Otra jornada difícil por la rotura del acueducto

El hospital tuvo que reducir su atención. Hubo más de 40 colegios sin clases.

Matías Subat

Un operario revisa el caño reparado luego de restablecido el servicio.

NEUQUÉN (AN).- A pesar de que desde las primeras horas de ayer comenzó a normalizarse el bombeo y distribución del agua potable luego de la rotura de un caño maestro, los inconvenientes persistieron en varios sectores de la ciudad. Más de 40 colegios primarios, secundarios y terciarios suspendieron sus clases por falta de agua. los comercios de venta de viandas tuvieron cocinar con agua mineral y los clubes deportivos privado del sector sur suspendieron sus actividades.

Una rotura del acueducto troncal de calle Bahía Blanca dejó desde el domingo pasado a todo el este de la ciudad sin agua potable. Los trabajos de reparaciones demandaron toda el día y noche del lunes. Finalmente desde la madrugada de ayer comenzaron a bombear nuevamente el líquido desde la toma del río Limay hacia el tanque de Santa Genoveva que abastece a casi todo el sector de la meseta y parte del centro de la ciudad.

El presidente del EPAS Víctor Marecos, fue quien anunció el fin del problema, aunque adelantó que el sistema se normalizaría durante el transcurso de las horas. Hasta el mediodía de ayer el panorama era similar al lunes.

El hospital Castro Rendón con sus 240 camas ocupadas, debió suspender su atención programada ambulatoria e interna. Mantuvo sus guardias mínimas atendiendo sólo urgencias y tratamientos impostergables como diálisis, tratamientos oftalmológicos y la atención de pacientes del interior. Tampoco aceptó pacientes derivados de otros centros de salud, los casos más urgentes que requerían atención fueron redirigidos al hospital Heller y al nosocomio de Centenario. “Como el abastecimiento de agua con camiones del EPAS no nos alcanzaba a cubrir al demanda de agua, alquilamos un camión cisterna que nos trae agua cada dos horas. Además compramos bidones de 254 litros para uso de los pacientes internados, del personal del hospital, cocina y limpieza de aparatología e instrumental de laboratorio”, explicó ayer Adrián Lammel, director del Castro Rendón.

Veinte escuelas primarias, catorce colegios secundarios, cuatro institutos de educación terciaria y nuevo escuelas privadas debieron suspender las clases en ambos turnos por falta de agua. La Universidad Nacional del Comahue tampoco dictó clases y las distintas dependencias del gobierno provincial y municipal suspendieron sus actividades diarias. Los clubes privados de los barrios ubicados en los barrios lindantes al río Limay también se vieron afectados por la falta de agua y debieron suspender sus actividades durante todo el día.


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