El balotaje y la pausa provincial

Weretilneck aminoró la marcha en la transición. Espera el balotaje para concluir su arquitectura y entiende con ese fallo descubrirá cuánto de difícil será su tercer gobierno. Aún la pausa, hay rastros de su dotación ministerial. Avanza en proyectos que renuevan tensiones con Carreras, como la reforma de la ley de Tierras, que se tratará el viernes.

Weretilneck aminoró la marcha en la transición. Entiende que el fallo del balotaje configurará la arquitectura definitiva de su gobierno.

El rionegrino salió a jugar por Sergio Massa. Habrá gran despliegue de JSRN para el acto del martes en Cipolletti que encabezará el candidato de UP. Se reunirá antes con legisladores y jefes comunales. También, traería, en modo ministro, anuncios vinculados al manejo provincial de las represas y al tren de pasajeros desde Chichinales hasta Neuquén.

Anteriormente, Massa estará en Roca con una agenda organizada por Martín y María Emilia Soria. Tanto malabarismo del candidato que en Río Negro hace parecer que confluyen dos sectores bien antagónicos.

En la Provincia, Javier Milei depende de sus feligreses, pues su dirigencia está dinamitada y el PRO promete ayudar con fiscales, que es la demanda libertaria.

Aún la pausa impuesta, hay rastros de la futura dotación de Weretilneck. El último esquema ubica a Gabriel Sánchez en Hacienda-Economía; Ana Senesi en Salud; Nelson Cides en Secretaría General y Marcela Ávila en el Ipross. Daniel Jara se ocuparía de Seguridad (sin precisar aún si será ministro o segundo). Seguirían Carlos Banacloy en Producción y Andrea Confini en Energía mientras que ascendería a Alejandro Echarren en Obras Públicas. Para las restantes carteras mayores persistirían las dudas.

El senador tendrá listos en diciembre proyectos claves, como las nuevas leyes de Tierras y Minería, y anunció para febrero o marzo el inicio de las renegociaciones petroleras, que garantizarán recursos extraordinarios.

La reforma de tierras tendrá una inicial aprobación en una sesión que se convocará para el viernes. El oficialismo tiene premura porque quiere tratarlo con esta composición legislativa donde tiene más legisladores que en la próxima. Finalmente, el proyecto -aún no conocido- será del bloque después de que la gobernadora Carreras se mantuvo en la negativa de presentarlo lo que facilitaba el trámite, con una única votación. Eso generó otra discusión de la mandataria con Facundo López, renovando conflictividad entre las partes.

Esta porfía institucional finalizará en pocos días. Asoman, en cambio, otros desafíos. Weretilneck propone una constitución superior a la de JSRN y, para eso, aparenta su creencia en el Gran Acuerdo partidario aunque actúa con su propia invención.

Coloca de su lado a 30 de los 39 intendentes, a pesar de que Juntos registrará un retroceso, pasando de los 19 actuales a 17, pero arrima 13 “aliados”, entre los radicales y peronistas de los Nos Une. Esta forzada contabilidad política expresa fallas en las filas mismas del oficialismo.

La Liga de Intendentes se reactivó en la reunión de JSRN de Cipolletti de fines de septiembre. Afloró cierto fastidio por una previa juntada de los jefes comunales, alentada por Adrián Casadei, y que tuvo un manifiesto crítico hacia el gobierno provincial y peticiones de participación futura en las decisiones. Antes, el sanantoniense habló con el cipoleño, quien habría sumado la inseguridad a la agenda.

Recientemente, el oficialismo se reencontró en Viedma. No se registró otro cónclave municipal, pero la tensión saltó en la cumbre partidaria cuando Fabián Galli (Cordero) arremetió contra sus pares por la reeditada Liga, que la ubicó enfrente del gobernador electo y contrapuso esa maniobra con la inacción durante la presente administración.

“Algunos se arrastraron” (con la gobernadora), les tiró y generó duras reacciones de Robin del Río (Beltrán) y Miguel Petricio (Mainque). No faltaron otros desbordes verbales y amagues de pugilatos. Quedó un clima enrarecido y, por ahora, los intendentes, aún sus justificaciones, seguirán sus intercambios -mayormente- por su grupo de WhatsApp.

La política puede someterse a excentricidades, la conducción estatal requiere de otros métodos. Lo sabe Weretilneck, quien inicialmente espera el balotaje para descubrir cuánto de difícil será su tercer gobierno.


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