Ni una pandemia detiene a esta escuela de gimnasia artística

Dromos cumple 25 años trabajando junto a los niños y adolescentes de Neuquén. Ahora, se volvió virtual para estar junto a sus alumnos. “No importa si pagan o no, todos pueden participar, queremos que se diviertan”, dicen.

En griego, Dromos significa camino y Rodolfo Ludueña y Darío Griglio llevan 25 años, con su escuela de gimnasia artística de Neuquén, recorriendo un largo camino de aprendizaje y juegos. Como a todos, la pandemia por Covid-19 los mandó a bajarse de las barras, a soltar las anillas y detener los saltos, pero, aunque extrañaban, buscaron la manera de estar juntos.

El 2019 habían cerrado el año con casi 250 niños que participaban del gimnasio, pero llegó marzo y debieron cerrar sus puertas.

No tenían en claro cómo seguir, sin embargo, la solidaridad de muchos padres, que a pesar que sus hijos no podían realizar actividad seguían aportando la cuota, ayudó para que los profesores no se queden sin trabajo, y les comenzó a mostrar que no había que quedarse quietos.

“Pasaban los meses y en un momento sentimos que era el momento en que más fuerte teníamos que ser, más había que dar, y eso nos dio impulso para decir ‘algo tenemos que hacer’”, cuenta Darío Griglio.

La clase está por comenzar y todos los chicos, en compañía de los papás, esperan las instrucciones del profe frente a la pantalla.

A principios de mayo, hicieron que Dromos se transforme en virtual. En sus redes sociales lo anunciaban así: “si no podes pagar, porque tal vez estás pasando un momento difícil, no importa. Pagás lo que puedas, o no pagues. Lo importante es que tu hijo se divierta, se despeje de lo que estamos viviendo”.

“Fuimos elegidos por la Unesco, no por los resultados deportivos, sino por la calidad humana y eso nos da una gran responsabilidad”.

Darío Griglio, fundador de Dromos junto a Rodolfo Ludueña.
Competir, pero pasándola bien, ese es el espíritu que se enseña.

En una plataforma web, sin niños que corren, sin música de fondo, ni ecos de gritos en el gimnasio, comenzaron a dar clases a diferentes edades, niveles de gimnasia artística, y también fútbol y entrenamiento funcional con 10 profesores.

Pero no solo se trata de entrenar. Ahí comparten tardes de meriendas y juegos virtuales con los alumnos y hasta hicieron una gala virtual para festejar 25 años de trayectoria, a la que se sumaron 80 familias.

Con calidad humana

Darío recuerda la historia de su llegada a Neuquén. En 1995 con Rodolfo estaban recién recibidos de profesores de educación física y desde su Córdoba natal salieron hacia el sur sin destino asegurado en un Fiat 147.

Llevaban dos trajes de payasos, un par de títeres y canciones infantiles. Animar cumpleaños de niños, era el trabajo que les daba de comer en su ciudad y les serviría para arrancar, en el lugar que mandara el destino. Dicen que así fue, como conocieron Neuquén, “un lugar de buena gente, que nos dio todo y donde nació Dromos”.

Rodolfo y Darío, así llegaron a Neuquén desde Córdoba.

El festejo de estos 25 años no podía detenerlo ni una pandemia. “Si bien son tiempos difíciles, no quisimos dejar de lado la solidaridad que nos acompañó todos estos años. Dentro de este proyecto buscamos la participación de todos los niños”, dice el profesor.

Ver la actividad física desde un lado humano se potenció con la pandemia, pero siempre estuvo presente en el proyecto. Es por eso, que en marzo del 2019, la UNESCO los nombró miembros y representantes de gimnasia artística de la Patagonia, por la trayectoria y calidad humana.

Dato

25
años cumple la escuela este año. Para festejar el aniversario, harán un sorteo con más de 20 premios. Pueden participar todos a través de las redes sociales de Dromos.

“Esto es una responsabilidad. Fuimos valorados, no por los resultados deportivos, sino por el otro trabajo que se hace, que tiene que ver con el acompañamiento de las familias, con las becas que le damos a los que no pueden pagar, algo que no es que hacemos ahora, lo hicimos siempre”, dice Darío.

Los alumnos avanzados formaron un equipo de competición.

En el mismo sentido, para festejar el día del niño, los alumnos que conforman el equipo de competición, que están hace muchos años en Dromos y son unos 30. A los que se suman los chicos que participan del Zoom, que son como 60, van a recolectar comida y juguetes para niños y niñas pertenecientes a un hogar de niños.

“Averiguamos que les gustaría a los chicos que les regalen. Entonces, si por ejemplo quieren una pelota, nos ponemos de acuerdo para comprarlo y cumplirles ese deseo. Lo hacemos también con la escuela Jean Piaget y ese día se lo llevamos con algo para compartir”, concluye Darío.


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