Selección Sub 20, crédito abierto para el fútbol argentino
Dio gusto ver a esta selección y descubrir en ella- cual arqueólogo del deporte- las huellas del ADN del fútbol argentino. La final perdida será un capítulo para el aprendizaje.

La selección argentina Sub 20 que cerró su participación en el Mundial de Chile 2025 es un mapa del ADN futbolístico argentino. En ella se perciben ecos del Juvenil del 79 en Japón, del campeón de México 86 y de la Scaloneta que hicieron del fútbol argentino, un idioma conocido en todo el mundo.
El recorrido del equipo de Diego Placente, con triunfos sucesivos en fila ante Cuba (3-1), Australia (4-1), Italia (1-0), Nigeria (4-0), México (2-0), Colombia (1-0), sucumbió con justicia en la final contra Marruecos (0-2).
Con un juego ordenado y aguerrido atrás, en los seis primeros partidos, los defensores dejaron la piel en cada ataque rival, los mediocampistas aportaron quite y juego en el medio y de tres cuartos en adelante, paciencia, cambio de ritmo y punzantes atacantes a la hora de definir.
Aunque cueste asumirlo, en la final Marruecos aprovechò mejor sus oportunidades, con contraataques largos y directos; para defender luego, con rigurosa disciplina táctica, la diferencia de dos goles obtenida. Nada que objetar.
El subcampeonato mundial obtenido, en nada esmerila el valioso hecho de haber alcanzado otra final tras dieciocho años.
Por fin, Diego Placente parece ser el mejor intérprete de su mentor José Pekerman y auscultar el alma de aquella recordada escuela, de la que fue discípulo en el Mundial de Malasia de 1997.Su paso por la Sub 15 y Sub 17, acompañando la evolución de sus jugadores, mucho ha contribuido a definir la personalidad de este equipo.
Desde el arquero Santino Barbi, un chico venido de El Tío, pequeño pueblo de Córdoba, elegido como el mejor en su puesto. Los centrales Tobías Ramírez y Juan Manuel Villalba quienes combinaron relevos y cierres, con salidas limpias y hasta habilitaciones desde el fondo.
Los laterales Dylan Gorosito y Julio Soler aportaron marca, pero también desborde con centros precisos, mientras que un mediocampo, equilibrado con Tomas Pérez, Milton Delgado (destacado por la FIFA) abrieron paso a los disruptivos Maher Carrizo y sobre todo Gianluca Prestianni, con habilidad y desequilibrio.
Bien arriba, Alejo Sarco, Ian Subiabre y Mateo Silvetti desde el banco, aportaron gol y preocupación a las defensas rivales.
Como señala Román Iucht: “Es un equipo que sabe sufrir, sobrelleva los momentos difíciles y golpea cuando tiene que hacerlo”.
Pero más allá del talento individual, hay algo que distingue a esta selección: educación y control emocional. Algo que mucho se extrañaba y que era una marca registrada de los equipos de José. El hecho de que varios jugadores a pesar de su juventud, vengan de abajo y ya militen en el exterior o en equipos de primera, ha contribuido a tal maduración.
La semifinal ante una muy dura Colombia -que perdió los estribos en la expulsión de Rentería-, mostró a un equipo capaz de mantener la calma, resolver con inteligencia y mantener su identidad. Mucho recordó a la final de la última Copa América, en la que la Scaloneta venció al equipo cafetero con gol de Lautaro Martínez.
Argentina demostró -salvo en la final- ser un equipo versátil: adaptable al rival, pero fiel a su filosofía. Con todo ello Argentina ha recuperado una línea de juego y una mística. Algo que se había difuminado en el muy descolorido periodo en que Javier Mascherano dirigió a los juveniles.
En definitiva, dio gusto ver a esta selección y descubrir en ella- cual arqueólogo del deporte´- las huellas del ADN del fútbol argentino. No pese a ello la final perdida, que será un capítulo para el aprendizaje y un estímulo más para seguir creciendo.
La sub 20 en definitiva, deja al futuro del fútbol argentino con un crédito abierto, más pensando que a futuro, se pueda contar con jugadores estelares a los que no se les dio autorización como Franco Mastantuono y Claudio Echeverri, más el lesionado Álvaro Montoro.
También una crítica subyacente para nuestro país: Que, cuando se organiza, cree en su talento y trabaja unido, puede volar alto.
Abogado. Prof. Nac. de Educación Física. Docente Universitario. angrimanmarcelo@gmail.com

La selección argentina Sub 20 que cerró su participación en el Mundial de Chile 2025 es un mapa del ADN futbolístico argentino. En ella se perciben ecos del Juvenil del 79 en Japón, del campeón de México 86 y de la Scaloneta que hicieron del fútbol argentino, un idioma conocido en todo el mundo.
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