El día de la dignidad de los pueblos que recuerda a la pueblada de Cutral Co y Plaza Huincul

El movimiento social que se produjo entre el 20 al 26 de junio de 1996 fue el reclamo de manifestantes que bloquearon las rutas en reclamo de puestos de trabajo.

La primera pueblada de Cutral Co y Plaza Huincul que se extendió por siete días tuvo un punto de inflexión el 25 de junio de 1996. Fue el momento en que la jueza Margarita Gudiño de Argüelles se declaró incompetente y ordenó a las fuerzas de Gendarmería Nacional a retirarse de la Ruta 22 y evitar la represión de los manifestantes. En homenaje a esa jornada se dispuso este día de la dignidad.

La decisión que adoptó la funcionaria judicial hizo que al día siguiente, el entonces gobernador Felipe Sapag llegara a la comarca petrolera para reunirse con la comisión de piqueteros. El acta que se firmó permitió el levantamiento de los piquetes distribuidos por las vías proviciales y nacionales después de una semana y cuando la nieve comenzaba a caer.

El primer piquete marcó el comienzo de una metodología de protesta y que se focalizó el 20 de junio de 1996 sobre la Ruta 22, en Plaza Huincul ante la anulación del contrato que el gobierno provincial había rubricado con una empresa extranjera -la canadiense Agrium- para la radicación de una planta de fertilizantes.

El punto de partida fue el corte frente a la torre de YPF, en el ingreso a la destilería de la compañía que ante el proceso de privatización de principios de los ’90 implicó el despido de 5 mil trabajadores.

El desempleo que se había profundizado lanzó a un grupo de personas al corte de la Ruta 22, en primer término. Sin embargo, el correr de las horas y los días, los bloqueos se multiplicaron no solo en la vía nacional; en la provincial 17 como en las picadas de acceso a las locaciones petroleras.

Así las dos ciudades estuvieron cerradas al ingreso y salida de todo tipo de transporte, incluidos los camiones cisterna con el combustible producido en la propia refinería.

La llegada de la orden de desalojo tardó algunos días hasta que finalmente el 25 de junio de 1996, se concretó el arribo de los efectivos de Gendarmería Nacional que con un camión hidrante; perros y gases lacrimógenos desalojaron al primer piquete que estaba a unos ocho kilómetros antes de Plaza Huincul. Junto a ellos, lo hacía la jueza federal Margarita Gudiño de Argüelles.

La magistrada habló por un altavoz para que se despeje la Ruta 22 del bloqueo. Luego hizo lo propio con un grupo de representantes que se comprometieron a escoltarla hasta la torre donde la masa de pobladores la aguardaba. La magnitud de la protesta hizo que la jueza federal evaluara la situación y consideró retirarse.

Subida a una combi de un móvil radial que le sirvió de improvisado escenario, Gudiño de Argüelles le habló a las y los manifestantes, quienes sostenían que necesitaban trabajar. La funcionaria judicial consideró que el delito por el que ella había sido convocada a intervenir -el bloqueo de una vía nacional- fue sobrepasado.

El acta firmada entre el gobernador Felipe Sapag y la representante de los piqueteros, Laura Padilla (Foto: archivo)

La decisión de la jueza federal


«Si ustedes quieren tener un buen diálogo con el gobernador (Felipe Sapag) dejen la ruta. También les digo que por un delito mayor que es el de sedición, yo me declaro incompetente, me retiro del lugar y las fuerzas que vinieron conmigo también«, dijo la jueza a la multitud que la vitoreó. Así se retiró junto a los uniformados.

Al día siguiente, el 26 de junio de 1996 con la llegada del exgobernador Sapag, se firmó un petitorio que incluía la restitución de los servicios de energía eléctrica y gas natural para quienes se les había cortado por falta de pago; la construcción de un nuevo hospital; un bono -ayuda económica- para las familias más vulnerables y la cesión del yacimiento gasífero El Mangrullo, considerado marginal en ese momento.

La aprobación de la Legislatura al año siguiente del mencionado yacimiento hizo que los dos municipios empezaran a administrarlo y es hoy una de las principales fuentes de ingreso que tienen las arcas municipales.