Obama en Argentina: despliegan fuertes controles por ataques terroristas

PRIMER DÍA EN ARGENTINA

Si había sensibilidad por la seguridad de Barak Obama durante su día y medio de visita en la Argentina, los atentados cometidos ayer en la ciudad belga de Bruselas no ayudaron a calmar las aguas. El Gobierno, que esperaba su arribo desde Cuba hoy a la madrugada, anunció que habrá un nivel de alerta mayor y medidas adicionales de seguridad para las actividades del presidente estadounidense. La llegada de Obama es el capítulo más importante en la línea de apertura que viene buscando Mauricio Macri hacia Estados Unidos y Europa, central en su visión sobre la recomposición de relaciones exteriores.

Ya conocido el doble atentado cometido por el Estado Islámico en Bélgica que dejó más de 30 muertos y luego de la reunión de gabinete en Casa Rosada, el titular del Sistema Federal de Medios, Hernán Lombardi, comunicó que el Gobierno había decidido aumentar el operativo de seguridad. Al mediodía, la canciller Susana Malcorra afirmó que la visita de Obama se vería “teñida” por el impacto del ataque terrorista. Según confirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a este diario, se aumentó la seguridad en las instituciones de la Unión Europea y fundamentalmente Bélgica, y se reforzaron los aeropuertos.

La llegada de Obama es el capítulo más importante en la línea de apertura que viene buscando Macri hacia Estados Unidos y Europa.

La seguridad del mandatario estadounidense será, como cabía esperarse, exhaustiva: desde amplios cercados perimetrales con cientos de vallas, hasta un coche inéditamente blindado, más de 300 agentes del servicio secreto de Estados Unidos y helicópteros “Black Hawk”. “En la práctica no hay mayor nivel de alerta que la visita de un presidente norteamericano”, dijo, restando paranoia, un alto funcionario ante la pregunta de si efectivamente aumentarían la seguridad. La protección real del presidente correría más por cuenta de Estados Unidos, que de las decisiones que decidió tomar el gobierno nacional.

Luego de descansar por la mañana en el Palacio Bosch, sede de la embajada estadounidense, Obama se dirigirá hacia la Casa Rosada a las 10:15. Los faroles de la Plaza de Mayo ya están decorados desde ayer con banderas de los Estados Unidos. Quince minutos más tarde, lo recibirá Macri en el Salón Blanco de Casa Rosada, con quien mantendrá una agenda privada. Se espera que antes de la una de la tarde brinden una conferencia de prensa conjunta.

Según informan hace semanas desde el Gobierno, la visita de Obama supone un gran paso para avanzar en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico de manera conjunta. También se esperan algunas precisiones sobre la desclasificación de archivos de Estados Unidos vinculados a la última dictadura argentina. Así también, alguna enunciación sobre el tema energético. Paralelamente, Malcorra y el embajador Martín Lousteau negocian la posibilidad de que los argentinos ya no necesiten de una visa para viajar a los Estados Unidos.

300 agentes del servicio secreto trajo Obama.

Por otro lado, al Gobierno le sirve la llegada del presidente norteamericano, como gesto diplomático de apertura y reactivación de relaciones bilaterales -frizadas durante la última década-, sobre todo en su búsqueda de inversiones. Se trata de la primera visita oficial de un presidente de Estados Unidos en 19 años, desde el encuentro que mantuvieron Carlos Menem y Bill Clinton, en 1997. No se cuenta la repudiada participación de George Bush en la Cumbre de las Américas que se celebró en Mar del Plata en 2005. El oficialismo busca líneas de apertura hacia EE.UU y Europa, sin descuidar Brasil y el Mercosur, y manteniendo negocios y buenas relaciones con China y Rusia, pero corriendo el eje de estos países.

Luego de la conferencia, Obama ira caminando desde la Rosada -bajo medidas extremas de seguridad- a la Catedral de Buenos Aires, donde rendirá un homenaje floral al General José de San Martín. Poco más tarde, se dirigirá a La Boca, a la Usina del Arte, donde será declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.

Cerrará el día en el Centro Cultural Kirchner, donde se celebrará una “cena de Estado”, con nutrida presencia de políticos macristas y opositores.