Peteco Carabajal deleitó con sus zambas y chacareras
La octava luna de Cosquín se vivió a plena zamba y chacarera. Peteco Carabajal demostró toda su magia y recibió la ovación de más de cuatro mil personas, quienes soportaron estoicamente la lluvia para ver al músico en acción.
COSQUIN (Télam).- El cantautor satiagueño Peteco Carabajal llenó de zambas y chacareras a la octava luna -anteúltima- de la 41 edición del Festival de Cosquín, que se viene desarrollando en el corazón del valle de Punillas.
Alrededor de 4.000 personas siguieron con entusiasmo y algarabía el recital que Peteco Carabajal brindó junto a un trío de músicos compuesto por Demi Carabajal en guitarra, percusión y voz; Juan Antus en bajo, guitarra y coros y Juan Martín Medina en vientos y percusión, donde aprovechó la ocasión para estrenar algunos temas de su reciente editado álbum, “Arde la vida”.
La magia de la chacarera santiagueña, que viene desde la salamanca en el violín endiablado de Peteco, le puso color a una lluviosa noche de Cosquín, en el que la gente se aguantó estóicamente el temporal y le dijo sí, a sus ídolos.
Temas como “Arde la vida” -título de la placa-, “Volver a Salavina”, “El violín del monte”, “San Cayetano” y “La tentación”, se juntaron con los clásicos, “Indio Froilán”, “Desde el puente carretero”, “Borrando fronteras”, “De fiesta en fiesta” y un final a toda orquesta con el himno santiagueño, “Entre a mi pago sin golpear”.
Un momento de emoción se vivió cuando Peteco compartió junto a su hijito Homerito, la canción “A mis viejos”, que el niño le dedicó a su abuelo Homero Cárpena, fallecido hace unos días, diciendo “para mi abuelo que me debe estar mirando desde el cielo”.
Otro de los destacados de la octava jornada festivalera, fue el conjunto tradicional Los Tucu Tucu, que festejaron en Cosquín, sus 40 años con el canto y estrenaron composiciones de su álbum “Vida”, entonando temas como “Anoche no dormí”, “Abrazame” y “Que no te quiera nadie”, y junto al cantor Alberto Oviedo, revivieron “Jazmín de luna” y “Cenizas”, que los consagró hace algunos años.
En su vuelta al escenario “Atahualpa Yupanqui”, Oviedo junto a su grupo interpretó: “Cachorrito” y “El potro”, dedicado a la figura del cantor Horacio Guarany.
Ovacionaron a “Los Guaraníes”
El joven conjunto Los Guaraníes, se ganaron la ovación del público, junto al Mariachi Salazar, al interpretar las piezas mexicanas, “Malagueña” y “Volver” y el himno que le hicieron al festival, “Aquí Cosquín”, ganándose la ovación de la plaza Próspero Molina y se perfilan a paso firme, como la consagración del festival.
Argentino Luna realizó su “Estampa de la Pampa”, con milongas, cifras, ambas y estilos, junto a Lucia Ceresani y Las Guitarras Sonoras, recibiendo la aprobación del público en sus composiciones más reconocidas como “Mirá lo que son las cosas”, “De los pagos del olvido” y “Zamba para decir adiós”.
Completaron la noche, el grupo vocal cubano L.T., que en esta oportunidad recibió algunos silbidos de la gente, a diferencia de la aprobación del pasado jueves, Ramona Galarza con su canto del litoral y Guillermo Fernández con la “Milonga del trovador” de Piazzolla y Ferrer.
La apertura y los cuadros correspondientes durante la noche, fueron realizados por el Ballet Camín de Cosquín y el Ballet de Carlos Paz.
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