«No hay escuela para aprender a ser roquero»

Buenos Aires, (Infosic). -Antes de lanzar su álbum «Fulanos de Nadie», Iván Noble, cantante de Los Caballeros de la Quema, aseguró haber superado las críticas de sus fans por la masividad adquirida por la banda y señaló que en su carrera tuvo aciertos y errores como cualquier otro mortal porque «no hay una escuela para aprender a ser rockero».

«Las críticas hacia la masividad forman parte del folclore del rock nacional», indicó el líder del grupo que superó el disco de platino con su producción «La paciencia de la araña» y se hizo conocido para el público ajeno al género a partir del hit «Avanti Morocha», hiperdifundido en radios y canales musicales durante el año pasado.

Según Noble, «cuando una banda tiene una canción que se hace popular, una fracción de su público se enoja, porque supone que el grupo se ha desvirtuado y les molesta ver caras nuevas en los shows».

«Lo entiendo como un enojo adolescente, en el mejor y en el peor sentido de la palabra», especificó, además de atribuir el hecho a la «mitología del rock».

Más allá de las críticas «adolescentes» de sus fans hacia la masividad obtenida por la banda, Noble es consciente de que el cuestionamiento pasa más por su sobre-exposición mediática y su vinculación con la farándula vernácula que por lo estrictamente musical.

«Me tropiezo con baldosas que podría gambetear… la conciencia… ni te cuento», reza la letra de «¿Qué mirás?», como en una especie de autocrítica y a la vez un descargo hacia quienes, según la misma canción, no aprendieron a «maullar» mejor de lo que él mismo dice hacerlo.

Es que, según Noble, «parece que un músico de rock debiera ser absolutamente invulnerable a su propia estupidez o impermeable a las contradicciones que tiene cualquier cristiano que camina por la calle, como si un tipo que escribe una revista o un tipo que tiene un quiosco o un tipo que maneja un remise no pasara por lo mismo, como si otros alguna vez no fueran estúpidos».

«Lo que ocurre es que nuestro oficio es un oficio público y por eso la gente se entera de cosas que de otros no se saben. Esta canción es una forma de decir «es verdad, he sido más de una vez un estúpido, pero ustedes (adónde aprendieron a respirar mejor que yo?»», precisó.

El líder de la banda que ya cuenta con once años de trayectoria y cinco discos editados -además de una primera producción independiente-, reconoció que el éxito avasallante de «Avanti Morocha» le provocó no solamente una actitud autorreflexiva sino también un aprendizaje.

«Hay situaciones que uno las va conociendo a medida que suceden y no está preparado para eso, porque no hay una escuela al respecto. Uno se entrevera en distintas situaciones, algunas más o menos complicadas, algunas más o menos ridículas, otras más o menos inofensivas, pero todas situaciones nuevas, y lo único que se puede hacer es ir surfeando y viendo cómo salir mejor parado», comentó.

En lo que respecta específicamente al contenido de «Fulanos de Nadie», disco que continúa la misma línea musical de los anteriores y saldrá a la venta hoy, Iván advirtió que es una producción en la que priman las canciones de «desamor», aunque sólo en una primera mirada. «»La Metamorfosis» de Franz Kafka sería solamente un cuento sobre un tipo que se despierta hecho una cucaracha, pero es mucho más que eso si uno tiene ganas de leerlo un poco más allá», parafraseó Noble para dar cuenta de un tipo de composición «introspectiva» pero a la vez vinculada al contexto social.

Mirar hacia adentro

BUENOS AIRES.- Si bien «Fulanos de nadie», el nuevo álbum, contiene temas como «Basta para mí» y «Todo tan raro», críticos respecto de la situación social actual y en la misma línea de canciones emblemáticas de Los Caballeros de la Quema, como «Buenos Aires esquina Vietnam» o «Saliendo a ver qué pasa en el barrio», la mayoría de las letras son de índole introspectiva.

«Mirar hacia adentro de uno es una forma de hablar de las épocas», detalló Iván Noble, el compositor de «Cero mensaje en el contestador», una canción que, según sus propias palabras, «tiene que ver con un síndrome de estos tiempos».

Según Noble, «la historia de un tipo que llega a su casa y tiene cero mensaje en el contestador y se angustia y se emborracha para no escuchar a los demonios en su cabeza, es algo que está pasando ahora y, si bien es una canción introspectiva, su introspección se puede extrapolar a una situación social generalizada».

«Hoy la gente está jodida, desesperada y sola, y tranquilamente se puede poner en las canciones personajes que se sientan de esa manera y estén dando cuenta de una época o de un momento que vive un país», puntualizó el líder de la banda que completan Martín Méndez y Pablo Guerra en guitarras, Javier Cavo en batería, Patricio Castillo en bajo, Ariel Caldara en piano y Carlos Arín en saxo. (Infosic).