Lanzan la búsqueda final del femicida de Las Ovejas

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Cansado después de 15 días de huida, posiblemente herido, con dos de sus cómplices presos, y cercado por un centenar de policías y gendarmes, entre los investigadores crece la sensación de que Lorenzo Muñoz caerá pronto.

En una cartulina de grandes dimensiones, con ayuda de cartógrafos y dibujantes, el equipo que conduce el fiscal general José Gerez dibujó los puntos claves: dónde encontraron pistas de Muñoz, dónde están las viviendas de quienes le prestaron ayuda (o lo estarían haciendo aun), dónde están los refugios que usan los crianceros en la montaña, cuáles son los senderos posibles.

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En base a esas georreferencias, tejieron una telaraña sobre la que se moverán los canes que buscan rastros (y que han demostrado una eficiencia asombrosa) y el centenar de policías y gendarmes que buscan al autor de los femicidios de Carina Apablaza y su hija Valentina.

El equipo de Criminalística forense llegó a Las Ovejas en las últimas horas para analizar las muchas muestras de sangre recogidas durante la investigación.

Incluso hay sangre en el Chevrolet Prisma de Luis Fuentes, el segundo de los cuñados de Muñoz detenido.

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Ese dato, más la venda y la gorra con sangre halladas días atrás, y el blister de analgésicos encontrado por los investigadores, permiten suponer que Muñoz está herido. Quizá con las piedras de esta áspera geografía.

Las próximas horas, dicen en el círculo íntimo de la investigación, serán decisivas.