El nuevo Congreso: Milei rompe a la oposición

Patricia Bullrich tomó las riendas absolutas en el Senado incluso en pequeñas batallas simbólicas, como haberse quedado con el despacho más codiciado, el que ocupara Martín Lousteau.

Algunas postales de la sesión preparatoria de Diputados grafican lo que viene: Javier Milei empoderado agitando a sus fieles junto a una omnipresente Karina Milei; Lilia Lemoine a la cabeza de las barras de choque y Martín Menem cada día más ratificado como guardián y armado de la hermana del Presidente. Apenas un paso más atrás estuvo Manuel Adorni que sigue ejerciendo funciones de vocero por sobre las de jefe de gabinete al punto que desplazó al secretario de Relaciones Institucionales con el Congreso. Probablemente ni siquiera le haría falta reemplazarlo ante la evidencia de que las negociaciones no tienen delegados sino dueños.

Entre los invitados se recortó también la figura de Patricia Bullrich que tomó las riendas absolutas en el Senado incluso en pequeñas batallas, simbólicas, como haberse quedado con el despacho más codiciado, el que ocupara por la Ciudad el radical Martín Lousteau.

Diego Santilli los acompañó en el mismo palco presidencial aunque por momentos menos visible: es un garante para los desconfiados gobernadores que en sus declaraciones respaldan el espíritu dialoguista pero reclaman todo lo que no se cumplió y piden por escrito las nuevas promesas. Se lo dijo esta semana hasta Jorge Macri que no logra que Nación le pague la deuda con la Ciudad. El Gobierno sigue incumpliendo el fallo de la Corte Suprema como sigue en deuda con Santa Fe y La Pampa por la caja previsional e incluso los acuerdos de extinción de deudas recíprocas.

Los Menem –Martín y Lule en Casa Rosada- forman un esquema de pinzas con el que sigue en competencia el asesor sin cargo Santiago Caputo. Hoy se disimulan las diferencias en pos de conseguir votos para el Presupuesto y el resto de las leyes que acaba de incluir el presidente en el llamado a sesiones Extraordinarias.

Sospechosamente en una gestión que juega a la sorpresa y guarda celosamente sus iniciativas, desde hace varios días se hace circular un borrador de reforma laboral que este fin de semana terminará de emprolijarse. En medio de una sucesión de cierres de industrias, pymes y suspensión de trabajadores el texto enumera todos los ítems que se venían filtrando: blanqueo de los no registrados sin penalidad; posibilidad de jornadas laborales de hasta 12 hs; tope a las indemnizaciones y banco de horas, entre otros. Los gobernadores sin embargo no recibieron esas 109 páginas, al menos no de forma oficial.

El debate que se viene será intenso y el Gobierno, a pesar del agite en la jura de esta semana, no tiene los votos asegurados. A los 95 propios que logró sumando La Libertad Avanza, los exPRO bullrichistas y los exradicales, necesitan sumar 34 voluntades. El PRO más la UCR y el MID tienen 22 y Unidos –Provincias Unidas, Coalición Cívica y Encuentro Federal- otros 22. Además están los siete del armado entre Salta y Misiones y los siete que se reparten en los bloques que reportan a los gobernadores peronistas Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil. De todo ese universo podría salir el número mágico que necesita el Gobierno nacional.

Sin embargo, un experimentado Miguel Ángel Pichetto que pasó de dialoguista a opositor, le hizo una advertencia al mileísmo: “Que el Gobierno no se entusiasme mucho, no tienen el control total de la Cámara” sentenció al mismo tiempo que reiteró la urgencia por la protección de la industria nacional.

Pichetto no está cómodo con el lugar que le tocó en Unidos. Pero ya hace escuchar su opinión después del debut más tibio de la jefa del bloque que integra, la exvicegobernadora de Santa Fe Gisela Scaglia a quien impulsaron el chubutense Ignacio Torres, el santafesino Maximiliano Pullaro y el cordobés Martín Llaryora. También Torres y Scaglia sumaron al rionegrino Sergio Capozzi en otra señal de rebeldía del PRO en el interior donde la queja es compartida. Como dijo el titular de esa fuerza en Río Negro, Juan Martín, “el bloque del PRO en Diputados quedó desdibujado, casi transformándose en una representación de la Capital y el Gran Buenos Aires”.

Quejas similares se oyen entre muchos referentes peronistas que dialogan con Casa Rosada como el tucumano Osvaldo Jaldo, el catamarqueño Raúl Jalil y dirigentes de Jujuy, La Rioja o San Luis que rompiendo o con disidencias internas contribuyeron también a que La Libertad Avanza tenga al menos la primera minoría. Aún así, la pelea será ley a ley.


Algunas postales de la sesión preparatoria de Diputados grafican lo que viene: Javier Milei empoderado agitando a sus fieles junto a una omnipresente Karina Milei; Lilia Lemoine a la cabeza de las barras de choque y Martín Menem cada día más ratificado como guardián y armado de la hermana del Presidente. Apenas un paso más atrás estuvo Manuel Adorni que sigue ejerciendo funciones de vocero por sobre las de jefe de gabinete al punto que desplazó al secretario de Relaciones Institucionales con el Congreso. Probablemente ni siquiera le haría falta reemplazarlo ante la evidencia de que las negociaciones no tienen delegados sino dueños.

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