Pesca en el Limay Medio: los consejos de un guía en la meca de las truchas marrones migratorias

Las truchas remontan 90 kilómetros desde el embalse El Chocón hasta la presa Pichi Picun, en una zona que se convirtió en una de las preferidas de los pescadores por el porte de los peces. De cara al fin de semana largo de Semana Santa, un guía comparte sus experiencias para capturarlas.  

Equipos, moscas, estrategias y la influencia de factores como el pronóstico meteorológico y la erogación de la presa: en la previa del fin de semana largo de Semana Santa, el guía Gastón Ambrosino describe paso a paso la mejor manera de ir por una captura inolvidable en un río con fama mundial. 

«Podemos asegurar que el río Limay Medio es conocido mundialmente por las grandes marrones que se capturan. Éstas no son una tarea fácil y hay varios factores que se deben dar para que el sueño de todo pescador de capturar su trucha trofeo se haga realidad», señala.

El Limay Medio y una de sus marrones migratorias


Luego del comienzo del otoño las marrones comienzan a entrar en cardúmenes para ir copando los sectores de apareamiento y las camas de desove y son mayores las chances de lograr capturarlas, amplía el guía.

«Muchos pescadores piensan en volver cada año en abril y mayo a buscar su gran trucha trofeo y superarse cada año. Si bien en esta época la cantidad de capturas disminuye, por otro lado es el momento de dar con estos ‘submarinos’ que remontan 90 kms desde el embalse El Chocón hasta la presa Pichi Picun y se quedan en el río para reproducirse en los diferentes sectores que el río Limay ofrece», sostiene.


Y completa: «Sabemos que estas truchas llegan a grandes por su astucia y que en el transcurso de los años se cuidan y desconfían de cualquier cosa que no les parezca natural: esto hace que para encontrarlas, engañarlas y capturarlas debamos pensar de alguna forma como actúan y su comportamiento frente a nuestras imitaciones».


A lo largo de su vida las grandes marrones lucharon contra varios depredadores  para poder crecer,  como es también la presión de los pescadores que hizo  que con el tiempo estas truchas comiencen a ponerse cada vez mas esquivas y a notar cosas por las cuales ellas se asusten o ataquen nuestras imitaciones dando comienzo a una lucha inolvidable para cualquier pescador, explica.

«Como guía profesional cada día antes de comenzar una jornada de pesca tengo en cuenta algunos datos muy importantes para saber donde voy a encontrar a estos peces» :

  • Pronostico del tiempo, velocidad y dirección del viento: «En caso de vientos fuertes no elijo la opción de flotar. En cuanto a la dirección del viento puedo elegir la costa que más me convenga para lanzar siendo derecho o zurdo: a veces es mejor pescar del lado del Neuquén y otras del lado de Río Negro».
  • Reporte del caudal: «Cada día que salimos a buscar a las marrones migratorias nos informamos de la erogación para ese día , dependiendo si el caudal es muy alto, medio o bajo decidimos dónde podemos encontrar a las marrones ya que hay lugares donde las encontramos remontando y lugares donde la encontramos descansando.


«Cuando salimos a buscar estos peces debemos analizar el tramo del río que vamos a pescar», explica.

  • Las marrones buscan lugares donde esconderse y descansar: «Hay sectores con barrancas enormes donde estas grandes placas se desarman y quedan piedras enormes sumergidas en el medio del río, detrás de estas piedras muchas veces logramos capturar marrones de muy buenos tamaños».
  • Otro sector clave son los pooles  o pozones donde las truchas «se quedan en el fondo ya que no posee presión de la corriente y  al ser un agua más lenta tienen mas tiempo para decidir y analizar nuestras imitaciones y tomar la decisión de atacar o no».
  • Veriles o dropooff: Este es un sector de cacería donde esperan toda la comida que trae una corredera. «En este caso  cuando un pez juvenil, bagre  o una pancora llegan a este cambio de profundidad las marrones están esperando al acecho para atacarlas», relata.

«Cuando hablamos de querer capturar marrones migratorias hablamos de peces que superan los 2,5 kg y sabemos que tienen una fuerza y vitalidad que solo los peces migratorios ya sean de agua dulce  o salada poseen. Debemos equiparnos de cañas mas grandes numero #7 u #8 con lineas sinking tip 250 grains o 300 grains, muchos pescadores experimentados utilizan una linea shooting taper unido a un running de monofilamento conocido como Amnesia de 20 o 30 libras», precisa.

«El shooting posee una cabeza lanzadora de 9 metros unido a una linea de nylon que permite menos fricción en la salida y al tirar la linea nos beneficia con mayores distancias .También ofrece menos resistencia al agua y permite profundizar mejor logrando derivas profundas  y llegando mas cerca a las marrones que se pozan en el fondo», agrega.


«Cuando pescamos marrones utilizamos lineas de hundimiento  por lo general imitamos organismos que viven en el río (pancoras o cangrejos , alevinos, pejes, bagres, etc. Las moscas que utilizamos son grandes, brillosas, algunas con colores muy llamativos que irritan a los peces.
Por lo general las que dan mas resultados son: Rabit, Bunny lech, Matuka, Wolly buggers rubber legs, Alevinos, Leonis barbarous, Intruder», informa.




Experiencia propia: «les cuento por qué recomiendo la experiencia de flotar con un guía. Me pasó como pescador que pasé mis dos primeros años sin saber qué estaba haciendo ni cómo lo hacía, obviamente no pescaba nada y frustrado pensaba que la mosca no era para mi. Hasta que un día tuve la suerte de conocer una persona que me ayudó con mis primeros pasos en la pesca con mosca. No me llevó más de 2 o 3 días de consejos y aprender lanzamientos que ni siquiera existían en mi diccionario y luego al ir muy entusiasmado y confiado llegue al río para hacer mi primer lanzamiento prolijo de no más de 12 o 13 metros. Luego de presentar la mosca logré mi primer captura.

Desde ahí me enfoqué en aprender para poder enseñarlo todo. Una jornada de pesca es un día intenso de aprendizaje y correcciones, de combinar el vadeo con la flotada para poder encarar cualquier río y saber donde están parados y cómo afrontar las situaciones que se le presentan. Como siempre digo, el Limay es un río-escuela que tiene todo para enseñar: tiene todas las situaciones para aplicar cada técnica que existe en el mundo de la pesca con mosca.


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