Veredas ocupadas por obras dejan a los peatones de cara al peligro

En Neuquén, nuevos edificios, reacondicionamiento y arreglos en las redes de cloacas, gas y agua invaden esquinas de la ciudad. Los peatones deben cruzar entre vehículos, escombros y montículos de arena.

Las obras hacen a la ciudad, cambiándola, renovándola, transformando constantemente sus calles y fachadas.

Pero los cambios que vienen de la mano de la construcción, tienen sus estadios intermedios, en los que los materiales, la carretilla y demás insumos están en constante uso y ocupan espacio.

Debido al tiempo que lleva una construcción, muchas veces la arena, la piedra árida y baldosas se apropian del espacio público modificando y dificultando el paso de los transeúntes. También poniéndolos en riesgo ya que, en muchos casos, deben caminar por la calle.

Si las obras están para mejorar la calidad de vida, entonces durante el tiempo de construcción se tiene que velar por la seguridad de los ciudadanos. Esto no siempre pasa y algunos ejemplos lo demuestran. Aún las medidas de seguridad dispuestas para evitar accidente suelen exponer a los peatones a situaciones riesgosas. Es el caso de las bandejas de contención y las pasarelas que se colocan sobre la calle para evitar accidentes. Pero caminar por la calzada expone a los transeúntes a eventuales accidentes con automóviles.

La futura plaza que está en construcción, en Tierra del Fuego e Independencia, se ubica en el vértice del Parque Central. Como se acostumbra cuando una obra está en proceso se envuelve el terreno con una malla verde que limita el paso de la gente.

En Ministro González y Santa Fe hay un pozo del tamaño de seis baldosas. La rotura no tiene señalización que advierta sobre la profundidad.

Alberdi y Miguel A. Camino. Acera inexistente por construcción.
Juan Thomes

El problema está en que la delimitación de la obra llega hasta el cordón, justo donde se sitúa una parada de colectivo. Por esta razón, la gente tiene que caminar por la calle tanto para acceder a la parada como para descender del colectivo lo que constituye un peligro inminente.

En Ministro González y Santa Fe, la vereda tiene un pozo del tamaño de seis baldosas. La rotura no tiene ninguna tapa, ni señalización que advierta sobre su profundidad.

En la intersección de Basavilbaso y Osés la vereda se encuentra obstruida por una montaña de arena, aparentemente por la obra de un particular. La obstrucción provoca que las personas tengan que caminar sobre la calle lo que genera riesgos de accidentes.

La falta de veredas, que se levantan por una construcción o faltan porque no se realizaron son otro problema que se puede registrar en la ciudad. En Alberti y José Caminos hay una construcción que todavía no está terminada. Sin embargo ya se levantó la vereda. La obra muestra un paredón firme y prolijo que separa a la obra de la calle, pero debajo muestra la vereda que alguna vez tuvo. En la actualidad hay dos contenedores apilados sobre el cordón, lo que impide el tránsito libre de los peatones.

Datos

En Ministro González y Santa Fe hay un pozo del tamaño de seis baldosas. La rotura no tiene señalización que advierta sobre la profundidad.

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