Murió Giulio Andreotti, emblema del poder en Italia

Combinó astuciay cinismo para aferrarse al poder.

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ROMA.- Giulio Andreotti, dirigente de la Democracia Cristiana y símbolo del poder en Italia, siete veces primer ministro y 20 veces ministro, murió ayer a los 94 años en Roma, con lo que desaparece uno de los políticos más brillantes y controvertidos de los últimos 70 años en la historia italiana.

“Con él desaparece uno de los principales actores de 70 años de vida nacional”, reconoció el jefe de gobierno italiano, Enrico Letta, al ser informado de la muerte del histórico líder democratacristiano, parlamentario desde 1948.

El presidente de la República, el excomunista Giorgio Napolitano, histórico adversario político, enalteció el “importante papel” que jugó Andreotti para las instituciones nacionales e internacionales, en particular para la “construcción” de una Europa Unida.

Llamado “Belcebú”, por su astucia para permanecer en las altas esferas del poder, representaba lo mejor y lo peor de Italia por su refinada cultura combinada de cinismo y habilidad de viejo zorro de la política.

Andreotti, que murió en su residencia, en el corazón de Roma, será despedido hoy con un funeral sencillo.

Las exequias se celebrarán en la iglesia de San Giovanni dei Fiorentini, a pocos metros de su residencia, donde solía ir a misa todos los días y no muy lejos del Vaticano, con el que mantuvo una estrecha relación.

La muerte del destacado político, inmortalizado en el filme “El Divo”, del 2008, generó numerosas reacciones en todo el país.

“Me sorprendía su humor, su forma imperturbable de reaccionar, su capacidad de moverse en las situaciones más difíciles, sin jamás perder la brújula”, comentó el cardenal Camillo Ruini, expresidente de la Conferencia Episcopal Italiana.

El diario “L’Osservatore Romano” halaga su “inteligencia e ironía” y sobre todo el respeto “por las instituciones” y su sentido del Estado.

Sus eternos detractores no le han escatimado críticas: “Un gran estadista (pero) del Vaticano. El secretario permanente de la Santa Sede”, lo definió en una ocasión el fallecido expresidente de la República Francesco Cossiga, rival y correligionario.

Nacido en Roma el 14 de enero de 1919, Andreotti, senador vitalicio desde 1991, se ha salvado de todos los escándalos con los que había estado relacionado, desde los contratos en el sector del petróleo de los años 60, hasta las acusaciones de pasividad frente al secuestro y muerte de Aldo Moro en 1978 y la acusación de complicidad con la Cosa Nostra en los años 90. (AFP)


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