Bariloche sumó otro día con robos a turistas de Brasil: hubo dos detenidos y preocupa la ola delictiva
La Policía de Bariloche detuvo a dos sospechosos y recuperó dinero robado a turistas brasileños. Preocupa la ola de robos en plena temporada de invierno.
Los operativos en Circuito Chico y Playa Serena permitieron detener a dos sospechosos y recuperar el botín robado. Foto Policía de Río Negro.
El paisaje soñado de Bariloche se vio empañado, otra vez, por una secuencia de robos que apuntaron directamente contra turistas. Esta vez, las víctimas fueron brasileños, en dos episodios distintos que ocurrieron el mismo día en la zona oeste de la ciudad. La Policía logró detener a dos sospechosos y recuperar una importante suma de dinero en dólares, pero la preocupación crece al ritmo de los hechos delictivos.
En plena temporada de invierno, con miles de turistas caminando por las calles y visitando los puntos más emblemáticos, Bariloche se enfrenta a una amenaza cada vez más visible: una ola de robos que no da tregua. Y aunque la Policía actuó rápido y con eficacia, los hechos recientes reflejan la existencia de bandas organizadas y una modalidad delictiva cada vez más sofisticada.
Dos detenciones y una persecución en Circuito Chico
Durante tareas de prevención en el Circuito Chico de este sábado, efectivos de la subcomisaría 55 de Playa Serena observaron movimientos sospechosos en las inmediaciones de los miradores. Allí, sorprendieron a dos hombres de 60 y 37 años que intentaban forzar cerraduras de autos estacionados. Al advertir la presencia policial, ambos emprendieron la huida.
La persecución fue breve: los uniformados lograron detenerlos y trasladarlos a la dependencia policial. En su poder, encontraron herramientas que podrían haber sido utilizadas para vulnerar los sistemas de seguridad de los vehículos. Se sospecha que los detenidos forman parte de una red delictiva que opera específicamente sobre autos alquilados por turistas extranjeros.
El golpe frustrado a turistas brasileños en Playa Serena
Horas después, se radicó una denuncia por parte de una familia oriunda de Brasil. Los turistas habían estacionado su vehículo de alquiler en Playa Serena y al regresar notaron que el baúl había sido violentado. Faltaban bolsos, mochilas, medicamentos, dinero, prendas y documentación personal.
La Policía activó de inmediato un operativo cerrojo que incluyó patrullajes en zonas boscosas. Fue allí donde, escondido entre ramas y vegetación, se halló el botín: la suma de dinero sustraída junto a varios de los objetos denunciados. La víctima reconoció sus pertenencias y agradeció la rápida acción de los agentes.
Precedentes que van de la mano con la tecnología del delito: inhibidores y precisión quirúrgica
Los hechos de este sábado no son aislados. Durante la semana anterior se registraron varios robos con una mecánica casi idéntica. En uno de los casos, los ladrones usaron un auto con patente chilena y dispositivos electrónicos para inhibir las alarmas de los vehículos.
La modalidad es clara: esperan a que los turistas se alejen del auto, detectan si hay pertenencias visibles o valiosas y, en cuestión de segundos, abren puertas o rompen vidrios sin que suene ninguna alarma. Roban, escapan y, si son detectados, ocultan el botín en zonas de difícil acceso. Así lo intentaron también en este último caso, sin éxito.
Bandas organizadas y antecedentes penales
En al menos dos de los hechos anteriores, los detenidos presentaban antecedentes por delitos similares. Uno de ellos tenía causas abiertas por robos a turistas y estaba cerca de terminar una condena anterior. A los acusados se les dictó prisión preventiva por 15 días, mientras la Fiscalía avanza en la acusación por robo agravado.
Con los nuevos detenidos, se intenta establecer si hay vínculos entre todos los casos. La aparición de inhibidores y el modo de operar sugieren una estructura más compleja. La Policía continúa analizando imágenes de cámaras de seguridad y tomando declaraciones para desentrañar el alcance de estas bandas.
Bariloche, entre la postal y la preocupación
El Circuito Chico, Playa Serena y otros puntos turísticos, que deberían ser símbolo de disfrute, se convirtieron en escenario de delitos. La ciudad recibe cada año a miles de visitantes, muchos de ellos de Brasil, que recorren sus paisajes sin saber que pueden estar siendo observados por ojos delictivos.
La preocupación se extiende a hoteleros, guías, agencias y vecinos. El temor es que estos hechos empañen la imagen de Bariloche como destino seguro. Por eso, la Policía reforzó operativos en lugares sensibles y pidió colaboración a la comunidad para denunciar movimientos sospechosos.
Mientras las autoridades avanzan con las investigaciones y los procesos judiciales, las víctimas de los robos intentan seguir adelante con sus vacaciones. Recuperar sus pertenencias no siempre es posible. Pero, al menos en este caso, la intervención oportuna permitió devolver lo robado y enviar un mensaje a los delincuentes.
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