Alberto Fernández y Sergio Massa enfrentan rumores de distanciamiento: «Los off no gustan»

El presidente y el ministro de Economía estuvieron este mediodía en Palmira, Mendoza, adonde llegará el tren desde Retiro después de treinta años. En los últimos se habló de cierto malestar en Casa Rosado sobre la gestión del referente del Frente Renovador.

Corresponsalía Buenos Aires

Hoy no hay que silbar a nadie, se puede pensar distinto; hoy estamos celebrando que el tren llega a Mendoza y ese es un logro de todos”. Este fue el pedido de Alberto Fernández a los militantes peronistas reunidos en la estación de Palmira (a 25 km de la ciudad de Mendoza), tras la reacción que hubo al nombrar al gobernador anfitrión, Rodolfo Suárez, sentado a su lado. Del otro lado se sentó Sergio Massa. El presidente y el ministro de Economía compartieron un palco oficial después de atravesar un fin de semana cargado de rumores respecto a un distanciamiento.

Fernández y Massa llegaron pasado el mediodía a Mendoza, para participar de la llamada “Marcha Blanca”, la última prueba de las obras ferroviarias entre Justo Daract (San Luis) – Palmira, de la Línea San Martín de Trenes Argentinos, cuya cabecera está en Retiro. Hace 30 años fue la última vez que un tren unió Mendoza con CABA.

Creyeron que estábamos vendiendo una mentira, que no íbamos a concretar; aquí está: es el tren que sale de Buenos Aires y llega a Mendoza”, celebró Fernández.

El presidente esta vez dejó un mensaje anti grieta e integrador y, a diferencia de sus últimos discursos, con pocas críticas al macrismo. Acaso buscó con la buena noticia (que lo es), tomar respiro en medio de días complicados en el plano económico.

Igual el ministro Massa. Un par de horas antes de la celebración en Mendoza, había encabezado una reunión con los directivos de la banca argentina para informar sobre el canje de bonos, con la consecuente incertidumbre y expectativa provocada entre los actores del mercado. El acto ferroviario distendió los ánimos.

Malena Galmarini, titular de AySA y esposa de Massa, de todos modos, blanqueó que “desde Casa Rosada” hubo mensajes en off que cuestionaron la gestión del ministro.

“Las operaciones políticas nunca gustan, los off nunca gustan; y cuando vos sabés de dónde vienen, uno tiene derecho a enojarse”, admitió a Radio La Red. “No tengo alma de vigilante, así que cada uno sabrá qué hizo”, agregó. Dio a entender que Massa habló del tema con gente del entorno presidencial. “Sergio se los dijo también porque no es especulador, no es ese ventajero que quisieron hacer creer. Va, se sienta y te dice las cosas”, comentó.

Tras reconocer que ignora si su marido será candidato a presidente y criticar al exministro Guzmán, aclaró que entre el presidente Fernández y Massa “la relación es de muchísimo respeto, respeto mutuo, de mucha relación asidua para resolver los problemas. Lo importante es que Sergio no deja de tener nunca diálogo con nadie”, afirmó Galmarini, e incluyó a la vicepresidenta Cristina Kirchner, entre los interlocutores del referente del Frente Renovador.

Massa viajó a Mendoza para acompañar a su par de Transporte, Diego Giuliano, un hombre del Frente Renovador. El ministro dijo que la llegada del tren se debe a que “ni al Presidente ni al ministro de Economía les tembló la mano a la hora de hacer inversiones ferroviarias”.

Alberto Fernández no aludió al canje de bonos anunciado por Massa. Fue Giuliano el que hizo una defensa de la medida: “Hoy estamos en un día particular, se están tomando decisiones económicas muy importantes en la Argentina y acá está nuestro ministro de Economía”, dijo como preámbulo. “Venía escuchando que la se estaban tocando los fondos de los jubilados. La verdad es que tenemos que ser muy claros: nosotros nunca hemos tocado esos fondos, de ninguna manera hemos tocado esos fondos, ni les hemos sacado el 13 por ciento”, sostuvo Giuliano, en crítica a la decisión tomada por el Gobierno de la Alianza, que integró la precandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.

“Hoy estamos poniendo a Palmira y a la provincia de Mendoza en el mapa de pasajeros de la Argentina y eso es un hito que tenemos que celebrar”, destacó el ministro de Transporte.

Alberto Fernández recordó el proceso privatizador de los trenes en los noventa. “‘Ramal que para, ramal que cierra’. El día que se dijo eso, la Argentina se desintegró. La conectividad se desintegró”, dijo. Puso de ejemplo a Palmira, a la que describió como localidad “fantasma”, tras el cierre del servicio hace treinta años.

“Cuando viajo por el mundo me pregunto por qué los argentinos dilapidamos esa red ferroviaria que tuvimos. Hoy el tren está llevando argentinos a todos los lugares del país. Para muchos era impensable”, dijo el Presidente. Concluyó con el deseo de hacer realidad que “estos trenes lleguen a cada rincón de la Argentina”.


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