Nueve de cada diez autos que se venden en el país son nafteros

Un informe de la consultora Abeceb.com indicó que las ventas de vehículos a nafta crecieron un 938%, desde 2002. Se acrecienta la brecha con el gasolero que alcanzó su máximo luego de la salida de la convertibilidad.

ECONOMÍA

Nueve de cada diez autos que se venden actualmente en la Argentina son nafteros, indicó hoy la consultora Abeceb.com, que atribuyó el repunte verificado en los últimos años a la equiparación de los precios del diesel y la nafta, y a la posibilidad de reconvertir este tipo de vehículos a GNC.

El informe indicó que las ventas de autos a nafta crecieron desde 2002 un 938 por ciento, mientras que las compras de vehículos diesel en ese lapso sólo subieron un 36 por ciento.

“Para este año, la divergencia entre ambos parece acrecentarse. Lejos del máximo alcanzado en el 2002, los vehículos diesel cubrirían solamente un 7 por ciento de las ventas del mercado automotor para particulares”, destacó.

Según precisó, el consumo de automóviles particulares (excluyendo los comerciales livianos y pesados) a diesel alcanzó “su punto máximo un año después de la salida de la convertibilidad, cuando llegaron a cubrir casi un 36 por ciento de las ventas totales, mientras que esta proporción llegaba al 11 por ciento en 1993”.

“No obstante, a partir de la recuperación de la crisis el incremento de las ventas de automóviles nafteros fue ampliamente superior, llegando a alcanzar un crecimiento interanual del 35 por ciento, mientras que los vehículos diesel crecieron a un 4 por ciento”, puntualizó.

La consultora señaló que “históricamente siempre existió una brecha entre ambos” debido a una política impositiva para fomentar el sector productivo y subsidiar el transporte público que impulsó la compra de unidades diesel entre 1996 y el 2002 “aprovechando el alto diferencial de precios que compensaba el mayor valor de venta de mercado de estos vehículos con respecto a los nafteros”.

Sin embargo, sostuvo que esa brecha “fue achicándose” en los últimos años, incentivando nuevamente la compra de automóviles a nafta. Así, detalló que mientras que en el período de máximo auge la relación entre el precio de la nafta común y del gas oil marcó un promedio de 1,77 (es decir, por el precio de un litro de nafta se compraban 1,77 litros de gas oil), en los últimos años ese valor fue de 1,12. “En cambio, el diferencial de precios de los vehículos 0 km entre los dos tipos de motores se ha mantenido en el tiempo. Por ello, a diferencia de fines de los años `90, hoy en día para los consumidores no es tan rentable pagar un precio mayor por la compra de un vehículo impulsado por gas oil dado que el ahorro por usar dicho combustible en vez de nafta no lo justifica”, evaluó.

Para Abeceb.com, otro de los factores que agudizó la tendencia es la posibilidad de reconvertir los autos originalmente nafteros a GNC, dado que los vehículos gasoleros se vieron imposibilitados para hacer el cambio.

Además, subrayó que “hoy en día los vehículos de alta gama que se lanzan al mercado tampoco son compatibles con la calidad del gasoil local”.

DyN


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