Pirata somalí será enjuiciado en EE. UU.

NUEVA YORK (AFP).- Un joven somalí fue declarado mayor de edad e inculpado ayer en Nueva York con cargos de piratería pasibles de cadena perpetua tras participar en un ataque contra un carguero norteamericano.

Abduwali Abdukhadir Muse es el único sobreviviente del secuestro del barco «Maersk Alabama» en el Océano Índico frente a las costas de Somalia, que concluyó con la muerte de otros tres piratas por la marina de Estados Unidos.

La fiscalía presentó cinco cargos en su contra, incluyendo el de «piratería bajo derecho internacional», pasible de cadena perpetua, por el secuestro de ese buque mercante de bandera norteamericana perpetrado el 8 de abril.

El proceso cobra especial importancia por cuanto sienta un precedente legal frente a actos de piratería marina, caídos en desuso desde hace más de un siglo pero que volvieron a proliferar frente a las costas de Somalia. Tras ser trasladado a Estados Unidos, Muse compareció ayer ante el juez federal Andrew Peck, que rechazó argumentos de la defensa según la cual el sospechoso tenía 15 años, considerando en cambio que tiene al menos 18. «Los argumentos esgrimidos por el padre del señor Muse no son creíbles», dijo el juez en la audiencia. «La corte decidió que Muse debe ser tratado como un adulto», lo cual implica, entre otras cosas, que su juicio será público.

El abogado defensor Phil Weinstein había invocado poco antes una entrevista telefónica con el padre del sujeto, según el cual su hijo tiene solo 15 años y nació el 20 de noviembre de 1993.

Sin embargo, el juez Peck explicó que los argumentos de la fiscalía habían demostrado en una audiencia a puertas cerradas que esa versión carecía de validez y consideró que el presunto corsario tiene 18 años. Vestido con un overol azul, con la mano izquierda vendada por una herida sufrida durante el secuestro, Muse se mantuvo serio, cabizbajo y silencioso durante la audiencia. Se limitó a responder brevemente a algunas preguntas del juez, que escuchó a través de un intérprete.

Según la fiscalía, tras entregarse a la marina norteamericana mientras los otros piratas mantenían secuestrado al capital del barco, posteriormente liberado ileso. El sospechoso pasó de declarar que tenía 16 años a decir que tenía 19, luego 26, antes de admitir -según los fiscales- que tenía 18.