Ochoa se entregó, fue insultado y lanzó un desafío

BUENOS AIRES (DyN y Télam)- Mario Ochoa, el chofer condenado a 16 años de prisión por abusar sexualmente a adolescentes con síndrome de Down, quedó alojado ayer en una cárcel de la ciudad bonaerense de Campana, después de que se entregó a la policía y protagonizó incidentes con los familiares de las víctimas a quienes desafió gritándoles «los espero en el penal».

Ochoa, de 54 años, casado y padre dos hijos -uno de ellos también Down-, fue retirado a las 13.24 de la comisaría primera de San Isidro, donde estaba alojado solo en un calabozo y llevado a Campana.

Alrededor de la 1.15 de ayer el hombre se entregó a la policía tras permanecer oculto desde el martes, luego de que el Tribunal de Casación bonaerense revocó la prisión domiciliaria con la que había sido beneficiado.

Al salir de la seccional escudado por un fuerte operativo policial para ser trasladado a la Unidad 21 de Campana, Ochoa fue increpado por familiares de los chicos abusados que se le abalanzaron entre insultos como «hijo de puta» y «rata inmunda». En esa oportunidad, Ochoa miró fijo a los familiares y les dijo a los gritos: «Los espero en el penal». El abogado del acusado, Rubén Jones, sostuvo que se refería a los periodistas.

El titular de la comisaría, capitán Luis Peveri, dijo a la prensa que los 100.000 pesos ofrecidos por el gobierno para dar con el condenado fueron clave para que Ochoa decidiera entregarse, aunque consideró que «no hay nadie en condiciones» de reclamar el pago.

Peveri señaló que durante su breve estadía en la seccional a Ochoa «se lo veía preocupado, como una persona que estaba por perder su libertad».

La entrega de Ochoa fue pactada luego de que su abogado se comunicara con el ministro del Interior, Aníbal Fernández, para informarle que su cliente tenía la intención de hacerlo pero pedía «garantías» porque temía ser asesinado en la cárcel.

Así, cerca de la 1.15 el abogado se comunicó con el jefe de la comisaría Primera de San Isidro y le pidió que se acerque hasta su estudio, en Maipú al 100 de esa localidad, donde apareció Ochoa, quien quedó detenido.

«Fueron dos días de calvario, pero le voy a dar un beso enorme a mi hijo Luciano y a decirle que cumplí con mi promesa de que Ochoa estuviera preso», dijo Juana Domínguez, madre de una de las víctimas.


BUENOS AIRES (DyN y Télam)- Mario Ochoa, el chofer condenado a 16 años de prisión por abusar sexualmente a adolescentes con síndrome de Down, quedó alojado ayer en una cárcel de la ciudad bonaerense de Campana, después de que se entregó a la policía y protagonizó incidentes con los familiares de las víctimas a quienes desafió gritándoles "los espero en el penal".

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