N° 22.887
Por 1912 –nacimiento de “Río Negro”– los rieles del ferrocarril iniciado en San Antonio apuntaban al Nahuel Huapi con el ingeniero italiano Guido Jacobacci al timón constructor y el geólogo norteamericano Bailey Willis, contratado por el gobierno nacional, ayudando en la búsqueda de agua y algo más con su equipo de técnicos del mismo origen. Algunos vaporcitos se le animaban al río Negro desde Patagones-Viedma hasta el amarradero roquense y un poco más allá, forma de comunicación fluvial que se complementaba por la huella terrestre de carros y el ferrocarril desde Bahía Blanca para posibilitar el traslado de personas, abastecimientos, correspondencia, etc. Entre el Colorado y Tierra del Fuego -la dimensión patagónica- mostraba por 1912 expresiones periodísticas con “El Mosquito” en Tierra del Fuego, impreso a mimeógrafo; “El Antártico” y “La Unión” en Santa Cruz; Chubut con “Y Draford” (El Mentor) en idioma galés y “Cruz del Sur”, imprenta salesiana. En Carmen de Patagones aparecía “La Nueva Era”, “Flores del Campo” para ambas poblaciones impreso en los talleres salesianos, pero además Viedma ofrecía “El Imparcial” y el radical “Alem”. Mientras que en territorio neuquino se mostraba el famoso periódico “Neuquén” luego convertido en cotidiano, menos los domingos. El docente porteño Fernando Emilio Rajneri había dejado Médanos en la provincia de Buenos Aires donde había sembrado el alfabeto en escuela privada y en Bahía Blanca “La Nueva Provincia” lo inició en papel y tinta que años después, afincado en Fuerte Roca, concretaría con su otra vocación: el periodismo. “El Roquense” y el colega Cruz A. González son la prueba para su estreno en la cautivante profesión que es el periodismo, hoy enseñado en universidades y especializando a mujeres y hombres en variados temas sociales, pero que hace cien años vivía con la minerva a pedal, “burros” que alojaban la tipografía alfabética y numeral, más adornos que línea a línea se encargaba de ordenar el “componedor” para formar las “ramas” de imprimir. Con muchos más detalles aquel inicial 1912 se refleja en otros lugares de esta edición, pero el docente Fernando Emilio Rajneri buscó independencia y dio vida a “Río Negro” donde –con poco más de 30 años– comenzó a mostrar su pensamiento, mezclado con notas generales, sociales, avisos y otras expresiones que nunca han abandonado al diarismo mundial. Aquella primera edición, sin duda, marcaría con palabras sencillas una permanente posición social democrática mantenida durante un siglo: “Río Negro será el reflejo de los anhelos de la comunidad, y el bienestar de ella constituirá el norte hacia el cual encaminará su propaganda. Abierta sus columnas á los propósitos é iniciativas nobles, no tendrán éstos, para ser explayados libremente, otras limitaciones que las impuestas por la verdad y la cultura” (sic). Con la de hoy, el siglo transcurrido entrega la edición N° 22.887. El maestro y periodista Fernando Emilio Rajneri lo hizo posible. Bibliografía y fuentes principales: Lenzi, JH. Tierra del Fuego, 1967 e Historia de Sta. Cruz, 1980. Dumrauf, CI. Historia, 1991. Laría, SC. El periodismo, 1967. Pérez Morando, H. Alfabeto, tinta y papel, RN, 2002 y La Tierra, RN, 2003. Ríos, CA. Breve reseña, (Rjehn), 1973. Archivo diario “Río Negro” (GR). Biblioteca Patagónica (VECh) y otros. (*) Periodista. Investigador de historia patagónica.
HÉCTOR PÉREZ MORANDO (*)
Por 1912 –nacimiento de “Río Negro”– los rieles del ferrocarril iniciado en San Antonio apuntaban al Nahuel Huapi con el ingeniero italiano Guido Jacobacci al timón constructor y el geólogo norteamericano Bailey Willis, contratado por el gobierno nacional, ayudando en la búsqueda de agua y algo más con su equipo de técnicos del mismo origen. Algunos vaporcitos se le animaban al río Negro desde Patagones-Viedma hasta el amarradero roquense y un poco más allá, forma de comunicación fluvial que se complementaba por la huella terrestre de carros y el ferrocarril desde Bahía Blanca para posibilitar el traslado de personas, abastecimientos, correspondencia, etc. Entre el Colorado y Tierra del Fuego -la dimensión patagónica- mostraba por 1912 expresiones periodísticas con “El Mosquito” en Tierra del Fuego, impreso a mimeógrafo; “El Antártico” y “La Unión” en Santa Cruz; Chubut con “Y Draford” (El Mentor) en idioma galés y “Cruz del Sur”, imprenta salesiana. En Carmen de Patagones aparecía “La Nueva Era”, “Flores del Campo” para ambas poblaciones impreso en los talleres salesianos, pero además Viedma ofrecía “El Imparcial” y el radical “Alem”. Mientras que en territorio neuquino se mostraba el famoso periódico “Neuquén” luego convertido en cotidiano, menos los domingos. El docente porteño Fernando Emilio Rajneri había dejado Médanos en la provincia de Buenos Aires donde había sembrado el alfabeto en escuela privada y en Bahía Blanca “La Nueva Provincia” lo inició en papel y tinta que años después, afincado en Fuerte Roca, concretaría con su otra vocación: el periodismo. “El Roquense” y el colega Cruz A. González son la prueba para su estreno en la cautivante profesión que es el periodismo, hoy enseñado en universidades y especializando a mujeres y hombres en variados temas sociales, pero que hace cien años vivía con la minerva a pedal, “burros” que alojaban la tipografía alfabética y numeral, más adornos que línea a línea se encargaba de ordenar el “componedor” para formar las “ramas” de imprimir. Con muchos más detalles aquel inicial 1912 se refleja en otros lugares de esta edición, pero el docente Fernando Emilio Rajneri buscó independencia y dio vida a “Río Negro” donde –con poco más de 30 años– comenzó a mostrar su pensamiento, mezclado con notas generales, sociales, avisos y otras expresiones que nunca han abandonado al diarismo mundial. Aquella primera edición, sin duda, marcaría con palabras sencillas una permanente posición social democrática mantenida durante un siglo: “Río Negro será el reflejo de los anhelos de la comunidad, y el bienestar de ella constituirá el norte hacia el cual encaminará su propaganda. Abierta sus columnas á los propósitos é iniciativas nobles, no tendrán éstos, para ser explayados libremente, otras limitaciones que las impuestas por la verdad y la cultura” (sic). Con la de hoy, el siglo transcurrido entrega la edición N° 22.887. El maestro y periodista Fernando Emilio Rajneri lo hizo posible. Bibliografía y fuentes principales: Lenzi, JH. Tierra del Fuego, 1967 e Historia de Sta. Cruz, 1980. Dumrauf, CI. Historia, 1991. Laría, SC. El periodismo, 1967. Pérez Morando, H. Alfabeto, tinta y papel, RN, 2002 y La Tierra, RN, 2003. Ríos, CA. Breve reseña, (Rjehn), 1973. Archivo diario “Río Negro” (GR). Biblioteca Patagónica (VECh) y otros. (*) Periodista. Investigador de historia patagónica.
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