sur de París.
Abuelo, casado con una psicoanalista, había tenido un hijo con Sylviane Agacinski, quien luego se convirtió en la esposa del ex primer ministro francés Lionel Jospin.
El filósofo francés Jacques Derrida murió antenoche, a los 74 años de edad.
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