Análisis: El jet lag político de la gobernadora
Los conflictos salariales escalaron en Río Negro desde que Arabela Carreras retomó la actividad oficial.
La gobernadora hizo declaraciones lunes y martes en Bariloche. Hoy no quiso sumar opiniones. (Foto: Marcelo Martínez)
En menos de 48 horas, los conflictos salariales crecieron a una velocidad que no habían registrado en dos meses de negociaciones entre el gobierno rionegrino y los gremios estatales.
Y esa escalada de los niveles de tensión tiene un factor preponderante: las últimas declaraciones públicas de la gobernadora, Arabela Carreras.
Análisis: El jet lag político de la gobernadora
La mandataria planteó primero la condición de capacitación para los docentes, para conceder un plus que mejore los ingresos dentro de ese sector.
Importante e interesante tema para abordar, porque pone la mirada en un aspecto medular: la calidad de la educación que reciben los niños y adolescentes rionegrinos.
Pero la relevancia de ese debate pendiente no exime a la gobernadora del sentido de oportunidad que deben tener sus expresiones.
Con las paritarias abiertas, con un plan de lucha latente y con seis jornadas de paro concretadas desde marzo, la postura de Carreras fue asumida por la Unter como una provocación, destinada más a restarle legitimidad al gremio que a resolver un dilema central para el futuro de la provincia.
La titular del Ejecutivo quedó cerca de las estrategias que supo usar el gobierno radical años atrás, cuando en medio de las crisis salariales surgía la idea de revisar el Régimen de Licencias de los docentes.
La buena salud que goza ese laxo sistema es la prueba más clara de que esas intenciones declamadas no eran más que un apriete para que el sindicato retrocediera con sus planes de lucha.
Y si algo faltaba para llevar la memoria a los gobiernos radicales, Carreras habló después de un posible pago de salarios con bonos.
Nada parece indicar que Rio Negro esté cerca del escenario político y financiero de 1995. ¿O no es así?
Si la fortaleza de un Estado que paga “los segundos mejores salarios docentes del país” no es tal, alguien debería explicarlo rápidamente, para evitar mayores contratiempos.
Después de varios días en Israel, las declaraciones de la gobernadora sorprenden a propios y extraños.
Nadie esperaba este agregado de combustible a un fuego que parecía controlado y ahora no se sabe hasta dónde se extenderá.
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