«No tiene nada que ver que mi esposo sea policía»

BAHIA BLANCA (Télam).-La madre del Horacio Iglesia Braun, el hijo del comisario asesinado junto a su novia hace más de un mes en un campo de Coronel Suárez, rompió ayer el silencio: dijo que aún no encuentra explicación al doble crimen, habló del dolor que embarga a su familia y reclamó que se esclarezca el caso.

Los investigadores del crimen confirmaron en las últimas horas que la ejecución de Horacio Iglesia Braun y de su novia María Victoria Chiaradía, de 19 años, se perpetró el mismo domingo 27 de agosto en que la pareja desapareció.

El dato no parecer menor: el fiscal de la causa Eduardo D»Ampaire pudo descartar de plano, de una vez por todas, que haya existido secuestro.

La esposa del jefe departamental de Trenque Lauquen Héctor Iglesia, Silvia Braun de Iglesia, reclamó ayer públicamente el esclarecimiento por la muerte de su hijo y de la novia.

La mujer aseguró que su familia quiere «respuestas rápidas de la Justicia y de la policía. Sólo eso esperamos y hace ya 40 días que sufrimos y lloramos».

«No nos hacemos ningún tipo de hipótesis del por qué de tan terrible hecho», dijo Silvia Braun.

Hasta el momento, los investigadores sospechan que las hipótesis pueden estar relacionadas con una supuesta venganza debido a la función del padre de una de las víctimas o un robo común y corriente que finalizó con la doble muerte.

Sin embargo, la mujer explicó: «Esperamos algo, queremos algo, pretendemos saber qué pasó con nuestros hijos porque para mí eran nuestros hijos. No hay palabras para las personas que han hecho esto, no sé como llamarlas, no tienen calificativos».

Sobre su estado de ánimo dijo sentirse «cada vez peor, porque es un mes que aparecieron muertos pero yo lo siento desde el día 26 de agosto cuando mi hijo Horacio se retiró y me dijo que iba al cine con Vicki, por eso yo cuento desde allí la falta física de mi hijo».

«Cada vez estoy peor, porque son cinco domingos que ellos no están en casa. Una casa que en cada habitación, en cada lugar tiene fotos de ellos a las que le encendemos velas todos los días, de mañana, tarde y noche, esto es un santuario», dijo la mujer, quien contó que todos los días va a visitar la tumba de su hijo en el cementerio local.

«En mi hogar -dijo- no falta el calor propio de los amigos, porque ellos están allí todos los días, ayudándonos, dándonos aliento, estudiando. Los chicos han tomado mi casa como lugar de estudio y entre todos nos hablamos y ayudamos».

Respecto a su esposo, quien hasta el momento se mantuvo en el más absoluto silencio, Silvia Braun reveló que «está mal, muy mal. Volvió al trabajo de a poco, pero tiene la cabeza en otra cosa. Tengo dos hijos más conmigo y una noche tiene un ataque emocional uno y a la siguiente el otro y duermen en la cama de Horacio. Ya no sé que hacer, esto es una agonía, sé que la comunidad bahiense y la de Coronel Suárez está con nosotros, lo vimos en esa marcha del silencio del otro día aquí», explicó. Finalmente, expresó como un pedido para los investigadores: «Yo sé que se está trabajando, pero uno necesita algo concreto, somos ciudadanos comunes, no tiene nada que ver que mi esposo sea policía».