Actividad Física: el ejercicio como hábito para una vida saludable
Cualquier persona, de cualquier edad y en cualquier estado puede hacer ejercicio físico adecuado a sus capacidades. Para ello hay que educar primero al cerebro

Este lunes, como cada 6 de abril, el mundo nos recordó algo vital: la actividad física no solo es clave para mantener el cuerpo en forma, sino que es esencial también para nuestra salud mental.
La iniciativa fue impulsada por la OMS en 2002, con el objetivo de estimular el movimiento y la prevención de enfermedades en todo el mundo. Semanalmente, se aconseja llevar a cabo entre 150 y 300 minutos de ejercicios aeróbicos moderados o 75 a 150 minutos de actividades aeróbicas intensas.
Según una recurrente frase adjudicada al Dr. Edward Laskowski “Si las ventajas de la actividad física pudieran condensarse y embotellarse, probablemente sería el medicamento de mayor venta y más recetado de la historia”. Así el ejercicio físico sostenido, junto a una buena nutrición y adecuado descanso son pilares claves para la salud.
Beneficios para la salud física y orgánica: Según el catedrático español Felipe Isidro “cualquier persona, de cualquier edad y en cualquier estado puede hacer ejercicio físico adecuado a sus capacidades. Para ello hay que educar primero al cerebro, para que cuide la casa que es nuestro cuerpo”.
Entre los múltiples beneficios de la actividad física regular, se ha comprobado que: disminuye la incidencia de todas las enfermedades cardiovasculares, reduce el riesgo de síndrome metabólico, desciende la incidencia de obesidad y diabetes tipo II, achica la pérdida mineral ósea, previene el riesgo de fracturas, favorece el fortalecimiento muscular y mejora la funcionalidad física del individuo, disminuye el riego de caídas, refuerza el sistema inmune, morigera la incidencia de algunos tipos de cáncer (especialmente los de mama, colon y páncreas), amaina el dolor músculo-esquelético asociado al envejecimiento y protege frente a la osteoartritis.
El ejercicio no solo fortalece nuestros músculos, sino que también activa proteínas protectoras llamadas miokinas, que ayudan a defendernos de infecciones virales. En tal sentido, los últimos aportes de la ciencia sostienen que el músculo no solo cumple una función desde lo articular, muscular y funcional, sino que también actúa como un órgano endocrino.
La liberación de miokinas induce cambios tanto en el propio músculo como en otros órganos y tejidos. Estas protegen y mejoran la funcionalidad del tejido muscular, equilibran el metabolismo, la hipertrofia, y procesos inflamatorios. regulando el peso corporal, la inflamación de bajo grado, la sensibilidad a la insulina, la supresión del crecimiento tumoral y la mejora de la función cognitiva.
Beneficios para la salud mental: Afortunadamente hoy estamos en las antípodas de la división cartesiana que separaba la mente (res cogitans), del cuerpo (res extensa) y hay consenso en comprender al ser humano como un todo.
En el plano mental, el ejercicio físico conserva e incrementa la función cognitiva, protege frente al riesgo de desarrollar demencia o Alzheimer, favorece una mejora de la autoestima, disminuye la prevalencia de depresión y ansiedad y favorece la cohesión social.
De allí que la actividad física habitual, el recibir sol y el buen estado de ánimo sean tan valiosos aliados a la hora de combatir la inmunosupresión. Sabemos que, con el movimiento a su vez, se activan hormonas como la dopamina, oxitocina y serotonina, esenciales para liberar estrés y contribuir al equilibrio mental, en tiempos como los actuales, de emociones contenidas post aislamientos compulsivos.
Los motivos que las personas señalan generalmente para realizar actividad física son el cuidado corporal, la estética y la salud. Cualquiera sea la motivación resulta válida, siendo función de quien dirige la actividad, realizar un trabajo individual, gustoso y progresivo.
El mensaje vivencial y no discursivo de la actividad física contagia, elemento que es clave para estimular la voluntad de quien se ejercita.
Como bien señala el reconocido Profesor Emilio Masabeu, “nunca es tarde para empezar, ya que la neuroplasticidad nos espera hasta el último día de nuestras vidas “ y “el placer corporal que se siente en la ducha luego de la actividad física, cambia la estructura de cuerpo en bienestar y no en stress”. Así llegamos al doblemente círculo virtuoso de estar contentos por moverse o moverse para estar contentos.
Conclusiones: Atento todos estos aportes de la ciencia, es importante que:
1.- Se haga un hábito trabajar con estímulos adecuados la fuerza, la flexibilidad y la resistencia.
2.- El ejercicio físico influye sobre las emociones:
3.- Se establezca contacto con la naturaleza y el sol.
4.- Haya sociabilización.
5.-Se estimulen sustancias químicas tales como la dopamina, la serotonina y la oxitocina, ya que estas hormonas según la Asociación Americana de Psicología gestionan el estrés, mejoran el humor y la promoción de un interés activo en la vida.
6.- Se active la neurogénesis que, para la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, promueve la formación de nuevas neuronas.
7.- Si no puedo mover una parte del cuerpo podré hacerlo con otra.
8.- Se recupere la memoria del cuerpo por más años que hayan pasado de inactividad.
9.- Si ya no puedo hacer la actividad de siempre, podré hacer otra.
10.- El ejercicio sobre todo en adultos mayores ayude a brindar autonomía (a través de la propioceptividad, flexibilidad y tono muscular) para no moverse “en bloque”, tener mejor equilibrio y con ello evitar caídas.
Tomarse el tiempo para caminar 30 minutos al día, subir las escaleras en lugar de tomar el ascensor, o incluso practicar ejercicios con el propio peso del cuerpo o estiramientos en casa, pueden ser grandes pasos hacia una vida más activa.
El carácter intransferible de la actividad física en cualquiera de sus posibilidades (educación física, deporte o simplemente prácticas corporales con desgaste de energía), es además y màs que nunca, un recreo de las pantallas y del sedentarismo, convirtiéndose en un espacio propio de cada persona para el que hace falta voluntad e inteligencia.
Por ello como señala Isidro “Mi propósito en la vida es ser feliz, para eso debo ser libre y no puedo ser libre sino tengo salud”.
No esperes al mañana para empezar a cuidar de ti. Da el primer paso hoy, porque lo que hagas ahora determinará tu bienestar futuro.
*Abogado. Profesor Nac. Educación Física. Docente universitario. angrimanmarcelo@gmail.com

Este lunes, como cada 6 de abril, el mundo nos recordó algo vital: la actividad física no solo es clave para mantener el cuerpo en forma, sino que es esencial también para nuestra salud mental.
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