Paquete de reclamos a Alpat antes de arrancar

El Codema habilitó las operaciones de la empresa, pero con fuertes condiciones.

VIEDMA (AV)- Alcalis de la Patagonia será obligada a informar rápidamente de eventuales accidentes ambientales, a contratar un seguro, y a efectuar un monitoreo permanente del repositorio, según la disposición ambiental que autoriza en forma condicionada el funcionamiento de la planta de carbonato de sodio en San Antonio Oeste.

El Consejo Provincial de Ecología y Medio Ambiente (Codema) emitió ayer la resolución Nº 5 habilitando operaciones siempre que se cumpla un exigente bagaje de previsiones, y paralelamente el gobernador Miguel Saiz le entregó a la empresa un manual de auditoría cuyo cumplimiento es de carácter obligatorio y vinculante.

La empresa tendrá que informar los incidentes ambientales -tanto en la planta, como en sitios de extracción de materia prima y viaducto- en un plazo no mayor a ocho horas de producidos, lo cual permitirá evaluar las supuestas afectaciones al medio y su remediación.

El seguro tendrá que ser contratado en un término de 30 días, desde la notificación, y deberá tener entidad suficiente para garantizar el financiamiento de la recomposición de los daños ambientales que pudiesen producirse.

El artículo 5º de la resolución requiere en 120 días un estudio para determinar cuáles serán las acciones a realizar por la empresa para minimizar los posibles efectos negativos sobre el turismo adoptando como unidad ambiental de análisis también al balneario Las Grutas.

Por otro lado, se ordenará llevar a cabo en 90 días un programa para atenuar el impacto visual que genera la planta, y confeccionar un pla de mejora continua de todos los procesos e insumos, cuyos avances deberán ser informados en forma semestral al órgano de control.

Las mejoras apuntarán a cambiar elementos químicos menos agresivos, en tanto que los inspectores deberán ser munidos -por parte de la firma- de equipos portátiles destinados a medir ruidos y concentraciones de amoníaco apuntando a buscar su minimización.

Fue confirmada la exigencia de que la empresa tendrá que construir un reservorio a cielo abierto dentro del propio complejo, con una capacidad de 4.800 metros cúbicos. Ese tanque servirá para contener al efluente líquido ante posibles incidentes -qu obliguen a parar la producción- y que contenga un volumen no inferior a como mínimo 12 horas de funcionamiento en régimen normal de la planta.

La resolución otorgó el beneplácito para dragar la zona del puerto mineralero, aunque fuentes oficiales indicaron que la autorización implica la tarea de «refulado», una suerte de emparejado con una aspiradora como para minimizar el impacto en el lecho marino.

Por otro lado, se le otorgó un máximo de un mes para aplicar un programa de monitoreo de la flora y fauna en la bahía de San Antonio con el objeto de medir la actual situación del sector como punto de partida.

Asimismo, fue ratificada la resolución Nº1 emitida en 2003 con el fin de evaluar posibles bancos de nieblas en el repositorio del «Bajo el riñón», ubicado a 14 kilómetros del centro de la localidad, y que pueden afectar el tránsito en el cruce de las rutas nacionales 3 y 251 y la provincial 2.

La empresa tendrá que tomar recaudos en la zona de ingreso a la planta debido a que por allí circularán alrededor de 50 camiones diarios. Fuentes oficiales no descartaron que podría colocarse un semáforo en ese cruce.

Satisfacción sindical

Una representación sindical y de trabajadores estuvo presente ayer en el Salón Gris para apoyar con un cerrado aplauso lo que podría ser la llave para entrar a producir carbonato de sodio.

«Esto es importante y nosotros también estamos preocupados porque se hagan las cosas bien para preservar el medio ambiente y la salud de los trabajadores», afirmó el delegado normalizador del Sindicato de Trabajadores Químicos de Río Negro, Edison Picabea.

Destacó que «somos conscientes de los pasos que se cumplieron, y les pedimos que sigan fiscalizando, mientras que nosotros lo haremos desde adentro».

El dirigente gremial mencionó que este emprendimiento no afectará el ecosistema porque nadie cumplió las exigencias como Alpat, mientras que la planta de aluminio Aluar en Puerto Madryn -según denunció- vuelca sus efluentes al mar. (AV)

Ventas diarias, la estrategia comercial

La inserción en el mercado de la soda solvay rionegrina pasará a enfrentar a importadores consolidados, buscando compradores que necesiten entregas diarias del producto.

Osvaldo Dagnino explicó a «Río Negro» que «no será fácil entrar a un mercado consolidado, pero muchos se ven obligados hoy a importar esporádicamente un volumen de 5.000 toneladas, con todo lo que significa alquilar un barco. Por lo tanto pretendemos entrar con la ventaja del día a día o semanal, y un precio competitivo».

Reveló que en la actualidad existe una demanda anual en Argentina de 200.000 toneladas, mientras que «nosotros produciremos 250.000 en el mismo lapso, y además buscaremos ingresar a los países del Mercosur».

El empresario se mostró emocionado por el aval oficial y se comprometió a cumplir con las leyes «de manera tal que siempre podamos recibir el título de líderes en cuestiones ecológicas» y para lo cual «gastamos mucho, aceptamos varias cuestiones, y los especialistas en ecología de esta provincia nos enseñaron a través de estos años».

En ese sentido, insistió en que «todos los experimentos y análisis implican un desarrollo que puede hacerse sin afectar el turismo, la pesca y los pajaritos», en referencia a las aves migratorias que toman como base la bahía de San Antonio. (AV)

Más empleo sin riesgo ambiental

El gobernador Miguel Saiz destacó en el acto que la planta de Punta Delgado permitirá que un millar de trabajadores tendrán empleo «sin poner en riesgo la sustentabilidad de nuestros recursos y afectar la calidad de vida de nuestra gente».

Se mostró convencido que contribuirá con la economía rionegrina contratando los servicios de pequeñas y medianas empresas rionegrinas «generando gran cantidad de empleo».

No obstante, reparó en que desde el Estado «constituimos un proceso participativo y transparente, considerando los impactos positivos y negativos del emprendimiento».

Luego formuló un profuso análisis de las precauciones que tomó el gobierno provincial en los últimos 15 años, antes de desembocar en el proceso de habilitación. Aclaró incluso que se «respetó a la comunidad escuchándola y así compatibilizar sus preocupaciones y demandas con el desarrollo sustentable» del turismo y la pesca, haciendo referencia a la realización de la audiencia pública concretada el 2 de marzo.

El mandatario provincial puso énfasis en señalar que el emprendimiento de Alpat será la única planta de estas características que no volcará sus efluentes al mar. (AV)


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