Parrillas del siglo XXI

Abandonaron el fondo del patio y ganaron valor al sumar atributos estéticos a los funcionales. Un arquitecto de Neuquén describe los distintos tipos y brinda consejos para construir la ideal.

ARQUITECTURA

Las parrillas dejaron de ser meros artefactos para cocinar a las brasas. El tiempo les trajo valor y personalidad, lo que hoy las hace ocupar un lugar central en los ambientes en que se sitúan.

Si bien hay diferencias entre las que se ubican en el interior de las casas y las que se encuentran en el exterior, se destacó que ahora se presta atención especial a que decoren los espacios para convertirlos en acogedores y familiares. “Desde el concepto de diseño moderno, cada elemento que compone el proyecto está en equilibrio visual y espacial. Se transforma entonces la parrilla en un elemento integrado a un todo y definido simultáneamente como una parte confluyente de ese todo, y en una búsqueda necesaria y definida del detalle visual y constructivo”, explicó el arquitecto neuquino Pablo Safiar.

En ese sentido destacó que “es necesario que los aspectos básicos funcionales se cumplan: volumen de cámara (ancho, alto y profundidad), dimensiones de la boca, proporciones y altura de chimenea, pulmón, etc. Una vez establecido lo funcional correctamente, viene el aspecto estético o visual, que está directamente relacionado con su espacialidad envolvente, el buen criterio del proyecto y gusto del propietario”.

Básica o fogón

Es un tipo de parrilla que puede estar a nivel del suelo, pero es preferible construirla sobre una plataforma de hormigón apoyada sobre dos paredes de mampostería y a una altura de unos 70 centímetros, justo para asar con comodidad. A los costados se puede levantar una hilera o dos de ladrillo, para proveer un cierto reparo del viento a las carnes que se asan.

Simple

Tiene campana y rara vez pulmón. Generalmente está ubicada en espacios abiertos, con chimenea de poca altura. Es económica en todo sentido. El engrillado no tiene sistema de levantamiento para acercarlo más o menos a la braza.

Es una parrilla que genera una nube de humo al encenderla. Por fin, y solamente cuando empiezan a quedar las brasas, se le puede uno acercar. Es el momento en que el parrillero pone la carne.

“Recién cuando la parrilla se ubica en un espacio cerrado, se empieza a tener la necesidad del pulmón y del sistema levadizo. Pero siempre algunos humitos rebeldes vagarán por las cabriadas del quincho”, afirmó el arquitecto.

Esta parrilla siempre se emplaza en espacios abiertos con accesorios varios: pileta de lavar, armarios, pérgola, bancos o sillas y mesas o caballete y tablones. “El humo, especialmente al comienzo de la combustión de la leña o carbón, sigue los caprichosos remolinos de aire que son propios de los patios encerrados. Es inconfundible para los vecinos esta puesta en marcha para hacer un asado”, agregó.

Es el modelo que se ubica después del fogón pero antes de la soñada parrilla sin humo, las llamadas de “alta gama”.

Alta gama

Es el sueño cumplido para muchos. Es el tipo de parrilla de “alta gama” que tiene todo: sistema levadizo, grillas enlozadas intercambiables con hierros redondos y con módulos multifunción. Gran campana con eficaz pulmón para retorno de corrientes de aire fría descendiente y tiraje regulable, revestimiento interior de ladrillos refractarios completo (pisos y paredes), sistema levadizo con coronas y piñón, manivela exterior tipo volante. Y también, si el largo lo permite, un espacio donde se emplaza un canasto para colocar la leña con hierros bien alejados, para que a un cierto punto la brasa encendida caiga en el piso y desde aquí se la coloque debajo del engrillado de la parrilla.

Posibilidad de colocar un soplete de gas para encender las mismas, palas, palitas, atizadores de brasas, cepillos de metal para limpiar los hierros de las grillas, tenedores largos, cuchillos de buenas reputación, tablas para cortar y un mostrador de trabajo.

La parrilla perfecta debe elevar todos los humos: aquellos de la primera combustión de la leña o carbón y aquellos pesados de la cocción de las carnes, pues contienen partículas de grasa.

La chimenea debe elevarse por lo menos un metro y medio más de las estructuras vecinas, sean ellas medianeras, árboles, tanques, etc.

“Para llevar a cabo esta parrilla debemos contar con asesoramiento de expertos técnicos y experimentados hombres de la práctica”, recomendó el arquitecto.

Parrilla estufa hogar

Es un tipo de parrilla multifunción. Es común su intensa utilización en nuestra Patagonia de montañas, lagos y bosques donde las inclemencias del tiempo no permiten estar afuera muchos días. Reúne todas las características de la parrilla completa, a lo que se le puede sumar un sistema de puertas de chapa para evitar que en invierno ingrese el frío. Suele estar de 20 a 40 cm del piso, ya que su uso está directamente incorporado a la sala de estar y su placentero uso físico y visual.


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