Policía acusado de tortura, ahora libre, ya tuvo una condena

Neuquén

NEUQUÉN (AN).- Luis Matus, el efectivo de la Policía neuquina acusado de torturar a un detenido, fue liberado ayer luego de una audiencia de revisión en la que se supo que el uniformado había sido exonerado de la fuerza por tener una condena penal por apremios pero había sido luego reincorporado al recibir el “perdón” del gobernador. Ayer un tribunal integrado por los jueces Martín Marcovesky, Dardo Bordón y Carolina García dejó sin efecto los diez días de prisión preventiva que el lunes le había impuesto a Matus otro magistrado. Es que los jueces de revisión consideraron que no está probado que el imputado vaya a interferir en el desarrollo de la investigación que se sigue en su contra, a pesar de que el fiscal Agustín García reveló algunas irregularidades en el caso. La víctima de las torturas que se le imputan a Matus es el ayudante de la escuela de canotaje de esta ciudad que está acusado de quemar en los glúteos con un hierro caliente a un adolescente en el marco de un brutal ritual de “iniciación”. Entre las irregularidades que destacó el fiscal explicó que si bien la víctima denunció que fue atacada en dos ocasiones, siendo la última y más grave a las 19 del sábado 7 de noviembre, recién denunció lo ocurrido al día siguiente. Y agregó que en ese lapso “fue limpiado el lugar del hecho, en donde había sangre”. En la audiencia García reveló que el oficial principal Matus fue condenado años atrás por el delito de apremios ilegales, por un hecho ocurrido en el interior de la provincia. Por tener esa condena la Policía lo exoneró, pero luego recibió el perdón del Poder Ejecutivo neuquino y fue reincorporado. Por mayoría los jueces ordenaron ayer una restricción absoluta de contacto entre el policía y los testigos de las torturas, que son sus compañeros de trabajo y varios de ellos sus subordinados. Sin embargo, curiosamente, casi una decena de policías que trabajan junto con Matus presenciaron la audiencia de ayer, a cuyo término fue liberado. Los jueces ratificaron que la fiscalía podrá continuar investigando el caso bajo la calificación de torturas, una figura penal pocas veces empleada por la justicia y que prevé penas de entre 8 y 25 años de prisión. Esa resolución se dio porque el informe médico reveló que el profesor de canotaje, si bien no fue penetrado con un palo como inicialmente denunció, sí resultó herido con el mismo en la zona genital y en otras varias partes del cuerpo. En tanto que el fiscal García agregó ayer que en una segunda entrevista la víctima reveló que también fue sometida a un “submarino ruso”, una práctica de tortura varias veces denunciada en las cárceles, en las que se coloca una bolsa de plástico en la cabeza de la víctima hasta que ésta comienza a asfixiarse. Voceros de la defensa de Matus, en tanto, indicaron que el joven radicó una contradenuncia en la que dio otra versión de lo ocurrido y acusaron a la fiscalía de retacearles información.