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De la tiza y el pizarrón… a los algoritmos y la tecnología

Redacción

Por Manuel Castañon López

La irrupción de ChatGPT en nuestra vida diaria y su amplio uso nos plantea un nuevo desafío para los ciudadanos de a pie: aprender a hacer preguntas y dirigir los sistemas de inteligencia artificial para obtener los resultados deseados.

Así como la aparición de la computadora personal o de internet en nuestra vida diaria nos obligó a aprender a utilizar esos sistemas, la constante aparición de nuevas herramientas completamente disruptivas nos exige nuevas habilidades, que están lejos de nuestra rutina diaria.

ChatGPT es solo la punta del iceberg de cientos de herramientas que, desde hace muchos años, están innovando en la industria, la medicina y la informática. Y no es la única, ya que su evolución es constante.

¿Necesitamos escribir? Podemos utilizar ChatGPT, Bing o Jasper. ¿Necesitamos ayuda para programar? Tenemos a Github Copilot. ¿Queremos diseñar una imagen o un video? Midjourney o DALL-E. ¿Planificación laboral? Notion.

Las herramientas son numerosas. Pero debemos aprender a usarlas. Al menos, debemos tener una idea de cómo trabajar con ellas.

En estos tiempos modernos, el gran desafío de la educación es proporcionar a las personas de todas las edades las habilidades necesarias para utilizar las diversas herramientas existentes según sus necesidades personales, académicas o productivas. En un futuro cercano, el uso de la inteligencia artificial se convertirá en un requisito, y no únicamente una preferencia, para encontrar empleo o mejorar la productividad, tanto en ámbitos públicos como privados.

El Consenso de Beijing sobre Inteligencia Artificial y Educación de 2019 promovió la inclusión de la IA en las políticas educativas, no solo para la gestión y la docencia, sino también para el desarrollo de “valores y habilidades para la vida y el trabajo en la era de la IA”. Se destacó la importancia de crear cursos y programas de investigación para desarrollar el talento local, en un marco de uso ético, transparente y verificable de los algoritmos utilizados.

Más tarde, en diciembre de 2020, la UNESCO publicó el informe del Foro Internacional sobre IA y los Futuros de la Educación, donde se calificó al asunto como un “desafío global” y se enfatizó que la IA debe incluirse en los planes de estudio para que todos los ciudadanos y ciudadanas la utilicen, la comprendan e interactúen con los sistemas de IA para tomar decisiones debidamente informadas.

Según ese organismo internacional, los nuevos planes de estudio deben incluir no solo conceptos básicos de IA (como algoritmos, aprendizaje automático o modelos de lenguaje), sino también lenguajes de programación relevantes, ejemplos de aplicaciones de IA en la vida real y casos de estudio, tanto de éxito como de fracaso.

También se promueve el abordaje de los aspectos éticos, como los sesgos algorítmicos, la discriminación existente en los sistemas, la ciberseguridad y la propiedad intelectual.

Finalmente, una de las competencias que presenta uno de los mayores desafíos es el “prompting”, es decir, la forma de hacer preguntas o solicitar una respuesta útil al sistema de IA.

Naturalmente, la irrupción de estas herramientas reemplazará gradualmente ciertas actividades que los seres humanos realizamos en nuestra vida diaria. Será crucial comprender el alcance de esta transición y, en busca de la adaptabilidad, determinar qué herramientas son necesarias en el ámbito laboral, académico o personal.

Los planes de estudio enfrentan constantes desafíos relacionados con la selección de temas y contenidos prioritarios, y están sujetos a cambios constantes. La IA es un fenómeno de tan alto impacto que nos obliga a repensar no solo los contenidos a enseñar, sino también los fundamentos y objetivos de dichas enseñanzas.

Así como la educación presenta constantes desafíos, también los presenta la docencia en todos los niveles. En estos tiempos, no será suficiente con aprender, sino que también deberemos entender cómo el uso de la IA impacta en el aprendizaje de las personas.

No puedo olvidar las enseñanzas de mi abuela Marta, quien, como directora de escuela ya jubilada, diagnostica constantemente los desafíos en la materia que tanto la apasiona.

“Querida abuela: los pizarrones y las tizas, tan usados por nuestros docentes que trabajan con tanta dedicación, en poco tiempo comenzarán a convivir con los bytes de este nuevo mundo”.

(Este artículo fue escrito por un ser humano y fue depurado utilizando Notion)

Miembro del Instituto de Derecho e Inteligencia Artificial del Colegio de Abogados y Procuradores dirigido por la Dra. Vanesa Ruiz.


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