Video | Así demolieron dos aguantaderos en Cipolletti: «Era imposible vivir en estos barrios», dijo Buteler

Rodrigo Buteler encabezó los operativos para demoler dos casas usurpadas en Cipolletti donde se ocultaban delincuentes y vendían droga. Las viviendas estaban tomadas.

Durante dos jornadas consecutivas, el intendente de Cipolletti, Rodrigo Buteler, encabezó operativos de demolición en viviendas usurpadas que, desde hacía años, funcionaban como aguantaderos. Primero en el barrio Luis Piedrabuena, luego en Almirante Brown, el municipio actuó junto a la Policía de Río Negro para desarticular espacios que generaban miedo e inseguridad en los barrios.

Las construcciones habían sido tomadas y convertidas en refugio de delincuentes, lugares donde se escondían objetos robados y también, según los testimonios, puntos de venta de droga. “Era imposible vivir en el barrio desde que estaba este aguantadero”, dijo el intendente mientras caían los muros de una de las casas.


Primer operativo: el corazón de Luis Piedrabuena


Este martes 14 de mayo por la mañana, las máquinas municipales irrumpieron en la esquina de Pastor Bowlder y Brasil, en el barrio Luis Piedrabuena. Lo hicieron luego de reiteradas denuncias de los vecinos, que desde hacía tiempo advertían que la vivienda usurpada era el epicentro de hechos delictivos.

“Devolverle la tranquilidad al barrio”, dijo Buteler mientras caían los cimientos de una casa tomada. Gentileza.

La construcción tenía al menos ocho habitaciones, algunas en peligro de derrumbe, lo que la convertía en un escenario ideal para permanecer oculto. El lugar era frecuentemente allanado por la policía, pero la dinámica era cíclica: cuando se retiraban unos, entraban otros.


La recuperación del terreno y el rol de los propietarios


Uno de los puntos destacados del operativo fue la recuperación del terreno para su verdadero dueño. Según explicó Buteler, el municipio se contactó previamente con los propietarios para informarles sobre los pasos legales a seguir y su propia responsabilidad en el abandono del inmueble.

El operativo contó con la participación de la Policía de Río Negro. Gentileza.

“Nos pusimos de acuerdo con los propietarios, que habían perdido la tenencia de la casa ya tomada, y derribamos ese lugar donde desde hoy ya no habrá más inseguridad”, expresó el jefe comunal en redes sociales.

El mensaje fue claro: quien deja una propiedad en el abandono debe asumir las consecuencias. La Municipalidad no solo actúa, también multa. “La responsabilidad también del cuidado es para los propietarios. Hay que hacerse cargo”, agregó Buteler.


Segundo operativo: barrio Almirante Brown


Un día después, el miércoles 15 de mayo, el operativo se trasladó unas cuadras más al sur. Esta vez, el escenario fue una vivienda ubicada en la intersección de Lavalle y Juan Manuel de Rosas, en el corazón del barrio Almirante Brown. Allí, al igual que en Luis Piedrabuena, los vecinos vivían bajo amenaza constante.

“Llegamos temprano con la policía, sacamos a dos personas que estaban durmiendo acá adentro y empezamos con la demolición”, relató el intendente. Las personas que se encontraban en el interior fueron identificadas, y se inició la verificación de sus antecedentes.

Buteler fue tajante: “Era un lugar de delincuencia, venta de droga, mugre, suciedad. Estamos devolviendo la tranquilidad a todo el barrio, que pueda descansar en paz”.


Un modelo que se repetía en los barrios


La historia de estas dos casas se repite en varios barrios de Cipolletti. Construcciones abandonadas, tomadas, convertidas en guaridas de delito. Lo que cambió ahora es la respuesta estatal. “Esto tenía más de 10 años. Por más allanamientos que hiciera la policía, siempre volvía la delincuencia”, dijo Buteler.

Los operativos, según se anunció, continuarán en otras zonas críticas de la ciudad. “La idea es devolver la tranquilidad a los barrios de la ciudad. Gente trabajadora que manda a los chicos a la escuela no puede seguir conviviendo con la delincuencia”, sentenció el intendente.

Buteler destacó el rol de los vecinos como impulsores del accionar municipal. “Las denuncias nos marcan el camino. Nosotros investigamos junto con el gobierno provincial y la policía, y buscamos la manera de intervenir”, explicó.

La clave está en actuar sobre los focos de conflicto antes de que se multipliquen. Por eso, el municipio apuesta a una política activa de vigilancia sobre los inmuebles abandonados.